Un
Momento por Favor
José de
Jesús Juárez Martín
Gracias
a Dios que tengo vida, aprecio ser mayor de edad y tengo el gusto de confesar
que soy de la tercera edad reforzada, porque la mayoría que realizamos nos
cuesta un esfuerzo, pero ¡Vaya, no me quedaré contemplando lo gratificante que
es la vida, hay mucho que conservar y construir de acuerdo a las realidades!
También por eso, a Dios: Gracias.
Sin
despreciar lo que experiencia y parte de mi biografía, me importa más lo que
viviré al dejar de hacer lo que me ocupó por largos y venturos años. No pienso que todo que todo lo que tengo
fueron dones de la Providencia, todo lo
recibí a la esencia humana y a la existencia por otras tantas cosas que busqué
y se cristalizaron por el trabajo, otras llegaron como consecuencia en el
merecimiento de cada día por ello
proclamo ¡Todo es mío, nuestro para compartirlo, porque es carga que frena,
compañera de vida, apoyo y hasta condición de ayuda circunstancial, tal vez
algo diferente extraño construí en la vida que fue mía y mucho de ella compartí
y compartieron en el hacer de cada vez, como la vida que me obsequiaron;
naturaleza, sociabilidad que me enseñaron
y obsequiaron, el aire que respiro, las lágrimas exultantes de gozo, el
llanto que limpio con dolor, o la separación de los hijos... Todo lo permite
Dios generoso y me deja fuerzas para continuar.
Sé
que fui y soy administrador de mi prestada vida, convivencia, y no puedo culpar
al destino, al azahar de la vida, de mis carencias porque no preví o minimicé
factores de riego.
Si
cultivé correctamente, el grano se multiplicó, pero si arrojé granos a los
vientos, como en frontón, también me devuelven de rebote tormentas que, sin ser
huracanes, inquietan, me llegaron, aunque puedo todavía en parte tener
provecho, porque son energía en proceso vigente que se recicla y debo controlar
positivamente.
Triste
sería que no quedará registro de mis acciones libres. Todo es fruto del tiempo,
circunstancias de la naturaleza con las acciones sociales convertidas en oportunidades
para continuar relaciones con los demás humanos, con que el universo que todo
proporciona, conmigo mismo con mi Dios. Después de todo sólo soy yo y mi
circunstancia que por patrimonio que acepté, modifiqué o merecí.
Ahora es el primer día del resto de mi vida, ahora es el amanecer de mi porvenir y lo veo más promisorio, que cuando inconsciente inicié el camino por la vida, cuando balbuceé los deseos de la tierna infancia o cuando acepté las condiciones de la adolescencia en el trabajo que me convirtió en persona productiva en el mundo de cada día durante el tiempo que laboré en los anchos y a veces difíciles surcos de mi parcela.
Mañana al arribo del nuevo día, el ahora será también vivencia, página por escribir, por eso quiero estar activo hoy... que el final llegue sin despedidas, aunque esperado y preparado el objetivo final.
Aprendí
en los muchos ayeres que trabajar con ilusiones, es tan importante como
alcanzar los objetivos fijados, porque de todas maneras hay resultados
esplendentes en ocasiones, más valorados que los nebulosamente diseñados o
trabajados y al crisol del tiempo y experiencia se mejoraron para ser
referentes luminosos como testimonio de nuestro pasado que nos trajo al
presente fugaz, son aura personal nuestra que separarlas de sí, sería negarnos
lo humano que nos distingue en la creación.
Si
eres mayor de edad, da gracias al Creador que no todos los mortales alcanzar
podrán dicha tan duradera y sublime sobre la tierra de aflicciones, y luchas,
porque al construirla se convierte en el edén de nuestra vida. Sabemos bien, tú
y yo, que para nosotros, vos y yo, no habrá otra oportunidad... aprovéchala,
eso será tu legado a los tuyos, obra maestra en el arte de vivir, del regalo
más grande, único del privilegio de existir.
Si
dejas pasar la oportunidad, sábete que estás en el tren sin regreso y muchos
van en el ascenso disfrutando de mejor panorama, más amplio, más enriquecedor y
entre más bajes tu visión, cierras horizontes en tu ascenso, tal vez satisfecho
de tus marcas en los logros, remárcalos al superarlos. Todos avanzamos al
destino personal, no dejemos anhelos motivadores como bitácora de vida y
pasaporte de viaje, porque el viaje tiene otras sorpresas, espéralas y
excelentes.
Mayores
de edad o en la plenitud de ella.
Felicidades, padres abuelos... sí lo son, si cumplieron en la vida lo
que ella les facultó: Procreación, educación, sobrevivencia, compañía
familiar... Felicidades.
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