Los
conjurados
Ricardo Sigala
Estamos
iniciando el año y es el momento para detenernos a pensar en lo que nos depara
este 2022 en materia de literatura en Ciudad Guzmán. Más allá de las
actividades típicas que forman parte de la vida literaria como los concursos
literarios y las actividades fijas, llámense el día de la poesía, el día del
libro o las actividades relacionadas con el natalicio de Arreola y Guillermo
Jiménez, existen en el panorama de nuestras letras una serie de circunstancias
que lo tornan atractivo.
Comencemos
con los aniversarios. Uno de los que más llama la atención es el de los Juegos
Florales de Zapotlán el Grande que este año celebrará ochenta años de su
creación. El concurso de poesía más antiguo de la región, que ha tenido entre
sus ganadores no sólo a muchos de nuestros importantes autores como Juan José
Arreola, Félix Torres Milanés y Roberto Espinoza Guzmán, sino que también ha
premiado a escritores de reconocimiento internacional como Luis Armenta Malpica
y Balam Rodrigo, y ha reconocido a varios de nuestras jóvenes promesas como
Hiram Ruvalcaba y Alejandro von Düben, debe detenerse a hacer conciencia de su
historia y trascendencia, seguro lo hará y tendremos una edición de los Juegos
Florales digna de su ochenta aniversario.
En
lo que se refiere a la publicación de algunos de los libros históricos de
nuestra tradición literaria, este 2022 será testigo de varios aniversarios
significativos. Comencemos con Juan José Arreola, cuyo Bestiario cumple su primer medio siglo, y Confabulario que celebrará setenta años de su primera edición.
También siete décadas cumplirá el poemario
El asalto de María Cristina Pérez Vizcaíno. Llama especialmente la atención
el centenario de La ventana abierta,
el libro de Guillermo Jiménez que fue editado en París por las Talleres gráficos
de Manuel Casas, con prólogo de E. Gómez Carrillo y que se ha convertido en una
pieza de dimensiones míticas, pues es un libro de tan difícil acceso que ni
siquiera está incluido en las recopilaciones que se han hecho de la obra de
obra del zapotlense; una muy relevante celebración sería que los lectores por
fin pudiéramos tener en nuestras manos un ejemplar de La ventana de abierta de Guillermo Jiménez, ojalá alguno de los
especialistas en el tema nos dé esa grata sorpresa.
2022
va a recordar en su primer aniversario luctuoso a tres de sus protagonistas
literarios que murieron el año pasado. Se trata de Orso Arreola, en febrero;
Víctor Manuel Pazarín, en abril y Vicente Preciado Zacarías en noviembre. Las
formas de reconocer y de recordar a los personajes que han contribuido a darle
forma a nuestra tradición literaria deben ir más allá de los actos cívicos
representados por las ceremonias protocolarias o las clásicas ofrendas
florales, los derroteros de los homenajes deberían estar guiados, primero por la
publicación de sus obras, y segundo por el estudio de las mismas que lleven a
una mejor comprensión de sus proyectos artísticos e intelectuales. Estoy seguro
de que lograremos rescatar la memoria de nuestros autores.
2022 se presenta como un año que
promete en materia de publicaciones de libros de literatura. Son tres los
libros de zapotlenses que serán editados en el programa de publicación de la
Secretaría de Cultura de Jalisco “La maleta de Hemingway”, después de haber
concursado en la convocatoria a nivel estatal: Alejandra Alonso publicará un
libro de cuentos titulado Averiados,
en tanto que Jesús Vargas Quezada propuso un volumen de ensayo bajo el título ¿Podemos comprender algo del amor?,
finalmente Diego Armando Arellano Ortega, publicará el libro Del otro lado, una serie de cuentos
inspirados por la literatura infantil.
En
2021 dos libros de cuento escritos por autores zapoletenses obtuvieron premios
nacionales, mismos que serán publicados este año: uno es Prueba de resistencia de Bladimir Ramírez que ganó el XXXIX Premio
nacional de literatura joven Salvador Gallardo Dávalos que organiza la
Universidad Autónoma de Aguascalientes y el otro es De cerca nadie es normal de Hiram Ruvalcaba, que obtuvo el Concurso
Nacional de Cuento Agustín Yáñez que organiza la Secretaría de Cultura de
Jalisco. Otro libro que aparecerá este año es el titulado Indicios. Atisbos de literatura actual en sur de Jalisco, que hace
una muestra de la literatura que se ha producido en el último cuarto de siglo
en torno al Taller Literario de la Casa de la Cultura de Ciudad Guzmán, y en el
cual se incluye un medio centenar de escritores.
Un
proyecto que es importante destacar es el titulado "La magia de los
cuentos" del grupo la Casita de miel a cargo de Francisco Hernández López
que ha sido seleccionado por el Programa de Acciones Culturales Multilingües y
Comunitarias (PACMyC). “La magia de los cuentos es una interesante propuesta de
promoción de la cultura literaria en el público infantil.
Este
2022 tiene también expectativas en dos proyectos en particular. Uno, la cátedra
Vicente Preciado Zacarías que ha anunciado el CUSur y que esperamos pronto se
eche a andar y la Vocalía de Letras como parte del Consejo Municipal para
Cultura y las Artes. Una pregunta que se ha convertido en inquietud, es el tema
de la Casa Taller Juan José Arreola, que desde hace casi un año se ha mantenido
acéfala. Resulta una anomalía no sólo administrativa, sino ontológica, que una
ciudad que históricamente ha sido reconocida por su condición literaria, pueda
darse el lujo de contar con una sede de tal envergadura sin una cabeza visible.
Esperemos que este año la Casa Taller Literario Juan José Arreola vuelva a su
dinámica y se reintegre a la naturaleza cultural y literaria a que nos tuvo
acostumbrados en los últimos años.
Como se ve, el año 2022 pinta muy
prometedor para el ámbito literario, no como una suma de buenos deseos, sino
como una suma de realidades que confirman el buen estado de las letras en
nuestra región.
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