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lunes, 13 de junio de 2022

El autoengaño y la reincidencia oposicionista


  

Pedro Vargas Avalos

 

 

No hay peor ciego que el que no quiere ver. El pasado domingo 5 de junio se llevó a cabo la jornada electoral en que se enfrentaron, para renovar gubernaturas en seis Estados, la coalición formada por el panismo, el priismo y el perredismo, denominada PRIANRD, surgida con el auspicio del “empresario” Claudio X. González y que es conocida como “Va por México”, frente a la alianza que se identifica bajo la divisa “Juntos Hacemos Historia”, integrada por el partido MORENA y sus aliados, a saber el PT (Partido del Trabajo) y el PVEM (Partido Verde Ecologista de México). En dicha lid, también participó por su cuenta, el oposicionista MC (Movimiento Ciudadano). Después de conocer los resultados, los voceros opositores optaron por una más de sus malogradas estrategias: decir que “ganaron las elecciones o, en su defecto, que el brazo electoral del obradorismo, Morena, perdió porque no ganó todas.” (Fabricio Mejía, Sin Embargo, 7-jun-22).



Los resultados escuetos y ciertos son claros: cuatro gubernaturas, en manos de la oposición, las ganaron los morenistas, en tanto que la contra que encabeza el PAN, se quedó con dos que ya tenían, o sea, conservó un par. Los emecistas (MC) no lograron ningún triunfo. Así las cosas, desde la noche del día de los comicios, (igual que como se condujeron en 2021, tras perder 12 gubernaturas de 15) los dirigentes de cada uno de los partidos políticos inmiscuidos, salieron a declarar que su participación había sido un rotundo éxito. El primero que presumió tal hecho, fue Marko Cortés, deslucido líder panista, quien con gran disimulo anunció que su coalición había ganado tres Entidades federativas: Aguascalientes, Durango y Tamaulipas. Como luego se anunció por el PREP, que es la versión oficial de los resultados primeros en materia electoral, fue cierto lo presumido por “Marquititito” en cuanto a los dos primeros Estados, pero en el caso de Tamaulipas, el vencedor había sido MORENA y los suyos.


Alejandro Moreno, apodado “Alito”, presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), destacó en twitter el multicitado domingo, “la amplia participación de la ciudadanía en las seis entidades que renovarán sus gubernaturas, e hizo un llamado a quienes aún no han acudido a las urnas “a que participen en la fiesta democrática”. Pues bien, ni hubo copioso arribo de votantes, ni los que habían dejado de ir a sufragar, oyeron ese llamado, y, por tanto, lo que dominó en casi todo el proceso, fue el abstencionismo: en Oaxaca, el 62 por ciento, en Aguascalientes 55 %; Hidalgo el 53%, Durango 50%, Quintana Roo, 60% y Tamaulipas el 47%. Por ello, el diputado priísta Rubén Moreira, esposo de la derrotada Carolina Viggiano, candidata del PRIANRD en Hidalgo, expresó: “La realidad es que el abstencionismo fue el que triunfó” (María del Rocío Ángeles Rivero, 07 junio 2022 en Noticias Televisa). Pero el jefe del partido tricolor volvió a la carga y lo citó Joaquín López Dóriga, en su columna “En Privado” del día 7: “Moreno calificó de derrota estrepitosa para Morena”, que ganara cuatro de los seis estados en liza, y aseguró que la oposición estaba para pelear la presidencia. A contrapelo de esa actitud triunfadora de Alito, el encabezado principal del diario “24 horas”, del día 6 de junio, publicaba: “Avanza el PRI…hacia su extinción”, ante lo cual enfatizaron los miembros del “Movimiento Líder”, (tendencia interna del tricolor constituida en 2018) apoyados por otras dos, por medio de José Encarnación Alfaro: “Estamos ante una dirección nacional fallida”, por lo que, si Alito y sus incondicionales no renuncian, estarían condenando al PRI a su extinción. (Los Periodistas, 9-06-2022).





Sin embargo, los portaestandartes oposicionistas siguen en su idea de que fue muy exitosa su participación del 5 de junio, y en razón a ello dijo el perredista Jesús Zambrano, (que encabeza un cuerpo insepulto) junto al inefable Alito y en concordancia con la gobernadora panista de Chihuahua, Maru Campos y el diputado jurásico Santiago Creel: “Estamos muy contentos. ¡Hay tiro para el 24 y el 24 les vamos a ganar!”. (El Economista, junio 5/2022). En cuanto a MC y su amo Dante Delgado, éste enfatizó que tuvieron “un crecimiento exponencial”, lo cual traduce como éxito, a pesar de no haber ganado ningún cargo y apenas mostrar un raquítico 4% de votos recibidos.


