Juan José Ríos Ríos
Parece que toma ruta la iniciativa para eliminar el
Horario de Verano, que por Decreto del entonces presidente de México, Ernesto
Zedillo, se estableció el horario estacional desde 1996. Tras de 26 años de
vigencia y por los efectos negativos que ha producido esta decisión,
principalmente relacionados con la salud de los jóvenes, es posible que pronto
pase a mejor vida tomada por quien hizo tanto daño al país y a los mexicanos,
pues tal mandatario fue el creador del FOBAPROA.
De
acuerdo con la iniciativa presentada por la diputada Olga Luz Espinosa, con la
instauración del llamado horario de verano, que consiste en adelantar una hora
el horario local el primer domingo de abril de cada año, y retrocederlo,
también una hora, el último domingo de octubre de cada año, se buscaba
propiciar una importante disminución en la demanda de energía eléctrica, así
como una reducción en el consumo de los combustibles utilizados para su
generación, lo cual, a su vez, contribuirá a disminuir la emisión de
contaminantes que no se ha logrado.
Basado
en el estudio “Horario de Verano, Antecedentes y legislación comparada”, de la
Cámara de Diputados, advierte que las desventajas de la aplicación del horario
de verano, son: Afectaciones negativas a las actividades escolares y en las
actividades económicas, incremento de la inseguridad pública por las mañanas, y
ahorro económico no percibido en la factura eléctrica de los usuarios.
“De acuerdo con el Informe de Gobierno del último año
de gobierno del Presidente Peña Nieto, los ahorros en consumo de energía por la
aplicación del Horario de Verano 2017, serían suficientes para abastecer el
consumo de 571 mil casas habitación durante todo un año, con un consumo
promedio de 258 kilowatt hora al bimestre, o el equivalente al consumo de
energía de 7.78 millones de lámparas fluorescentes compactas autobalastradas
prendidas las 24 horas del día durante un año. Sin embargo, este ahorro no se
ha reflejado en la disminución de las tarifas por consumo de energía en la
población”.
Otra
razón que dio origen al horario de verano fue la necesidad de cambiar de
horario para mejorar las relaciones comerciales con Estados Unidos, Canadá y
Europa, porque es una práctica tradicional en el mundo industrializado para
aprovechar mejor la luz en países o regiones. Sin embargo, el 15 de marzo, el
Senado de Estados Unidos aprobó el proyecto de Ley de Protección de la Luz
Solar, que hace permanente el horario de verano en vez de dos veces al año en
todo el país a partir de 2023. Al eliminar el horario de verano en México antes
de 2023 permitirá armonizar los tiempos legislativos con el principal socio
comercial.
Sobre
las afectaciones a la salud por el cambio de horario, la Facultad de Medicina
de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló en abril de 2021, que las
alteraciones en los horarios afectan a individuos y a grupos, al señala que los
principales problemas que se pueden percibir al experimentar un cambio de
horario son gripes, somnolencia, trastornos alimenticios y digestivos,
desorganización de su ritmo biológico, dolor de cabeza, nerviosismo, y falta de
descanso reparador, porque se duermen más tarde y despiertan más temprano.
Otra
razón fue apoyar las actividades productivas, que no se ha reflejado en los
costos de producción, en los precios de bienes y servicios y menos aún en el
Producto Interno Bruto del país, que a partir 2018 ha ido en permanente
descenso.
Está
visto que el Horario de Verano tiene como fundamento el aspecto económico, más
que la salud y bienestar de la población, fue el adoptar una moda que, para
fortuna, Estados Unidos ya modificó al establecerlo todo el año, por lo que es
de desearse que se retome el horario normal de nuestro país, provenga de donde
provenga la iniciativa.
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