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martes, 7 de diciembre de 2021

Sin planeación urbana



 

Juan José Ríos Ríos

 

 

Un punto de acuerdo elevado al pleno del Ayuntamiento de Zapotlán el Grande por el regidor Edgar Joel salvador Bautista, que quedó en proceso de revisión para ser considerada su viabilidad posteriormente y que se refiere a la modificación de la “ciclovía”, le ha valido severas críticas en las redes sociales pero a su vez da motivo para considerar que el crecimiento y desarrollo de Ciudad Guzmán nunca ha tenido una verdadera planificación urbana.



            La ciclovía es para el uso de las personas que se transportan en bicicleta y fue, de hecho, en la administración encabezada por Alberto Esquer en que se instaló, más como promesa de campaña que como resultado de una verdadera encuesta entre destinatarios, vecinos y, sobre todo, no considerando otras medidas que pudieran hacerla verdaderamente funcional y no el desorden vial que provoca, principalmente por personas que estacionan vehículos en su curso y  porque en su trayecto existen varias entradas o salidas de cochera y de negocios.


            El problema más grave que tiene Ciudad Guzmán son sus calles, en su mayoría angostas y con una gran carga vehicular que las convierten en un verdadero peligro para todos, especialmente para peatones y ciclistas. Además de eso, jamás se ha intentado hacer una debida planificación para el sistema de transporte urbano no contribuya a los embotellamientos, cuando tiene establecidas muchas de sus paradas, para subir o bajar pasaje, en pleno centro de la ciudad, a lo que se debe agregar el daño que vino a hacer la Secretaría de Movilidad Jalisco al establecer otras paradas por todos lados, incluso en cocheras de varios vecinos, como sucede por calle Leona Vicario.






            En este desorden mucho tiene que ver la tibieza de las autoridades municipales, tanto en la toma de decisiones para poner verdadero orden en la vialidad y proteger a los peatones y ciclistas, los más vulnerables en este asunto, y porque se permite que muchos talleres instalados por calles como Federico del Toro, Primero de Mayo y Ramón Corona, por mencionar algunas y por donde existe el mayor número de vehículos circulando, empleen la calle como extensión de su taller para exhibir motos, bicicletas y hasta para hacer reparaciones, asunto que es de total competencia de la autoridad municipal.


            Es tanta la falta de aplicación de la autoridad de que muchos conductores suben sus vehículos a las banquetas sin que nadie les diga nada, muy común por la recién remodelada y angosta calle de José Clemente Orozco, prácticamente se deja el tránsito de vehículos, motos, bicicletas y las moto taxis a su libre albedrío, por no decir a su antojo, tal vez hace falta que quien encabeza la Dirección de Tránsito Municipal salga a recorrer la ciudad y dar indicaciones, pero sobre todo verdadero apoyo a su personal para que procedan en consecuencia.


            Retomando el tema de la ciclovía, los usuarios – pocos o muchos – la pelean, reclaman se les respete sus derechos pero, sin duda, en las actuales condiciones no es garantía de nada ni para nadie, su proyección debió comprender modificar el uso de la vía pública, por ejemplo; eliminando estacionamientos por el lado derecho de la calle Reforma, hacer lo  mismo por la Avenida Juárez, que es donde más usuarios la utilizan y por donde se redujo el espacio para la circulación de vehículos, eliminar las “paradas” que hacen autobuses de pasaje a poblaciones aledañas, o sea, que el abordaje se haga en la central camionera y no en la vía pública, sobre el espacio de la ciclovía.


            El gobierno municipal, si quiere hacer algo bien, debe sacrificar algo en bien de la ciudad y de todos sus habitantes, se habla mucho de la falta de cultura vial, sin duda la hay, baste ver algunos motociclistas y ciclistas circulando entre los autos, las motos ruidosas y movidas a velocidades que exceden los límites de velocidad, por lo que no sería nada malo que, a la par de que se capacita al personal de tránsito para actuar con legalidad, también se les dieran cursos de sus obligaciones, que no sean omisos en las faltas que se cometen por ciclistas y motociclistas, y que a éstos últimos también se les sujete a cursos de educación vial para que todos ganemos y el traslado interno sea más seguro para todos.




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