Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
En
reciente visita realizada a parte de las instalaciones del Parque Ecológico Las
Peñas de nuestra querida Ciudad Guzmán, donde por cierto se realizan trabajos
para desazolvar y limpiar la presa y el canal hidrológico que aquí capta,
retiene y distribuye el agua de lluvia cada temporal, nos dimos cuenta una vez
más de lo bello que es el lugar y también que parte de sus instalaciones, como
son las terrazas, se están deteriorando, sin duda por el uso, la acción de las
personas y porque tal vez no se le ha puesto atención a su mantenimiento
adecuado y general.
Este único, en su tipo, sitio creado
para el esparcimiento de las familias de Ciudad Guzmán y de quienes quieren
visitarlo y disfrutarlo, porque es público, que es parte del patrimonio
municipal conformado por 94 hectáreas de terrenos con influencia en el espacio
conocido como Los Ocotillos, y que goza de estar designado como área protegida,
es utilizado por familias, principalmente los fines de semana, para ir a comer
en grupo aprovechando las terrazas y sus instalaciones generales, claro previa
reservación y pago de una cuota módica, puede ser usado por todos, pero también
es obligación de todos cuidarlo.
En esta zona, el arbolado ha crecido
bastante, hermosea el lugar y permite respirar aire con olor a pino, escuchar
el canto de los pájaros y otras especies que son propias del medio donde se
ubica. Desde su creación, hace ya algunos años, ha perdido algunas zonas de
exposición y conocimiento, como lo fue en su tiempo una especie de arbolaria
medicinal, propia de la zona, se han secado algunos de los árboles y, pese al
impacto que produce la presencia de los humanos que lo utilizan, los más para
bien, se mantiene en condiciones de uso pero que ya requiere la intervención de
la autoridad para superar el deterioro de algunas de las terrazas, sobre todo
la que se encuentra justo en las inmediaciones de la presa.
No dudamos que este llamado será
atendido por parte que corresponda de la administración municipal actual, no
son efectos o daños recientes, se aprecia, a simple vista, que se produjeron
tiempo atrás o son el producto del uso y por qué no decirlo, del malo uso que
algunas personas suelen darle a lo público, a lo que no les cuesta, porque no
se hizo de su bolsa, pero es un bien común al que todos tienen derecho de
acceder y usar, pero también de respetarlo y no originar daños, ni en su parte
natural, como es el arbolado, o material, en este caso las terrazas.
Por lo pronto y por lo visto y
conocido en el lugar, se tiene interés en dejar en condiciones de limpieza, de
seguridad y de buen funcionamiento la parte hídrica, es decir; la presa y el
canal, tareas que se habían dejado a un lado desde hace años y que ahora se
toman con decisión, oportunidad y efectividad, en las cercanías del temporal de
lluvias. A eliminarse basura y los materiales que cubren el vaso de la presa y
el ducto del canal hidrológico, permita que estos no sean arrastrados por la
corriente y depositados finalmente en la laguna contribuyendo aún más a su ya
marcado azolvamiento.
Retomando el tema, la atención debe
enfocarse ahora a las instalaciones del Parque, es decir, a sus terrazas, para
que se sigan conservando en buen estado y para un mejor uso de los usuarios y
visitantes.
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