Juan José Ríos Ríos
Muy
poco eco o efectividad han tenido las alertas, los llamados que han hecho
investigadores e instituciones educativas de nivel superior, como la
Universidad de Guadalajara y el Centro Universitario del Sur, para que se
valore, se proteja y se haga un saneamiento de la Laguna Zapotlán. Este vaso de
agua, es ahora un tema que se maneja como problema debido a los desbordamientos
de sus aguas que cubren 800 o más hectáreas de tierras dedicadas a la actividad
agrícola o ganadera.
Promesas van y vienen pero no se
cumplen nunca, cuando menos hasta la fecha, por los efectos que presenta la
laguna se derivan, principalmente por el cambio constante y creciente de uso de
suelo, el calentamiento global y el cambio climático, no lo digo yo, sino
quienes se han dedicado a su estudio e investigación, como el biólogo Jesús
Espinosa Arias y J. Guadalupe Michel Parra, entre otros, pero que en la
realidad no han producido los efectos deseados, no se ha visto algo real y efectivo
por parte de los gobiernos federal y estatal, eso lo digo yo.
Según datos obtenidos, la Laguna
Zapotlán está considerada dentro de las 26 más importantes de nuestro país, se
ubica en una cuenca cerrada a mil 498 metros sobre el nivel del mar, con una
capacidad de 27 millones de metros cúbicos y un espejo de agua calculado en mil
508 hectáreas. Se le considera como corredor de aves migratorias de un total de
127 especies, 57 acuáticas y 70 terrestres, 40 especies de mamíferos, 13 de
reptiles, seis de anfibios y siete peces, algunos endémicos y en peligro de
extinción.
Dicho esto, es conveniente definir
si este depósito de agua es lago o laguna. Al respecto estas son las
definiciones que encontramos sobre el tema y que deben de servir como base para
referirnos al respecto. Los lagos son cuerpos de agua, en su mayoría dulces,
que pueden tener una gran extensión y que están separados del mar. El agua de
los lagos, puede provenir tanto de ríos y rieras, como de aguas subterráneas o
la lluvia. Pero no solo tienen una entrada de agua, también tienen salidas
en forma de ríos o salidas al mar, por lo que el agua nunca está
estancada, sino que hay corriente, aunque muchas veces no sea perceptible.
Cabe remarcar que aquellos lagos muy
grandes que no tienen salida al mar también se pueden conocer como mar cerrado,
un ejemplo clásico es el del mar Caspio, que en realidad es un lago. Por otro
lado, las lagunas son depósitos naturales de agua separados
del mar, de poca profundidad y cuyas aguas suelen
ser saladas o salobres. A consecuencia de su escasa profundidad y de su
sedimentación, las lagunas suelen ser sitios donde crece mucha vegetación y
albergan una gran fauna. A diferencia de los lagos, donde solo crecen plantas
en los márgenes, la laguna puede contener plantas con raíces en toda su
extensión.
Reproduzco parte de lo publicado y
que está a disposición de los interesados, producto del interés y la dedicación
de los investigadores arriba señalados, que indican. “El Lago está altamente
amenazado y en peligro por ser una cuenca cerrada, ha tenido cambios fuertes en
el uso de suelo y en sus zonas de amortiguamiento; esto debido al cultivo de
cosechas de frutos alrededor de la Laguna y al establecimiento de una población
flotante y fija de alrededor de 140,000 personas, compuesta por una población
indígena, rural y comunidades urbanas. El Lago y su sub-cuenca presentan una
alta contaminación de aguas negras, desechos industriales de agroquímicos,
ganado, silvicultura y desechos naturales, así como volcánicos. Se lleva a cabo
control manual, mecánico y biológico por la invasión de lirio y tule. También
se aplica tratamiento secundario al agua urbana.
Existe aún mucha falta de
conocimiento local sobre la importancia del ecosistema del Lago, por esto fue
necesario complementar y fortalecer programas existentes de educación ambiental
formal e informal a través de alianzas locales y gobernanza con las
instituciones regionales que realizan actividades relacionadas con la Laguna,
gracias a este esfuerzo en 2018 se integra una Agenda Ambiental Municipal con
actividades dirigidas a diferentes grupos poblacionales. Esto para restaurar y
manejar para conservación, especies de flora y fauna así como sus hábitats.
El Lago tiene una entidad legalmente
constituida que es la Comisión de Cuenca del Lago Zapotlán. También existe un
Comité Estatal de Protección Ambiental de los Humedales de Jalisco que va de la
mano con la declaración del Lago Zapotlán como Sitio Ramsar desde 2005. Es
relevante por su biodiversidad. La Convención de Ramsar ha otorgado dos
distinciones al lago por: manejo sostenible de los lagos en 2010 y por turismo
en humedales en 2012; el lago alberga juegos de deportes acuáticos nacionales e
internacionales. Fue la sub-sección de los Juegos Panamericanos, Guadalajara
2011. Desde marzo del 2018 el Lago es miembro del programa ambiental reconocido
por la ONU "Living Lakes Network" de la Fundación alemana Global
Nature Fund, donde se participa activamente en proyectos internacionales.
Con tanta legalidad en su favor, ¿cabe
cuestionar por qué nuestra laguna sigue siendo un depósito de todo? Esperamos
que ahora los afectados, directamente, se han agrupado en una Asociación Civil,
sus necesidades y las de la laguna sean atendidas no solamente con la prontitud
que merecen, principalmente para ya comenzar a poner orden en la cuenca, tarea
que ellos no pueden hacer, pero sí gestionar y hasta hacer presión, para que
las entidades federal, estatal y municipal, vuelquen su interés por este tesoro
tan a la vista de todos, pero como todo lo útil y lo que disponemos como
humanos, sólo ha estado, hasta ahorita, como un sitio que algunos ven como
riesgo y no como lo que realmente es.
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