J.
Jesús Juárez Martín
Sugerente
expresión de descanso de vacaciones, después de la Semana Santa de los
misterios de la Redención y Resurrección del Señor, según el rito religioso
popular.
Felizmente
nos encontramos cercanos al Océano Pacífico y desde Manzanillo o las playas
jaliscienses, acogedoras y la dinámica de esos lugares son de servicios
turísticos para disfrutar de un descanso necesario y deseado para continuar con
nuestros roles de actividades posteriormente.
No hay
familia que no recuerde sus visitas a estos lugares llenos de bellos recuerdos
y de ilusiones con los que esperábamos arribar a las tibias aguas y
refrescantes aires del amanecer y del anochecer del mes pródigo de abril y a
modo porque parecen conjugarse los elementos presentes para hacer realidad las
ilusiones y los deseos.
Hay
otras opciones, ir hacia las ciudades cercanas que entre el rumor de ofertas y
precios de las mercaderías nos acompañan al paso por almacenes y plazas en el
ir y venir de transeúntes que caminan sin rumbo definido, lo importante es
avanzar para luego regresar al estacionamiento y al alejamiento domiciliario o
de hospedaje. y con una pandemia que parece que se va y no se decide y nos deja
cubre boca personal, sana distancia, aunque ya por los lugares públicos, se
encuentren muy relajados.
Hace
tiempo por este medio escribía con deleite un paseo a través de los
aristocráticos y a la vez populares portales de Ciudad Guzmán en el centro de
esta población, cabecera municipal del Zapotlán el Grande y a la que deseo
referirme porque ser una ciudad sureña mediana y de una proyección hacia el
futuro como ciudad referente de la
Historia y Geografía de Jalisco que deseo referirme porque redescubrimos por el
turismo que es una ciudad visitada por el turismo nacional, y con ribetes de
algunos extranjeros que del Pacífico de desplazan hacia Guadalajara, quienes
disfrutan de una tranquilidad y de una
Ciudad en expansión con sus atractivos locales y se una particularidad esencial
en los modos de ser jaliscienses y mexicanos.
Todo
parece iniciarse a la llegada de los españoles que se aventuraban desde
Valladolid hacia estos lugares, para ellos desconocidos, de pobladores huraños
y temerosos porque ya conocían historias de intrépidos conquistadores, porque
hasta aquí llegaron el año 1525 alguna avanzada de quiénes llegaron hasta hacer
fundación de la actual ciudad de Colima, o de los que llegaron hasta
Guadalajara llegando por el sureña población de Zacoalco de Torres y otros se
replegaban, pero si se hacía la conquista llegaban los misioneros que con sus
prédicas y apoyo español, catequizaban y pacificaban los enconos de la
conquista.
Nuestro
Zapotlán el Grande es un municipio que se esparce al suroeste de su fundación
de Zapotlán el grande, fundado por el Franciscano Fray Juan de Padilla según la
tradición el 15 de agosto de 1533 entre los pobladores que se esparcían por el
valle, actualmente es un municipio cercano a los quinientos kilómetros
cuadrados de superficie, localizado, nos señala la Geografía al sur de Jalisco,
en la parte occidente de nuestro país. Su benigno clima lo debe a elementos
naturales que existen en su al derredor de la población, la Montaña Oriente ,
muro oriental de donde aguas y aires se discurren hacia la planicie,
conjuntamente con lo aires frescos del Volcán
y Nevado de Colima, de origen
jalisciense como su música de mariachi que se disfruta, embellecen sus alrededores
la serranía del Nevado y del citado
Volcán, activo en otro tiempos pretérito en
el cercano parque nacional nevado de Colima, hacia el poniente, y su
hermoso espejo de aguas dulces, donde conviven gran variedad de flora y fauna,
hacia el norte.
El
nombre de Zapotlán es de procedencia del náhuatl que significa "lugar de
frutos dulces y redondos", como guayabas, tejocotes o los zapotes, que
abundan mucho en la región, la tradición cuenta que en 1533 cuando el pueblo
fue fundado por los peninsulares, poniéndolo bajo la protección de Santa María
de la Asunción, desapareciendo con ello los anteriores asentamientos
prehispánicos de idólatras costumbres.
Como parte del ejercicio de conversión de los
naturales de la región, Fray Juan de Padilla implementó el teatro edificante
llamado pastorela, con el cual instruyó a los indígenas en las cosas de la fe
cristiana; además, fundó una de las primeras escuelas de canto del occidente
mexicano, pues aquella fundación fue centro de poder realista y desempeño
laboral por los indígenas que convivieron durante la colonia y que con
patriotismo también lucharon desde sus posibilidades por la independencia que
Don Miguel Hidalgo inicio, fin se consumara la independencia el 27 de
septiembre de 182| con la entrada del Ejercito Trigarante a la Ciudad de México
y el Te Deum en la Catedral, y Zapotlán crecía en importancia en la región y
habitantes, actualmente se estima que somos 100 los habitantes en esta centro
urbano donde el tránsito por el centro de la ciudad es a vuelta de rueda en
hileras tan largas como las calles que al centro conducen...
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