Juan José Ríos Ríos
Parece que en el DIF Zapotlán se engaña a la presidenta del organismo, señora
Rosalina Padilla, pues mientras en su mensajería oficial se maneja como parte
de un Gobierno Incluyente, en la práctica se han denunciado hechos que muestran
otra realidad, el caso más reciente fue el de la señora Ana María Rubio, a
quien se le dejó de entregar una despensa que recibía como apoyo por parte de
este sistema de asistencia social.
Hacia atrás, en el inicio de
la actual administración municipal, en el mes de octubre, y como hechos
ocurridos dentro del DIF Zapotlán, se dio a conocer, por parte de los
afectados, el haber sido prácticamente “sacados” del organismo, bajo el
pretexto de que eran requeridos por otras dependencias del gobierno local,
siendo personas que tienen la calidad de discapacitados. Para su fortuna
todavía son parte de la nómina municipal, pero… ¿por qué se les obligó a irse
del DIF?
No creemos que las decisiones
tomadas al respecto hayan surgido de la misma presidenta del organismo, por
ello nos atrevemos a dudar al señalar que parece que se me engaña no
informándole al estar tomando decisiones que ponen entredicho la finalidad del
organismo, la de ayudar a los más necesitados y entre éstos quienes sufren
alguna discapacidad, donde suena más cruel la decisión, aunque el caso de la
señora Ana María Rubio, no es menor en razón de las condiciones en que vive.
Fue Diario El Volcán el que hizo pública la queja de esta señora cuando
declaró que llevaba seis meses sin que Sapaza le proporcionara agua, cuando
tiene un hijo con discapacidad, a lo que se suma el hecho de que el DIF le dejó
de entregar la despensa, y haberse visto obligada, por la enfermedad de su hijo,
de cerrar su negocio, lo perdió todo y ahora vive del apoyo de su familia y
conocidos.
La señora Ana María Rubio y su
hijo viven más allá de la colonia conocida como Las Colmenas o Colmenitas, por una
brecha que está para el ojo de agua, sin servicios de agua, drenaje, y la
energía eléctrica la recibe mediante un cable de casi 800 metros de extensión del
último poste. “Nos sale muy cara, además seguido nos quedamos sin luz porque el
viento rompe el cable”, dijo en entrevista.
Relató que hace seis años ella
y su hijo tenían una llantera en la que trabajaban las 24 horas,
lamentablemente un ring lo golpeó en la cara por lo que ahora tiene medio
cerebro muerto, perdió un ojo y maxilares, en el IMSS se diagnosticaron traumatismo
intracraneal, trastorno afectivo persistente dislipidemia. “Mi hijo es como un
niño de nuevo, no se puede valer por sí solo, tengo que llevarlo al baño,
bañarlo y cambiarlo”.
Afortunadamente la denuncia
produjo resultados positivos, el SAPAZA ya le llevó agua, que esperamos ya no
le falte, de igual forma pensamos que en el DIF deben de reconsiderar su
decisión de privarla del apoyo de la despensa, si es que no lo ha hecho, caso
del que vale la pena resaltar la respuesta de algunos ciudadanos de buena
voluntad, que han acudido en su auxilio entregándole algunos apoyos. Es de humanos
cometer errores, pero cuando se suman casos de personas con alguna discapacidad
que han sido desplazados y a una persona adulta con graves carencias y
problemas que se les priva de una despensa, cualquiera que haya sido el motivo
para proceder como se hizo, realmente no se justifica dadas las condiciones que
padecen.
Ojalá y la Presidenta del DIF
Zapotlán esté más al pendiente de lo que hacen sus colaboradoras, para que no
pongan en entredicho la labor de este organismo de asistencia social, tomando
decisiones tan lamentables y cuestionables como las arriba señaladas.
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