Pedro
Vargas Avalos
En
todos los ámbitos es frecuente que las personas dicen una cosa y cuando actúan,
hacen otra. La gente que está al tanto de esas conductas, suelen exclamar que
esos individuos, “mostraron el cobre”.
La
frase tiene innegables raíces mexicanas: se asegura que surgió, porque siendo
el país rico en plata, cuando un minero buscaba este valioso metal, y en vez de
él encontraba cobre, la decepción era tremenda. De allí deriva que, al
desengañarse uno de cualquiera persona, esta lo que hace es “mostrar el cobre”.
A veces la expresión registra ciertas variaciones, como la de “enseñar el
cobre” o la de “sacar el cobre”, que a final de cuentas significan lo mismo:
que alguien saca a relucir mañas o actitudes que escondía, y, por tanto, no
sabíamos las tuviese.
Esas
maneras de ser, suelen ser muy condenables, especialmente si las ponen en
práctica los políticos, los servidores públicos, los empresarios, los
intelectuales, los periodistas, y en general todo sujeto instruido o importante.
Entre
los políticos es muy común que muestren el cobre. Y la gente suele concluir
lacónicamente que esos personajes mentirosos, operan así porque “son
políticos”. En pocas palabras, para el grueso de nuestro pueblo, los políticos
son embusteros por sistema. Pero no se crea que solo tales tipos tienen tal
calificación; también suele considerarse como mendaces habituales, a los
potentados y a no pocos pensadores.
Entre
los que viven del presupuesto, políticos y servidores públicos, como botones de
modelo podemos citar a expresidentes como Carlos Salinas, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto o
políticos como Roberto Madrazo, Ricardo Anaya, Gabriel Quadri, Lily Téllez,
Germán Martínez y para no alargar demasiado la lista, cualesquiera de la
veintena de exgobernadores de Estado, que unos en la cárcel y otros muy bien
escondidos, gozan de tal evaluación y por sus abusos, cabalmente podemos
afirmar que “mostraron el cobre”.
A
Salinas, por la serie de atropellos que cometió, se le bautizó como “el villano
favorito”, e incluso cientos de diputados y políticos priístas, pidieron hace
muchos años, que se le expulsara de su partido; pero casi todos los tricolores
de ese tiempo eran lobos de la misma loma, por lo que nada le hicieron.
Fox,
el ignorante y frívolo mandatario que decepcionó a los mexicanos, ha sido
catalogado como el “vendepatrias”, y como botón de muestra se recuerda su “Cenas
y te vas”, que en la reunión cumbre de Monterrey (marzo de 2002)
vergonzosamente le dijo a Fidel Castro, todo para no enojar a W presidente de
Estados Unidos, y sumiendo a México en delicada crisis con la isla caribeña.
Calderón
tiene motes a Dios dar. Desde que llegó al poder por una elección truculenta
(haiga sido como haiga sido), luego su afamada gasolinera que terminó en
impúdica barda; enseguida la estela de luz que significó carretadas de
inversión y mentiras, y finalmente, su infame “guerra “contra el narco, que
ensangrentó a la nación (de allí su apodo de “comandante Borolas”), sin
mencionar su afición etílica, hizo que le llamaran “el licenciado del fraude”.
De
Peña Nieto, el portaestandarte del nuevo priismo, se le sentencia como el
“mandatario de la corrupción”. Y de su correligionario, Madrazo Pintado, se dice
que fingía hasta cuando pensaba, no solo al hablar; y dio un tremendo ejemplo
cuando participó en el maratón de Berlín (septiembre de 2007), donde alteró el
tiempo y dizque un primer lugar de llegada, por lo que fue expulsado.
Del
excandidato presidencial panista Anaya, señalado por sus mismos afines por
enriquecimiento ilícito en Querétaro, y luego señalado como “maiceado” para
respaldar la reforma de Peña Nieto en 2013, por lo que ahora anda prófugo, por
relación con su apellido se le dice peyorativamente “canallín”.
De
Quadri, ahora diputado panista, la verdad son muchos los casos en que “enseñó
el cobre”. El más elocuente y lamentable, fue cuando sostuvo: “Si México no
tuviera que cargar con Guerrero, Oaxaca y Chiapas, sería…potencia emergente”.
(twitter de 11 de enero 2019). Este señor es pues, “Lord falacia”.
De
María Lilly del Carmen Téllez García, alias Lily Téllez, se sabe por todo mundo
que logró ser senadora por el respaldo que le dio el actual presidente del
país. Por ello MORENA la postuló y tras el triunfo electoral, se sumó
inicialmente a la bancada senatorial guinda, de la que defeccionó por sus ideas
conservadoras, dejándola para según dijo ser independiente, lo cual rompió en
pocos días y se afilió al grupo blanquiazul, desde donde ha criticado
acerbamente al mandatario, de quien ahora afirma nunca recibió apoyo. Además,
se hizo célebre por una ambulancia que prometió en Ures, Sonora, en 2005, y
nunca la entregó; en 2021 lo hizo, echando la culpa a MORENA por la tardanza;
como el vehículo resultó ser usado, se le denominó a la senadora, “Lady
Chatarra”.
Parecido
a la anterior, es el senador Germán Martínez, exlíder del panismo en tiempos de
Felipe Calderón, y luego sumado en 2018 a las huestes lopezobradoristas, arribó
a la Cámara Alta. Se le distinguió como director del IMSS y a unos meses
dimitió; ahora se salió de la bancada morenista y liderea una micro alianza de
5 senadores, desde donde se ha lanzado contra el presidente y la Cuatro T. Es
pues taimado y por ello, enseña el cobre cada que puede, de donde se le apodó
“el renegado”, pues desertó del calderonismo, traicionó al panismo y ahora mal
paga a quien le tendió la mano.
De
la hornada de gobernadores de estados de la república, todos con el común denominador
de ladrones y arbitrarios, mejor ni hablar porque ocuparíamos un volumen para
ello. Pero es del dominio público, tanto lo que perpetraron para enriquecerse
indebidamente, como la serie de actos desmedidos que los caracterizaron en sus
períodos de gobernantes, o sea: sacaron el cobre.
Finalmente
señalaremos como ejemplo de los acaudalados, al dueño de tv azteca y otros
grandes negocios, que a diario da motivos para “mostrar el cobre” por sus modos
impropios de conducirse. Y entre los “instruidos”, tomamos como prototipo el
caso de Denise Dresser, la comentarista que se expresó en días pasados, de
manera impublicable, por lo soez y obsceno, del primer magistrado de la nación.
Este solo aludió el hecho, y tras plantear que debería dar disculpas por su
vulgaridad, puntualizó: “ahora como son tiempos de definiciones, pues muchos
-como Aguilar Camín o Loret de Mola- están mostrando el cobre”.
Así
pues, concluimos, que los mexicanos deberíamos esforzarnos por nunca “enseñar
el cobre”, y a cambio, elevar nuestros debates y mejorar la conducta, para
colaborar en la cruzada por afianzar el destino nacional, papel que a todos los
que vivimos o nacimos en esta bella república, nos corresponde.
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