Salvador
Mateo
A
propósito de la estrategia emprendida por el presidente López Obrador para
enfrentar la crisis alimentaria y tratar de contener el alza de los productos
de consumo de la canasta básica, especialmente de los productos del campo, me
llamó la atención una nota publicada, el pasado 10 de mayo en el portal del
diario el Informador, en donde se da a conocer que el Inegi informó: la
inflación en México mostró en abril una nueva aceleración que llevó la tasa a
7.68%, la mayor en dos décadas, alentada por alzas en los precios en algunos
alimentos básicos, la ropa y los zapatos, así como la gasolina Magna.
El
informe del organismo fue dado pocos días de que las autoridades federales
presentaran el plan para combatir la inflación, que contempla un acuerdo entre
el Gobierno y el sector privado para no incrementar los precios de 24 productos
de la canasta básica durante seis meses. En Jalisco, Guadalajara presentó una
inflación de 7.78%, mientras en Tepatitlán se disparó a 9.62% y a nivel
nacional, la inflación general anual en abril es del 7.68%, su nivel más alto
desde enero de 2001, con crecientes riesgos al alza, en particular para los
alimentos, informa el Inegi.
Por
otra parte, en días recientes del presente mes de mayo, la Confederación
Patronal de la República Mexicana (Coparmex)alertó, 52 millones de mexicanos
que se encuentran en pobreza laboral no pueden adquirir la canasta alimentaria
básica por la inflación en México. La organización patronal señaló, el aumento
de los productos básicos resulta más preocupante cuando consideramos que 40.3%
de la población vive en pobreza laboral según cifras del Coneval. La inflación
es el cáncer de la economía y debe controlarse porque a quienes más afecta es a
las personas de menores ingresos, a quienes simple y sencillamente cada día les
alcanza para menos.
Como
es del conocimiento de la opinión pública, este viernes 13 de mayo se llevó a
cabo, en una visita exprés a la entidad jalisciense, el evento de arranque de
las Jornadas de producción para el autoconsumo en el Occidente de nuestro País,
a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador. El Mandatario federal
prometió apoyos y la garantía de agua para los productores para enfrentar la
crisis alimentaria como parte de su plan para combatir la inflación.
Ante
el llamado al presidente por parte del Gobernador del Estado para que considere
a Jalisco dentro de las entidades que reciben apoyos de fertilizante para los
cultivos, ya que en la entidad, el 90% de la producción agropecuaria la
realizan los pequeños productores, AMLO señaló que ya se había ampliado el
apoyo de cuatro a nueve entidades, durante su discurso aseveró que se hará lo
posible por llegar a más estados, pero ni por error mencionó a Jalisco.
De
tal manera, a excepción de los que siguen y defienden a López Obrador ya sea
por miedo o por conveniencia, a estas alturas la mayoría de los mexicanos, sin
necesidad de ser especialistas en cuestiones económicas, nos estamos dando
cuenta de que el plan contra la inflación, es un acto simbólico del gobierno
lopezobradorista cuyo principal objetivo es enviar un mensaje político a sus
audiencias y a sus electores de que a su gobierno sí le preocupa el efecto
nocivo de la inflación sobre la economía de las clases menos favorecidas.
El
programa no mitigará la inflación, pues las circunstancias actuales no se
parecen a las de los ochenta ni noventa del siglo pasado, de los sexenios de
Miguel de la Madrid y Carlos Salinas. La prueba es que suben los precios en
alimentos, pese al plan para combatir la inflación.
Respecto
al anuncio de apoyar a los agricultores para que produzcan más y garantizar la
autosuficiencia alimentaria para enfrentar la inflación puede calificarse
incluso como una burla. Todos sabemos que la actual administración federal
desactivó por completo la estructura de apoyos a la producción. Sí hay apoyos a
los sectores vulnerables, pero bajo la lógica al consumo de familias que
necesitan recursos, no desde la visión de incentivar producción. La mayor parte
de los recursos federales, se fueron a los programas de Transferencias
Monetarias Directas. Ni siquiera
Sembrando Vida se pensó en una lógica que pudiera ser un programa con vocación
agrícola comercial, lo de los frutales sería, en todo caso, más de
autosustento, de autoabasto.
Debido
a que la inflación afecta sobre todo los bolsillos de las más pobres, para los
que buscamos una patria más justa necesitamos seguir informando al pueblo
trabajador para evitar que siga siendo engañado con promesas fáciles. El portal https://santamarinasteta.mx/servicios/
de la firma Santamarina y Steta está disponible un boletín, con fecha 12 de
mayo, en el que la consultora señala que las medidas del pacto del gobierno
contra la inflación, que topa precios a 24 productos de la canasta básica, no
enfrentan las causas de la inflación y por tanto resultan artificiales y pueden
acentuar una espiral inflacionaria en México dentro de poco tiempo, además de
otros daños a la economía.
De
igual manera, tampoco podemos permitir que nos engañen de que la inflación se
debe a la guerra de Ucrania o la pandemia. La terrible insuficiencia
alimentaria en México es responsabilidad directa de éste y los anteriores
gobiernos, que han dejado sin apoyos al campo y ahora dependemos de las
importaciones, mientras que la superficie cultivada se ha reducido en 4
millones de hectáreas entre 2014 y 2020. Urge pues, un nuevo rumbo económico en
nuestro país, que no puede ser llevada a cabo por el actual grupo político que
ostenta el poder de la nación. La 4T no tiene nada nuevo que ofrecer y por eso
replica medidas antiinflacionarias de sexenios del siglo pasado.
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