Un
momento por favor
J.
Jesús Juárez Martín
Nuestro
conflictivo mundo se satura de problemas internacionales que
afectan nuestro entorno y que deseamos se solucionaran, pero no basta nuestro
deseo, es indispensable que las autoridades correspondientes pongan lo mejor de
su inteligencia y poder fáctico para solucionar los embrollos que se han
suscitado, bastemos mencionar la contratación de 500 médicos cubanos por el
Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que considera son más
confiables en su preparación y en su entrega profesional que los médicos
mexicanos que carecen de trabajo, donde algunos, afirmó se rehusaban ir a
ciertos lugares donde se les asignaría.
Ciertamente
hay un elevado número de galenos nacionales que carecen de ubicación de
desempeño profesional y en alguna forma se podría haber intentado la prioridad
para ellos en una propuesta que jamás sucedió, por lo tanto no hubo negativas a
los lugares de destino, el enfrentamiento de los periodistas con el Presidente,
es la solidaridad, el rescate del derecho a ejercer una profesión porque su
preparación es solvente, las facultades de medicina mexicanas cumplen
cabalmente con su programa de estudios y mantienen sus expectativas
profesionales de acuerdo a las exigencias del momento, finalmente los recién contratados deberían revalidar su
preparación ante las instancias legales de este país.
Otra
desazón social es la guerra que Rusia le declaró a Cracovia, donde solamente se
ha exhibido la sinrazón de los agresores rusos y el heroísmo de los invadidos,
donde se afirma que hay tres millones de ucranianos que han dejado su
patria, para evitar los ataques sin
razón del Presidente Bladimir Putin de Rusia; se da la situación de que muchas familias
han salido del país y se les piden a los
hombres que se queden a defender con las armas a su Patria Ucrania, en una
confusión de intereses por la patria y las familias afectadas y en entredicho,
la paz universal.
Los
problemas de violencia, la desaparición, ataques de mujeres y sus muertes han
propiciado un activismo feminista notable y creciente por manifestantes mujeres
que piden a las autoridades respectivas garantía de que no se sucedan más
desapariciones, aunque sus exigencias se dan con frecuencia con arrebato y en
ocasiones con violencia. Todos somos acreedores al respeto mutuo a nuestra
persona, ocupación y patrimonio de nuestra personalidad.
La
situación de la Pandemia del Cobid19, parece que con la permisión de las
respectivas autoridades que deja la elección por parte de cada persona del uso
del cubre boca en espacios abiertos, y la permisión de todas las actividades
económicas y sociales, deportivas, escolares, parece que la pandemia ha sido controlada
a las reglas de sanidad con éxito, sin embargo llegó el Covid y entre nosotros
queda, conviviremos en lo sucesivo y las indicaciones sanitarias y los cuidados
son de la responsabilidad de nuestras Autoridades Civiles y de Salubridad, que
expectantes estarán a su comportamiento, en una situación de riesgo y el
liderazgo que les corresponde a la autoridad, porque la salud social, debe
cuidarse con todo el celo de buen gobierno.
La
creciente violencia en nuestras sociedades es alarmante, parece reflejo de
patrones equívocos de convivencia, donde la fuerza pretende ser el valor
supremo ajeno a un sano sometimiento a razonamiento de convivencia. Se ubican
regiones nacionales con una violencia inaceptable y que además de la presencia
de las autoridades deben ser analizadas las causas de esas perturbaciones
sociales, que agravan la solución de la convivencia fraternal, objetivo
prioritario social.
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