Al respecto, sobre esa especie de autoengaño en que inciden recurrentemente los integrantes de la oposición y especialmente los que se cobijan en “Va por México”, de entre sus mismas filas surgen voces que sí pisan el frío suelo de la realidad. Dijo al respecto Gustavo Madero: “Para tener la menor posibilidad de competir en el 24, debemos comenzar por reconocer nuestra debacle electoral: pasamos de gobernar en 2017”, juntos PAN, PRI y PRD, 114 millones de mexicanos, y ahora, expone Madero, tendremos solo 38 millones, considerando que el panismo gobierna a 16 y el tricolor en 22 millones, remarcando al perredismo con aporte cero. Por ello concluye este expresidente (en 2012) del CEN blanquiazul, “La autocrítica es fundamental para avanzar”.


Otro exjerarca nacional panista que habló sobre el autoengaño y la reincidencia, por lo que critica la actitud de sus dirigentes, es el senador Damián Zepeda. Explica que la elección fue muy dura para la oposición, desastrosa, y considera que no sirve de nada cascabelear y presentar una cara distinta a la ciudadanía. Prosigue señalando que, lo primero para resolver un problema es no autoengañarnos, porque de ser así, se volverá a fracasar, y revela: Si hubo 6 elecciones de gubernaturas el domingo 5, todas con administraciones de la oposición, y ahora MORENA (que no poseía ninguna de ellas) tiene cuatro y los opositores 2, es decir, sin vueltas, se perdieron cuatro; entonces, remata tajante Zepeda: “Pues yo no sé en qué planeta significa que ganaste”. Y acentúa: No sirve de nada querer engañar, porque aún en términos de población, de 15.6 millones de mexicanos que eran gobernados por la oposición, al final del día, MORENA gobernará 12.5. “¡Y todavía celebran con batucada que se triunfó ¡”.  Señala el legislador, que esa conducta es para defender tanto a la dirigencia de cada partido, como salvaguardar a su pacto de “Va por México”.





Para este exlíder panista, el apoyo de los partidos que van en la coalición, hacia el PAN, es marginal, porque Aguascalientes lo ganó la identidad panista, cuyos votos superan la alianza morenista. De igual manera, en Durango, los priístas lo hicieron por sí mismos. En consecuencia, las aportaciones no son positivas, y por tanto se debe abrir paso a la reflexión: el PRI es rechazado por el pueblo, y eso daña al panismo. Por ello en Hidalgo, hace 6 años se tuvieron 300 mil votos, y ahora únicamente 50 mil, lo que también sucedió en Durango, pues de 300 mil sufragios hace 6 años, ahora se recibieron cien mil. “¡Nos pasó un tractor por encima, y ni las placas le vimos!” (Entrevistas con Guillermo Ortega y con Álvaro Delgado, 7 jun.2022)


Reafirma Damián Zepeda, que la coalición PRIAN debe reconsiderarse. Para él, hay que generar un proyecto de nación que se base en la identidad del partido y convenza a la colectividad; lo cual no es posible en coalición porque nos acompaña un partido distinto en ideología y trayectoria. Para este genuino blanquiazul, “vistos los resultados electorales, se han achicado los partidos,” especialmente de la elección antepasada a la reciente. El dicho de que “solo unidos podemos vencer” es un espejismo. La alternativa de unión, no es con el PRI, sino con Movimiento Ciudadano. Debemos construir esa opción, sino es la propia, con un organismo que de frescura y no con uno que está prendido al pasado, el cual es desairado por la ciudadanía. “Escuchemos al ciudadano, no a las cúpulas; aquellos no se equivocan.”

Es realmente triste que la Coalición opositora no formule un proyecto de país, y en cambio, con intelectuales exorgánicos, la prensa tradicional asociada, memes y twitter, crea que la política solo es publicidad, manifiestos, dobleces y maledicencias.


Por ello, hasta el presidente del país, dijo en la mañanera del martes pasado (7): “Ojalá y no se afecten los partidos, que se consoliden, necesitamos de las organizaciones políticas, se requiere de oposiciones fuertes, no paleras”. Y mucho menos (agregamos nosotros) embusteras, partidarias del autoengaño y de la falsedad. De persistir en tal estilo, el tiro a que se refieren para el 2024, va a ser un tiro, pero en su propio pie.

 



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