Víctor
Hugo Prado
A
finales del mes de abril en la Ciudad de México, una representación de tres personas
de educación básica y dos de media superior de Jalisco, concluimos el Seminario-taller:
La mejora de la formación continua y desarrollo profesional docente, hacia un
proyecto compartido. El propósito ha
sido, el diseñar el programa estatal de formación continua y desarrollo
profesional docente 2022-2026 (PEFCyDPD), a partir de un sólido ejercicio
colegiado. Para ello, se han intercambiado experiencias entre diferentes
actores educativos de los niveles básica y media superior, de todo el país con
la coordinación de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación
(MEJOREDU), considerando que las maestras y los maestros son pilares fundamentales
del sistema educativo de quienes se debe recuperar y reconocer sus
conocimientos y saberes, pero también humildemente lo señalo, en fortalecerlos, profundizar y propiciar que
estos puedan traducirse en conocimientos y saberes de las alumnas y alumnos de
México.
En
ese trayecto hemos aprendido la importancia de la formación docente desde un
enfoque situado, la estructura del plan, así como los criterios generales que
serán parte de los programas estatales, la importancia de articular hasta donde
sea posible la parte normativa, pedagógica y lo organizativo funcional que la
entidad federativa aporta.
En
Jalisco estamos comprometidos con mejorar la educación, que el proyecto pueda
verse reflejado en el quehacer permanente de las maestras y maestros, que día a
día, con su trabajo realizan múltiples aportaciones para lograr que emerjan
nuevos individuos, nuevos ciudadanos, que con sus conocimientos y saberes
contribuyan al desarrollo solidario de sus comunidades en los diferentes
ámbitos de la diversa vida social.
Cualquier
programa que emerja deberá tener destinatarios reales, para el caso nuestras
maestras y maestros. Y reconocer que a nadie servirá si se el programa se queda
de adorno en el librero, al que le falte definir los “cómos”, con “quiénes”,
las coordinaciones necesarias y obligadas, o que no represente interés para los
docentes.
Por
ello, el reto de lograr en la entidad el PEFCyDPD, implica asumir compromisos y
acciones colectivas, donde participen la autoridades educativas locales en los
ámbitos de la educación básica y media superior, no solo para configurar la
versión final del Programa, sino para ponerlo en operación, alineando a los
diferentes actores responsables de instituciones y dependencias, aportando
tiempo, recursos humano, reflexión colectiva, en aras de lograr la coordinación
y de hacer que éste funcione. Necesario, será escuchar las opiniones de los
docentes en la definición de sus propias rutas formativas y actualizaciones, al
final, son los depositarios del esfuerzo colegiado realizado hasta el momento y
pieza clave para la mejora educativa.
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