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martes, 19 de abril de 2022

Claudia Vázquez Aguilar o la esperanzadora Clío zapotlense


  

Fernando G. Castolo

 

 

Hace ya varios años que no veo a esta culta dama de nuestra más distinguida sociedad. Hace muchos años, muy joven ella y siendo estudiante, se acercó al Archivo Histórico Municipal para realizar sus prácticas profesionales.



Hace muchos años tuvo la oportunidad de viajar a España (específicamente a Málaga) como un ejercicio de intercambio académico universitario, viaje que, sin duda, definió su gran sensibilidad creativa.


 Hace muchos años que es parte de la plantilla docente en la carrera de Letras Hispánicas del Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara (carrera en la que, por cierto, fue una de sus primeras coordinadoras). Sí, y, sin embargo, es una joven Clío de las letras en Zapotlán que ha ascendido de forma delicada como vaporosa nube Pastora que se eleva por entre los parajes del gran Nevado.





 Su también culta y distinguida madre la mantuvo cautiva en las bellas artes desde su niñez, dado que ha dedicado su vida a la enseñanza de la música. Entonces ahí, en ese ambiente, forjó las inquietudes que la convirtieron en una excelente escritora y, hoy en día, en una experimentada docente, una maestra que inspira en sus alumnos la alegría por la belleza de la palabra, por la que igualmente exige siempre un gran respeto.


Quizá esta cualidad le fue heredada por su meritorio maestro don Vicente Preciado Zacarías, quien siempre observó en ella a una de sus más exquisitas pupilas. Claudia Vázquez, decía el propio Preciado Zacarías, es una hermosa musa que fue sustraída de la delicada pluma de Guillermo Jiménez, cuando evoca aquellas mujeres que parecen espectros angelicales que bajaron en la escala de Job para asistir al gran banquete literario de este misterioso valle del maíz (yo diría de grandes islas de plástico).


 Estando residente en Málaga escribe, al lado de un par de amigas, y concibe un hermoso texto que la hizo merecedora (en conjunto con el par de amigas) al primer premio en un concurso literario organizado por aquella municipalidad.


El tema central de esta delicada pieza es, obviamente, uno de los elementos icónicos más encumbrados de la literatura española de todos los tiempos: el Quijote. Tiempo después, es el propio Archivo Histórico Municipal quien da a conocer, en una modesta edición, la plaqueta "Don Quijote o el distorsionado arte de torear" (2006).


Claudia Vázquez Aguilar es, hoy por hoy, la esperanzadora Clío que da continuidad a la larga tradición de las mujeres creativas que en esta tierra del maíz se siguen forjando en generoso obsequio a las letras universales.




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