lunes, 6 de junio de 2022

Simulaciones, promesas y amenazas del señor equis


 

Pedro Vargas Avalos

 

 

En días pasados anduvo por tierras tapatías el ya célebre Claudio X. González Guajardo (el señor equis), en una de sus tantas correrías para implementar acciones en contra del gobierno de la Cuatro T (Cuarta Transformación de México) y obviamente del líder de ella, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (Amlo).



Para lograr su objetivo, que se ha vuelto demencial, el Señor Equis (Sr. X) se reunió con miembros del empresariado y representantes femeninos de Jalisco el 26 de mayo. El Sr. X, quien sostiene que él no es empresario (aunque dondequiera se le conozca como tal y los medios así lo califiquen), les explicó su objetivo, que si bien, manifiesta no le acarrearía provecho personal, si lo generaría para el sector privado, ámbito natural de los dueños del dinero. En el evento, al cual asistieron, capitanes del peculio, diputadas y regidoras, explicó que su organismo “Sí Por México”, a cuyo amparo se integró la oposición partidista “Va por México” (la que reúne al PAN, PRI y lo que resta del PRD), “es un movimiento integrado por personas y organizaciones que quieren construir un mejor país.” (El Informador, 27-V-2022).


A la par se desarrolló en Guadalajara la megamarcha de los udegeístas (con su jefe moral el ‘Licenciado’ Padilla y adláteres, contra el gobernador Alfaro). Empero, el Sr. X, “argumentó que buscan ciudadanos convencidos de que la participación es el camino correcto para lograr el cambio que México lleva buscando desde hace décadas”. El autocalificado hombre de centro progresista, recalcó lo que es su meta: conseguir una candidatura presidencial de unidad entre PAN, PRI y PRD, pero sumándole al que ostenta el poder en la Entidad, es decir Movimiento Ciudadano (MC).





Según el Señor X, “Hoy en día la sociedad mexicana está siendo más partícipe y después de la votación en contra de la reforma constitucional en materia eléctrica reconoció que para detener cualquier iniciativa destructiva se requiere la unidad de la oposición PAN, PRI, PRD y MC”. Al respecto debió aclarar que la sociedad que alude, en su inmensa mayoría estuvo a favor de la reforma eléctrica, y que gracias al sistema constitucional que previene una mayoría calificada en las cámaras, no se dio la modificación. Fue pues triunfo legalista, mismo que socialmente le trajo enormes críticas a los diputados oposicionistas, ahora tildados de “traidores a la Patria”, adjetivo que se considera les pesará mucho a la hora de algunos comicios.


El Sr. X, prosiguió exponiendo su idea, que al final es: aspirar fundamentalmente a que su agrupación mantenga la unión de toda la oposición con miras a la contienda madre de todas las batallas, que son las elecciones presidenciales de 2024. De ganar en esas votaciones, recuperaría la derecha el poder, se acabarían muchos programas sociales, los empresarios acariciarían las exenciones impositivas, y desde luego, para encarar la problemática nacional, se buscarían empréstitos internacionales y se diría adiós a la austeridad republicana.


Después del anterior encuentro, hubo conferencia con una cierta agrupación nacional política, dirigida por figuras del orden civil local. Allí se sintió el Sr. X como pez en el agua y no solo subrayó lo sostenido con sus oyentes previos, sino que voz en cuello precisó que el país está en situación catastrófica, la economía en debacle, la inseguridad y violencia peor que en tiempos de Calderón, los derroches a la orden del día, y nuestras fuerzas armadas a punto de ser echadas a perder.


            Ante las graves situaciones mencionadas, afirmó Don Claudio X: “la contención de la crisis actual del país solo podrá lograrse a través de ‘contrapesos sociales’, es decir, fuerzas que se opongan a validar todo lo propuesto por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete, pues es mediante contrapesos ‘que se logra una verdadera democracia”.  El organizador de la conferencia (Salvador Cosío G., ex de varios partidos) agradeció la “asistencia del empresario para compartir sus ideas con quienes en conjunto buscan emprender acciones por un mejor país.” Es decir, con sus cofrades o colegas, socios de similar club.






Las tareas que tienen los que comulguen con los planteamientos claudianos son: 1°, mantener lo que ya está unido (o sea, la alianza entre panistas, tricolores y el moribundo perredismo); 2°, sumar a Movimiento Ciudadano, “porque si no, no nos dan los números, y hay que mandar el mensaje simbólico de que estamos unidos contra lo que está destruyendo a México”; 3°, porque el elemento renovador, de frescura, de juventud de la coalición, va a venir en buena medida del MC, porque el PAN ya está muy visto, igual el PRI y el PRD; pero MC es el nuevo, el joven, y “necesitamos ese elemento dentro de la coalición, no fuera” y le da su adulación a este partido, pues es en el Estado (Jalisco) es el único reamente fuerte.


De lo anterior, deducimos que el Señor X olvida como nació MC, antes Convergencia Ciudadana ideada por Dante Delgado cuando estaba preso (Álvaro Delgado, Los Periodistas, 27-mayo-22). No le importa menospreciar a sus partidos coaligados (ya están muy vistos) y casi exige a MC que se una, porque si no, no podrán tener fuerzas para vencer en 2023(en que se renuevan Estado de México y Coahuila) y en 2024. Lo anterior, declarado antes de las elecciones de junio 5, le sirve al Señor X, pues si los resultados son como se prevé, un triunfo morenista, podrá echarles en cara a sus adláteres la falta de unidad y la ausencia de MC en su alianza de Va por México. Y exigirá se apuntalen para 2023 y 2024. Y reconfirma D. Claudio: Hemos pedido a MC se alíen a nosotros, por eso ahora venimos “a presionar,” para que seriamente considere MC unirse” al PAN, PRI y PRD, y de esa forma combatan el “plan diario del Presidente, que es el de dividirnos”.


Ya antes Clemente Castañeda había dicho que MC no se quiere agregar a esa coalición, porque eso beneficia los proyectos presidenciales de solo tener un contendiente. Y ante lo predicho por el Señor X, echó su cuarto a espadas el mandatario jalisciense Enrique Alfaro y señaló: “Creo que debe haber disposición al diálogo, siempre entre las fuerzas políticas, pero también he dicho que no estaré, jamás, de acuerdo en una alianza simplona, construida desde la lógica de las dirigencias de los partidos. En eso conmigo no van a contar jamás.” (Juan Carlos Huerta Vázquez, Nación 3,2,1. 30-V-022).


Alfaro no niega que ha pensado en cierto proyecto para México, pues admite: “Creo que puede construirse en este país una alternativa de nación que articule a fuerzas opositoras, pero mientras lo que se plantee sea un reparto de huesos y de posiciones, nosotros a eso no le entramos”. Y con ello, por lo pronto puso en su lugar al Señor X. Pero éste, maneado no es, así es que tengamos por seguro que ya cabildea al amo de MC, fuera de Jalisco, el añejo ex priista Dante Delgado, que, al estilo del manipulador del Partido Verde, no le hace el feo a todo arreglo que de ganancias.


En fin, unos y otros, los personajes aquí mencionados son maestros en el arte de fingir, guardar las apariencias y si es indispensable, amenazar, porque en sus adentros es muy cierto el principio que reza: En el amor y la guerra todo se vale. Y para ellos, la política es lo mismo que la guerra, y cuando les conviene, del amor.




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