>Vecinos
afectados por la grieta, de las calles de Morelos y Bustamante levantan la voz,
porque se dicen “que somos invisibles, ninguna autoridad ha venido”.
Milton
Iván Peralta
El Volcán/Guzmán
De
entre el muro blanco, a lo lejos en una orilla, hay un resplandor, es un rayo
de luz que se abre camino entre la grieta que cada día separa más al muro. Es
una grieta que lleva años creciendo y es ignorada por las autoridades. Es una
grieta que corrió a una familia que tenía décadas viviendo ahí. Es una grieta
que partió los recuerdos familiares, “es la casa de mis suegros”, dice el
afectado que nada más ve con impotencia crecer la grieta.