Entre las ruinas hacemos un hogar: vecinos damnificados
>Vecinos
afectados por la grieta, de las calles de Morelos y Bustamante levantan la voz,
porque se dicen “que somos invisibles, ninguna autoridad ha venido”.
Milton
Iván Peralta
El Volcán/Guzmán
De
entre el muro blanco, a lo lejos en una orilla, hay un resplandor, es un rayo
de luz que se abre camino entre la grieta que cada día separa más al muro. Es
una grieta que lleva años creciendo y es ignorada por las autoridades. Es una
grieta que corrió a una familia que tenía décadas viviendo ahí. Es una grieta
que partió los recuerdos familiares, “es la casa de mis suegros”, dice el
afectado que nada más ve con impotencia crecer la grieta.
Uno puede pasar por la calle
Morelos, sobre todo entre Bravo, Bustamante y Guadalupe Victoria, y solamente
notará que en las esquinas hay un desnivel, lo que no se percibe son casas agrietadas
y casas abandonadas, familias que salieron huyendo para “salvar la vida”, pero
otras, no tiene a donde irse “y nos vamos a dormir esperando a ver qué dirá
Dios”.
No es la primera vez que recorremos
esas calles, que entramos esas casas, la última vez fue el 24 de noviembre de
2021 (Somos invisibles ante la sociedad: vecino afectado), unos años antes
dimos a conocer un reportaje Los olvidados de Bustamante, en enero de 2019. Lo
único que cambia son las grietas, cada vez más anchas. Cada vez son más. Cada
día se sienten más olvidados las casas y los vecinos.
BUSTAMANTE 126
Después
de lo sucedido en la colonia Santa Rosa, “he visto que está más agrietada las
paredes, es más la humedad cuando llueve, no está tan cuarteado, pero sí unas
grietas que no había antes”. Esta casa la visitamos la primera vez y publicamos
la nota “Salí de mi casa para no morir”, el 10 de enero de 2019, ahora tras lo
acontecido el pasado 21 de junio.
“Ese mismo día vinieron en la noche,
entraron a la casa, dijeron que todavía estaba habitable, les entregué un papel
que siempre hemos tenido, que es para Protección Civil y Obras Públicas, pero
siempre dicen que estamos en eso, lo estamos viendo, ese papeleo, tienen años,
esta administración no hemos ido, es muy desgastante, pero que nos tomen en
cuenta”.
El gran peligro de esta casa no son
sus propias grietas, es la casa vecina, Bustamante 124, es una casa roja de dos
pisos, que está varios grados inclinada, recargándose en la casa vecina, pero
jalando la barda de la casa 122, pero el gran peligro es que se caiga encima de
la casa 126.
“Mi prioridad y pendiente es que
derriben la casa de al lado, porque sino se acaba todo mi patrimonio, es lo que
hemos pedido, pero no lo hacen, la dueña está de acuerdo, hay un papel firmado
por ella y la titular de la casa, pero no lo han hecho”. El oficio tiene fecha de 22 de mayo de 2018,
donde la señora Isaura Flores Solis, dirigida al entonces presidente interino,
Juan Manuel Figueroa, decía el oficio: “me dirijo a usted para solicitarle un
apoyo de demolición de segundo piso de la finca urbana marcada con el número
124, de Bustamante, en virtud de haber un “Dictamen de riesgo a inmueble”,
emitido en abril de 2012, por Carlos Alejandro Curiel”. Cabe señalar que desde
el 2007 se ha pedido el apoyo por parte de esta vecina de demoler la casa, cosa
que hasta el momento no se ha realizado.
Las casas tienen 10 años agrietándose,
“aguantaron el temblor del 85, la mías e cayó porque era de adobe y era una
casa que tenía cerca de cien años, era de mis abuelos, pero en el 86 la iglesia
y mi madre la levantaron”.
Lamenta que, en varias ocasiones, o
se años, han ido elementos de Protección Civil, Obras Públicas, presidentes,
candidatos, y “todos vienen, ven y se van”, lamenta la vecina, quien vive sola.
El ver tanta atención en la colonia
Santa Rosa, y que a ellos nadie los voltea a ver dice: “parece que hay cosas
más importantes, no creo que sea olvido, nunca he exigido que me den algo, no
echo culpas, nada más pido el apoyo que se derrumbe la del otro lado”.
Nada más pide a las autoridades el apoyo “de derribar la casa vecina,
porque el peligro es inminente, mi casa está habitable, nada más pido que
derriben la vecina, ya esta el permiso, estoy consciente del peligro, pero qué
hacemos, tengo que vivir, me acuesto tú sabes si amanezco, despierto y veo que
no se ha caído nada, entre valor y algo más aquí estamos”.
MORELOS 144
Por la
calle Morelos hay varias casas dañadas, algunas abandonadas, y los pocos
vecinos que nos muestran sus casas no quieren hablar “no queremos problemas con
la autoridad”, dicen. Visitamos de nuevo algunas casas que en noviembre de 2021
visitamos, y volvimos a hablar con el dueño de la casa de Morelos 144.
“Ahora con la grieta que la semana
pasada nos dio de qué hablar y de qué preocupar, de las autoridades nadie se
acercó con nosotros, nada más llegaron hasta Bustamante, todas las casas de la
cuadra y más allá están afectadas, yo he denunciado y a petición mía Protección
Civil vino el 13 de marzo del 2020, donde pedí un dictamen técnico y dicen que
la casa no es habitable”.
Comenta que se ha acercado a
diferentes instancias del gobierno municipal “es una tristeza, pero nadie se ha
acercado a nosotros, nuestra autoridad teniendo esta experiencia la semana
pasada, nadie ha venido, conozco la situación de lo que pasa en la colonia
Santa Rosa, que no es mayor ni menor de lo que sucede aquí en eta cuadra, pero
como aquí es interior, no se nota, pero así notamos que hay un desinterés por
parte de las autoridades, de los tres niveles de gobierno”.
Es una problemática por donde pasa
la grieta por la ciudad, “es un problema de toda la ciudad, llamo al presidente
municipal que nos ponga atención, porque primero viene a pedir el voto, luego
para pagar impuestos, pero para ponernos atención no hemos tenido ninguna
respuesta, nadie del ayuntamiento no ha venido”. Dice que sí ha llamado a
Protección Civil municipal y estatal “pero nadie ha venido”.
“Nosotros necesitamos apoyo, hay
gente que no tiene a dónde irse a vivir, veo mucha insensibilidad por parte del
gobierno municipal, del gobierno estatal, y del gobierno federal, invito a que
nos pongan atención, esta grieta no es de ahora, cuando eran candidatos sabían
de la problemática, ahora vienen a tomarse la foto y se van, queremos hechos,
palabras hay muchas”.
Lamenta que sus vecinos tienen sus
casas afectadas “pero no quieren hablar para no meterse en problemas, están
tanto más dañadas que esta o de otros lugares, pero no tienen a dónde ir y ahí
entre las ruinas hacen hogar”, dijo el vecino.
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