Cine sin Memoria
José Luis Vivar
A veces el desértico panorama de
las buenas historias para cine obliga a que los estudios y productores
independientes se inclinen por obras de calidad literaria, o por aquellas que
hayan vendido millones de ejemplares. Esto desde luego no es nada nuevo, pero
ante el auge de las plataformas de streaming, en los últimos años se ha
desatado una verdadera batalla por encontrar un libro que genere la atención
del público y al mismo tiempo ganancias.
Por
otra parte, existe el interés de hacer nuevas versiones —o remake— de películas
que fueron exitosas, o, por el contrario, de aquellas que no convencieron a los
lectores. Ya sea por no apegarse a la historia original, o por ceñirse demasiado
a ella. Como ejemplos se pueden mencionar Pedro
Páramo (Carlos Velo, 1967) y Bajo el
volcán (John Huston, 1984)
Y
el asunto despertó más controversia cuando su autor confesó haber pasado 18
días internado voluntariamente en uno de esos lugares, donde tuvo oportunidad
de conocer a una amplia variedad de enfermos mentales, experiencia que le
sirvió para armar la estructura de su novela y esbozar una galería de
personajes.
En
México la novela apareció hasta 1982, bajo el sello de Edivisión, convirtiéndose
en un éxito de ventas, en parte por la fama que le acompañaba desde el Viejo
Continente, o por el interés que despertaban las críticas negativas. Los
prejuicios hacia un best seller, siempre han sido los mismos: se pone en tela
de juicio su calidad literaria.
Pero
independientemente de todo esto, la historia de Alicia Gould es interesante e
invita a conocerla más. Internada en un manicomio contra su voluntad, ella
asegura que se trata de un error, al tiempo que se identifica como una detective
que investiga un caso de homicidio. A partir de ahí su relación con los
enfermos mentales como el personal médico desencadena una serie de extraños y
misteriosos sucesos.
La
narrativa que hace Luca de Tena es sumamente didáctica: describe
características de cada paciente, aporta el diagnóstico y deja entrever lo que
le depara su destino. Lejos de horrorizar, esta obra conmueve por la desgracia de
estos seres afectados de su Salud Mental.
En 1983 la novela fue llevada al cine bajo la dirección de Tulio Demicheli, teniendo como protagonistas a Lucía Méndez y Gonzalo Vega. México se adelantaba a España, y con un buen augurio al tener como guionista al mismísimo Luca de Tena. Se esperaba un éxito rotundo en las pantallas, pero el resultado fue una cinta regular, no cumplió con las expectativas y pronto quedó en el olvido.
En octubre de este año, el director catalán Oriol Paulo estrenará bajo el mismo título su película, adelantando que será atractiva en tres momentos: thriller, drama y locura. Esto despierta de nueva cuenta el interés de todos los lectores. Conociendo su trayectoria en cintas como El cuerpo (2012); Contratiempo (2016) y Durante la Tormenta (2018), garantizan que algo bueno traerá; pues el mismo Luca de Tena comentó que su obra era un libro abierto a la esperanza.
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