Víctor Hugo Prado
El Índice de Competitividad Estatal (ICE) es una
medición que realiza el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO),
que está compuesto por 72 indicadores clasificados en 10 subíndices, con base
en los cuales se clasifica a los estados en seis niveles de competitividad (muy
alta, alta, media alta, media baja, baja, muy baja). De acuerdo con el ICE
2022, entre los cinco estados más altos se encuentran la Ciudad de México
que ocupa el primer lugar. Nuevo León, Coahuila, Querétaro y Jalisco del 2º al
5º. Mientras que Guerrero permanece como
la entidad menos competitiva. En ese mismo nivel también están Zacatecas,
Michoacán, Chiapas y Oaxaca.
Los subíndices a través de los cuales se miden los
72 indicadores son:
Sistema de derecho confiable y objetivo.
Manejo sostenible del medio ambiente.
Sociedad incluyente, preparada y sana.
Sistema político estable y funcional.
Gobiernos eficientes y eficaces.
Mercado de factores eficiente.
Economía estable.
Sectores precursores de clase mundial.
Aprovechamiento de las relaciones internacionales.
Innovación y sofisticación en los sectores
económicos.
Así, este estudio permite conocer aquellas entidades
que más han avanzado e identificar los desafíos más grandes, por ejemplo: La brecha
de ingresos laborales entre hombres y mujeres fue de 15%, es decir,
mientras un hombre recibe 100 pesos por su trabajo, una mujer recibe 85. En los
estados menos competitivos, como Tlaxcala y Oaxaca, la brecha es mayor, de
21% y 24%, respectivamente.
Baja California Sur y Nuevo León tienen mayores
ingresos laborales, con $13,141 y $11,125 pesos mensuales
respectivamente. En contraste, en Oaxaca y Chiapas los ingresos
laborales son $6,071 y $4,912 pesos mensuales, respectivamente.
Jalisco destaca por ser el estado más
innovador, ya que desarrolló 5.73 patentes por cada cien mil personas
económicamente activas durante 2021, mientras que en otras catorce entidades
esta cifra es menor a 1.
Yucatán es la entidad más segura con menos
homicidios dolosos por cada cien mil habitantes (2.1), mientras que Baja
California tuvo una tasa de 72.5 delitos por cada cien mil habitantes en 2021.
Las entidades más competitivas atraen más talento e
inversión y ofrecen mejores condiciones laborales, es decir, un estado
competitivo genera las condiciones necesarias para elevar la calidad de vida no
solo de los trabajadores, sino de los ciudadanos en general. Aunque se diga que
la competitividad es cosa de fifís, no perdamos de vista que, desde principios
del siglo XX, el Físico y matemático británico William Thomson [Lord Kelvin] (Belfast, 1824 - Netherhall, 1907)
acuñó una frase indispensable para la mejora competitiva: “Lo que lo que no se define no se puede
medir. Lo que no se mide, no se
puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.
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