¿Y los niños de la calle?

 

 

 

Juan José Ríos Ríos

 

 

Qué importante es que existan instituciones que velen por la niñez desamparada o en condiciones de riesgo, en el seno de la familia o fuera de ésta, pero todavía más que se les trate de manera humana y se les tome en cuenta en celebraciones que normalmente son para quienes, a diferencia de éstos, viven y se desarrollan en el seno de su familia, sin riesgos y con la seguridad y protección que su privilegiada condición les permite.

            Esto viene a colación reconociendo la labor social y humanitaria que la institución conocida como Ángel Guardián, en Ciudad Guzmán, que durante varios años ya ha venido brindado a niños y niñas que sufren violencia, abandono y de vivir en condiciones precarias, de alto riesgo, que modifican sus conductas y les trastoca su vida como lo que son y en proceso de crecimiento, que puede, incluso, reflejarse en su adultez.

            En este sentido, Rosalina Padilla Barocio, presidenta del Sistema DIF Zapotlán el Grande, informó que en el marco del pasado Día del Niño, personal directivo, docente y administrativo del CADI Ángel Guardián, organizó la Semana Cultural del Niño y la Niña, que comprendió diversas actividades lúdicas y de esparcimiento para festejarlos por su día social.

            Destacó que estas acciones forman parte del programa educativo que se aplica en CADI Ángel Guardián con el objetivo de motivar el desarrollo de destrezas y habilidades, en esta etapa importante para ellos, además de brindarles seguridad, así como la capacidad de expresarse y convivir.

            La semana cultural tuvo lugar en las instalaciones de dicha institución educativa y se llevó a cabo del 2 al 6 de mayo, organizada por la directora del plantel, Lizeth Larios Aban, junto con el personal docente del CADI quienes con gran creatividad realizaron desde una mañana de cine y pijamada con el objetivo de que entre ellos mostraran su prenda favorita con la que duermen, hasta la dinámica de Cuando Sea Grande, que consistió en admirar a un personaje, a papá o algún hermano, para que cuando ellos sean grandes, pueden tener una guía en la formación de la vida.

            El cierre de actividades consistió en un evento al que asistieron con ropa formal con la finalidad de que aprendan a ir vestidos de manera correcta y adecuada a cada lugar que asistan.

Rosalina Padilla estuvo acompañada de Hidania Romero Rodríguez, directora del OPD de DIF; en su mensaje ratificó su compromiso con la niñez y por salvaguardar sus derechos, posteriormente interactuó y convivió con cada uno de los niños y las niñas, además de ser partícipe de las actividades del día de clausura.

            Sin duda que la labor del CADI Ángel Guardián de Ciudad Guzmán y sus efectos en los niños que atiende y protege tras sus muros, techos y demás instalaciones, son de manera permanente y en mucho con resultados positivos para los niños y niñas que se les confía a su cuidado y atención, van más allá de la celebración de un día social dedicado en honor a éstos, aunque es loable que instituciones como el DIF Zapotlán, se acerque, conviva y conozca la realidad que viven en ese entorno.

            Pero al sistema que representa la señora Rosalina Padilla Barocio, le hace falta voltear y enfocar su atención a los niños, niñas y jóvenes que hacen de la vía pública su forma de vida, sustento y desarrollo, aún no se sabe nada acerca de cómo se atiende, si es que ya se hace algo, de la problemática que pueden estar pasando los limpia parabrisas, malabaristas y pedigüeños que se aprecian y hacen “su vida” en los cruceros peligrosos de las avenidas principales de la ciudad, es algo que existe, palpable y que al parecer no se ve, o tal vez no tenga el impacto de una celebración de un evento social en una institución establecida y funcionando con los recursos necesarios, tanto humanos como materiales, por lo que se considera que hay este “pendiente” con los niños que se pueden considerar de la calle, que si bien no hacen actividades ilícitas, sí son de alto riesgo.