En unos
segundos, se acabó el patrimonio de, hasta el momento, 22 viviendas, 102
afectadas en total, familias que sienten que se quedaron sin nada, se sienten
abandonadas y sin apoyo, sin respuestas del gobierno municipal.
Según datos de Protección Civil municipal de Zapotlán el Grande, hay 102 viviendas afectadas, son 138 personas, siete viviendas desalojadas, de las cuales 33 se quedaron por el momento sin hogar.
Pero cada casa, cada persona tiene
una historia que contar, aquí les damos voz a algunas que lo perdieron todo, o
como dijo una vecina “nada más nos quedó el susto”.
PERDIMOS TODO, EL GOBIERNO NO NOS
HA AYUDADO
“Todo está agrietado, lo toca uno y se anda cayendo, el piso esta separado, sumido, el techo se bajó, es una zona peligrosa, nos la dieron como o habitable, yo preguntó que nos van ofrecer, en qué nos van apoyar, ir a un albergue pues no, es temporal, no todo el tiempo estaremos ahí, tenemos menores, en la entrada tenía un negocio, es mi trabajo”, dijo una de las afectadas por la grieta en la colonia Santa Rosa, una de las que lo perdió todo.
“Yo exijo al presidente que ya nos
dé respuesta, qué va pasar, el martes no dio respuesta, nomás ofreció el
albergue”, duró viviendo en esta casa cuatro años, la habían comprado, “uno
hace el sacrificio para comprar las cosas, da tristeza ya no tenerla, dice uno
a dónde se va ir uno”.
No había nadie en casa cuando ocurrió el hecho, pero cuando llegaron “al abrir la puerta vimos todo esto, se acabó todo, ven los niños y lloran porque su casa se está cayendo, exigimos respuesta por parte del gobierno”.
La primera noche se quedaron con un
familiar, “ya invadimos y no cabe todo, hoy tenemos que sacar cosas, tenemos
colchones en el pasillo, tenemos que desalojar”. La casa está casi vacía,
aunque dan algunas cosas tiradas en el suelo, poco a poco lo que se construyó
con sueños se acabo en unos segundos.
“Pedimos al gobierno que qué va pasar con los que nos desalojaron, para ellos es fácil decir queda des habitable, se van al albergue o un familiar, pero qué va pasar con nuestro hogar, el gobierno municipal no nos ha apoyado en nada, vino el presidente, pero no hubo respuestas a las preguntas”, dijo la vecina y concluyó diciendo “traemos mucha tristeza”.
UNA GRIETA QUE CAMINA
“Tenemos
daños estructurales, la fisura en los muros, el hundimiento en el piso, me
imagino que el drenaje, ya está cerrada la llave, pero debemos ver las fugas y
afectaciones”, dijo uno de los vecinos.
Aunque las autoridades les pidieron que abandonaran la casa, “por lo tanto está sola la casa, nos fuimos a vivir con un familiar, veremos que nos dirán con el peritaje”, es un vecino que vive desde 1983 en esa casa “en el temblor del 85, se tronó el muro de la entrada, pero parece que la grieta va caminando más para dentro de la casa”.
Aunque la sugerencia que no estén en casa, se puede observar que los muros están agrietados y una parte del piso hundido, un muro está como abombado, “es mejor estás alejaditos”, concluyó el vecino.
“Tengo
20 años, toda la vida hemos tenido ese problema, siempre la calle ha estado así
-con un desnivel- de bajada, nomás ahorita sí se ve que se bajó más, aquí
esperamos que nos den o nos digan si se va poder arreglar, somos gente que
trabajamos, vivo de mis manos, de hacer mis postres, dónde voy a hornear, tengo
todo en mi casa, mis cosas, utensilios, lo que yo necesito”.
En otras ocasiones con temblores, el movimiento de la grieta, dice que su casa no se había dañado, “el último temblor se sintió, pero nada, hay dos cuarteaduras que toda la vida han estado en la casa, y la barda ahora se cuarteó, se rompió el piso de la cocina, y afectó el baño, lo que nuca había pasado”, este del daño del baño, fue la barda que da con el vecino, que quedó sumamente dañada.
Comenta que las autoridades les dijeron que buscaran donde irse, o al refugio que acondicionaron “pero resoluciones no, en cinco o seis días nos darán un dictamen para ver si se puede reconstruir la casa, pero no dicen que nos van proporcionar otro lugar no, nada, el gobierno municipal no ha dicho nada, ni que nos van ayudar, nada más que tenemos que esperar, de lo que comente el dictamen”.
Desde fuera la ventana se ve chueca,
dice que siempre ha estado así desde el temblor del 85, nunca hicieron por
moverla. “La falla ha estado toda la vida, no se va quitar, las casas están
habitadas porque no tenemos a dónde ir”.
Concluyó diciendo: “nos quedamos en
la calle”, dice la señora que vive ella y su hija.
NOMÁS NOS QUEDÓ EL SUSTO
“Estábamos
queriendo comer, cuando comenzamos a escuchar que se caían pedazos de muros,
corrimos a salirnos a la calle”, dice entre lágrimas una mujer que perdió su
casa.
Durarán un año y medio viviendo la
casa “ahora nos dice Protección Civil que está inhabitable la casa, así que
estamos sacando las cosas, nos queda nada más el susto”, concluyó la señora
porque las lágrimas invadieron su rostro.
VIVIMOS CON LA ANGUSTÍA
“Tengo
46 años viviendo aquí, tenemos poco con la amenaza con la grieta, en el 85 se
abrió en la esquina de Mayas, pero fue muy poquito, ya este sustito fue más
grave”, dijo una vecina que tiene una tienda, y aunque su casa no fue dañada,
la de su hija sí.
Narra el suceso que le tocó sentir
“fue un ruido indescriptible, no se puede explicar, enseguida se movió la
tierra, se calmó rápido, pero la gente salió corriendo y llorando del susto”.
Dice que es una angustia con la que
se vive por la cercanía con la grieta, la casa de al lado y las de enfrente
fueron dañadas, “vivo a unos metros de la grieta, cuando llueve fuerte el agua
se va por las grietas”.
Comenta que es alarmante vivir
cerca, “no sé qué este fallando en las grietas, mi hija está angustiada de su
casa, apenas tenía cuatro meses con ella y ya la perdió”.
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