Juan
José Ríos Ríos
Ante
los frecuentes accidentes que se vienen dando en las carreteras de la entidad,
tanto en el tramo de la autopista Guadalajara-Manzanillo, como sus ramales o
rutas que operan desde mucho antes que existiese este servicio de cuota, caro y
malo, por cierto, y ante la casi nula acción de las autoridades competentes
para buscar la forma de evitarlos, queremos referirnos a dos hechos, muy
recientes, en los que se produjo la muerte de personas, daños materiales y
lesionados de consideración.
El más cercano es el ocurrido en el
crucero conocido como la Puerta del Zapote, cuando se une la salida de la
carretera vía libre a Colima, viniendo de Cuatro Caminos, con el trayecto
Ciudad -Guzmán/Zapotiltic, que no es el primero y los que pueden seguirse
generando si no se toman las medidas necesarias y urgentes que los eviten,
hechos que se dan porque concurren varios factores, principalmente la falta de
precaución y la total carencia de elementos que indiquen y eviten el riesgo que
corren, todos los días, quienes circulan dichos trayectos.
Territorialmente este tramo parece
que es total competencia o parte de la demarcación del municipio de Zapotiltic,
pero fuera de ello, el problema se viene agravando por el aumento que se ha
dado en el uso de la ruta debido al crecimiento vehicular y a las necesidades
de movilidad que tienen los ciudadanos, empresas de carga, de pasaje y de otros
servicios, cuando se considera también que la preferencia la tienen quienes van
del norte al sur, es decir de Ciudad Guzmán a Zapotiltic, o viceversa, por lo
que los automovilistas o conductores de otro tipo de unidades de motor que
quieren ingresar procediendo de Cuatro Caminos, detienen su marcha para
transitar de manera segura, respetando, en lo que cabe, la citada preferencia
que se dan los demás.
Lo ideal sería un entronque con un
paso a desnivel, que las personas que vienen del sur puedan seguir hacia Ciudad
Guzmán y otros destinos hacia la parte norte, o bien con rumbo a Huescalapa o
Zapotiltic, porque nadie da paso de manera voluntaria o por precaución, unos y
otros, los hay, se meten a la brava, quienes circulan el trayecto Ciudad Guzmán
Zapotiltic o viceversa, lo hacen a velocidades que superan los 60, 80 y más
kilómetros, no hay límites, pese al mal estado en que se haya dicho cruce, lo
que es la principal causa de accidentes que generan lesiones a personas y
pérdidas materiales cuantiosas.
Ante el nulo compromiso o interés de
las autoridades para ver y corregir éste y otros problemas que existen en este
trayecto en materia de movilidad, sabiendo de antemano que pedir un paso a
desnivel en este cruce suena a sueño guajiro, cuando menos debieran de
colocarse topes o buscar la forma de reducir la velocidad, implementar algún
sistema que evite accidentes, que pueden resultar fatales, porque en el mismo
territorio de Zapotiltic, en su ingreso poniente, tiene reductores de
velocidad, por qué aquí no?.
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