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martes, 15 de febrero de 2022

Que nieva o no, dilema del Nevado

 



 

Juan José Ríos Ríos

 

 

Sin querer caer en el papel de necio, llama la atención que en los últimos años, cuando la naturaleza permite que las cumbres del Parque Nacional Nevado de Colima se cubran de manto níveo, es decir que le nieva –allá, cada venida de Obispo, como coloquialmente se dice- más se tarda en ello que se decrete su cierre total o parcial, se impide el acceso para evitar accidentes o afectaciones por las condiciones climatológicas que puedan imperar en sus alturas.



            Todos sabemos que ir de paseo, a cualquier lugar, los riesgos son parte de la aventura, máxime si se trata de acceder a sitios de altura, como en este caso lo es el atractivo de escalar las cimas del Parque Nacional Nevado de Colima, por lo que es recomendable tomar y respetar las precauciones y medidas que se recomiendan para ello, como sucede en la temporada de Semana Santa y Pascua, cuando lo más común es ir a disfrutar de las delicias del mar.


            Ir al mar, aparte de que la vida es más sabrosa, como dice la canción, implica movilizarse del lugar de residencia hacia el destino escogido por las vías disponibles, auto o medio de locomoción propio, utilizando el transporte público o privado que se oferta en general, por avión y hasta en las formas más increíbles para llegar al sitio escogido. Las recomendaciones y las medidas que cada temporada se aplican para la seguridad de los paseantes, son ampliamente difundidas y a veces hechas cumplir cuando se violentan por particulares.


            Aun así, se logra llegar a buen puerto, tratándose de mar, aunque el sitio que se haya escogido no tenga esa calidad como lo son Acapulco y Manzanillo, o cualquier otro de los que existen en nuestro país. Los riesgos están presentes en las carreteras, en las playas, en los restaurantes y hasta en los hoteles, máxime en donde la violencia hace estragos en ciudadanos que solo quieren divertirse con su familia o en calidad de solteros, siempre hay riesgos y las estadísticas hablan de ello.






            Pues bien, retomando el tema del Parque Nacional Nevado de Colima, el atractivo de escalar sus cumbres, en vehículo especial, a pie o cualquiera otra forma de las permitidas, es mayor cuando le nieva en sus cumbres, pero, el que nunca falta, ahora, cada que le nieva, lo primero que se hace es cerrar los accesos por los riesgos que presentan caminos, brechas, arbolado y hasta animales nativos del lugar, no hay pero que valga.


            Valdría la pena que si los caminos o brechas se hacen lodosas porque llueve o nieva, pues de que una buena vez se les invierta para que queden en calidad de uso seguro, para vehículos o para quienes opten por hacerlo por propio pie, y no de plano cerrar el acceso al mismo cuando la gente puede hacerlo por el atractivo de las nevadas que pudieron haberse generado, claro cumpliendo las recomendaciones que generalmente se implementan, como lo son: Solo para 200 vehículos 4x4, no se permitirá el ingreso a vehículos tipo razer o cuatrimotos, no se permitirá el acceso a los automóviles tipo sedán ni vehículos que no cuenten con doble tracción o 4x4. De igual forma revisar previamente las condiciones mecánicas de su automotor, con principal atención al sistema de frenado y revisar que su automotor vaya debidamente abastecido.


            Fuera de no cumplir con estas disposiciones, ¿por qué negar el acceso? Caídas por resbalar en la nieve, padecer hipotermia por cubrirse adecuadamente, sufrir vértigo o mal de montaña y hasta el riesgo de extraviarse, que es lo más común, debe quedar a la responsabilidad del visitante, que no son niños con la edad suficiente para entender, aunque los hay que se pasan de necios, de ahí en más la autoridad responsable de la seguridad de los visitantes, debe de delimitar los lugares seguros para su presencia y, en su caso, someter a quien no respete, pero no negar el ingreso solo porque nevó o porque llovió y los caminos están lodosos.


            Valdría la pena que se investigara y, en su caso, se diera a conocer, la denuncia hecha a través de las redes sociales, referentes a la existencia es excavaciones, hechas a propósito, según se indica, en algunas brechas localizadas dentro del perímetro de acceso al Parque Nacional Nevado de Colima, presuntamente rutas para motociclistas. De verificarse la autenticidad de su existencia, debiera ser parte de los acondicionamientos necesarios en este atractivo turístico que; cuando le nieva, se impide subir.




 

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