Rafael
Martínez Rodríguez
México
vive un momento difícil en temas económicos, vive días difíciles ocasionados
por muchos efectos globales como la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania,
sumado a ello en nuestro país se están tomando decisiones no muy acertadas que
está afectando la economía de una manera palpable para la población, donde los
precios están al alza con la inflación del más del siete por ciento y que los
ciudadanos sienten que menos ajustan sus salarios.
La
inseguridad que vive nuestro país es otro tema que ahuyenta las inversiones,
donde la Presidencia de la República no encuentra la estrategia adecuada para
pacificar al país y erradicar la impunidad, desencadenando una serie de
problemas sociales que impactan de manera negativa en la economía.
Las inversiones están detenidas, muchas
empresas están saliendo de la Bolsa Mexicana de Valores por la incertidumbre de
los mercados bursátiles, entre ellas Grupo Lala, Bio pappel, Santander ente
muchas otras, ello debido a que la política económica dirigida desde Palacio Nacional,
no está incentivando las inversiones, ni mucho menos están dando certidumbre
económica a los grandes sectores económicos del país.
Se
tambalean las grandes inversiones del país y los mexicanos resentimos eso al
verlo traducido con el encarecimiento de la vida cotidiana y el panorama
difícil para la mayoría de la población, en México 52.4 millones de personas
están en condición de pobreza, y esto se traduce en desestabilización social y
genera grandes problemas.
Un
gobierno que no proporcione suficientes medios para crear o incentivar las
inversiones se está estancando en un pozo sin fondo que desencadena un desastre
económico, por ello México tiene que definir un sistema económico que vaya
acorde a la realidad que vivimos, dadas las circunstancias mundiales, no es
momento para actuar con ocurrencias, es momento de actuar para alentar las
inversiones, para hacer atractivo a nuestro país para que capitales extranjero
vengan a invertir, así como generar las condiciones propicias para que nuestros
ciudadanos puedan emprender y también invertir con las mismas condiciones para
todos.
El
presidente de la república tiene mucho a su favor, tiene mucho que hacer en
cuestiones económicas, puesto que cuenta con mayoría en las cámaras y puede
impulsar una buena reforma económica que logre colocar al país dentro de las
mejores economías mundiales, el tema es que si no se dedica tiempo para
analizar de fondo todos los escenarios y contextos que esto conlleva una
reforma económica, difícilmente veremos resultados favorables a la población,
puesto que ha decidió optar por otorgar becas, y esto no reduce ni la pobreza
ni genera empleos y mucho menos no genera inversiones en el país.
Finalizo
con una frase de uno de los mejores economistas del país, Agustín Carstens,
"Como país se debe aspirar a tener un marco macroeconómico congruente que
permita alcanzar el crecimiento potencial con una inflación baja y estable, por
lo cual se debe buscar la máxima coordinación cuando menos entre las políticas
monetaria, fiscal, cambiaria, financiera, comercial y de competencia
económica".
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