Juan José Ríos Ríos
Es
necesario que se modifiquen las reglas legales que permiten que cada seis años
surjan nuevos partidos políticos y en cada proceso electoral federal algunos de
ellos pierdan su registro, vicio que se considera como parte de la democracia
en el país pero que cuesta dinero al erario público sin beneficio alguno, salvo
para quienes tienen la ocurrencia de crearlos, no para cambiar o mejorar el
sistema, sino para ser parte de él, así lo enseñan sus resultados.
Esto viene a colación en razón de la
decisión tomada por los mandamases del
Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE, que aprobó
por unanimidad la declaratoria de pérdida de registro de los Partidos Políticos
Nacionales Encuentro Solidario,
Fuerza Por México y Redes Sociales Progresistas.
El motivo de quitarles el registro,
según el órgano electoral, es que no
obtuvieron por lo menos el 3% de la votación válida en la elección
federal ordinaria celebrada el 6 de junio de 2021.
Encuentro Solidario logró el 2.85%; Redes Sociales
Progresistas el 1.83 y Fuerza Por México el 2.59% de la votación de diputaciones por Mayoría
Relativa y un porcentaje similar en las diputaciones de Representación Proporcional.
En la historia política nacional
estos son los partidos surgidos y que han participado en su tiempo en algún
proceso electoral, que recibieron presupuesto pero que no cumplieron los
requisitos para permanecer como tales, siendo Encuentro Social, Nueva Alianza,
Partido Humanista, Partido Socialdemócrata (Originalmente Alternativa
Socialdemócrata), Fuerza Ciudadana y Partido Liberal Mexicano (antes Partido
Liberal Progresista).
También cayeron en este supuesto los
partidos México Posible, Partido Alianza Social, Partido de la Sociedad
Nacionalista, Democracia Social, Partido Auténtico de la Revolución Mexicana
(PARM), que sí llegó a ganar presidencias municipales en el sur de Jalisco,
como sucedió en Tuxpan, Partido de Centro Democrático, Partido Demócrata
Mexicano; Partido Popular Socialista, Partido Cardenista (antes Partido del
Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional), Partido Demócrata Mexicano,
Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, Partido Popular Socialista,
Partido Ecologista de México, Partido del Trabajo y Partido Revolucionario de
los Trabajadores.
Como se podrá apreciar y de acuerdo
a la información oficial que existe al respecto, estos partidos surgieron y
fueron eliminados desde 1991 a la fecha, algunos de ellos volvieron a la
plataforma política durante este período pero que en la actualidad, salvo el
Partido del Trabajo y el PVEM se mantienen activos, han sido vivos y han podido
sobrevivir formando alianzas “estratégicas” – para sus conveniencias – con los partidos dominantes de siempre; PRI y
PAN, principalmente.
Lo cuestionable del sistema político
imperante en el país, aparte del cinismo que exhiben los apoderados del mismo,
es que finalmente sólo buscan el poder, el dinero y no cambiar las
circunstancias que vive el país y los mexicanos, cuando a lo largo de su
historia los llamados partidos fuertes hacen alianzas que rompen todo argumento
de credibilidad en razón de sus principios ideológicos y los hechos en que
incurren en cada proceso electoral, para mantenerse en el eternamente en el
poder.
Ahora que las circunstancias en el país son un poco diferentes, de que hay más información sobre el quehacer y el actuar de políticos y partidos, que los cínicos se exhiben solos y hay una mayor conciencia de la realidad en una buena parte de los mexicanos, bueno fuera que se modificaran las reglas, las leyes en esta materia, porque otra realidad nacional y estatal sería si los que se aventuran a crear partidos políticos lo hicieran sin recibir subsidios del Estado, salvo que con el tiempo y participando legalmente en las elecciones logran sobrevivir y cimentarse como tales. De esta manera habría menos partidos, menos gastos y menos organismos o dependencias “salvaguardando la democracia del país”, no cree usted.
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