Eduardo
Campos Flores
Consciente
de que el pueblo de México es uno de los más despolitizados y con bajo nivel de
escolaridad a causa de una política educativa errónea o a modo y debido a ello,
una buena parte de los mexicanos son víctimas de la demagogia descarnada no
solo de la llamada 4T, sino de los políticos de cualquier nivel que manipulan
sin recato a la gente ingenua, por lo que como ciudadano medianamente informado
deseo poner mi granito de arena, a través de esta modesta colaboración para
contribuir a la tarea de politizar y educar a los que producen directamente con
sus manos la riqueza de este país y de esta manera emprendan acciones
encaminadas para un cambio social.
Es
seguro que a pesar de haber escuchado por diversos medios el Producto Interno
Bruto o el PIB, a muchos aún no les queda lo suficientemente claro y por eso
decidí abordar el tema para tratar de explicar qué es y en qué consiste este
indicador macroeconómico. Para tal efecto me permití resumir el concepto que
maneja el sitio digital economipedia.com: el PIB mide la producción total de
bienes y servicios de un país, por lo que para su cálculo se tiene que conocer
todos los bienes y servicios finales que ha producido el país y sumarlos. Es
decir, desde la producción de manzanas, leche, libros, vehículos, máquinas y
todos los bienes que se hayan producido en el país hasta los servicios de un
taxi, un dentista, un abogado, un banco o un profesor, entre muchos otros.
Con
el PIB se mide el tamaño de la economía de un país, toda su riqueza económica.
Cuanto mayor es el PIB de un país, mayor es su capacidad económica y, por
tanto, mayor es su capacidad para generar empleo e inversión. Se suele calcular
trimestralmente. Aunque el dato de PIB que se suele utilizar para medir el
tamaño de una economía es el anual, todo lo producido en ese territorio durante
un año. Se dice que un país crece económicamente cuando la tasa de variación
del PIB aumenta, el PIB del año calculado es mayor que el del año anterior.
Cuando
el PIB de un país aumenta es una buena señal para la economía y afecta a
prácticamente todas las personas del territorio. Y por el contrario cuando cae
es una mala señal. Podríamos asemejarlo a los ingresos de una familia o una
empresa; si aumentan los ingresos por lo general es una buena señal. En cambio,
si se reducen los ingresos es una mala señal de la economía.
Dicho
indicador macroeconómico permite comparar la actividad económica entre países.
Para ello, cada país prepara y publica sus propios datos. En México el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, mejor conocido como INEGI, es el
organismo encargado de medir y publicar el PIB. Es por eso, que es un indicador
tan importante y seguido por inversionistas y periodistas. Con base a este
breve resumen, veamos qué hay con el PIB en la 4T.
De
acuerdo con la estimación del INEGI, la economía mexicana registró una
contracción de 0.2% trimestral entre julio y septiembre. Las estimaciones de
los economistas vaticinaban un crecimiento muy pobre de 0.1% en el trimestre
que va de julio a septiembre, incluso el Banco de México proyectaba una
contracción de -1.3% para este periodo. Los resultados arrojados por el INEGI
son peores de lo que se esperaba.
Por
otra parte, el 01 de diciembre en el portal elceo.com en su sección de Economía
fue publicado un análisis bajo el título “AMLO registra el peor resultado del
PIB de las últimas siete administraciones”. En el cuerpo del texto se menciona:
la incertidumbre inyectada al sector privado, la bandera de la “austeridad
republicana” y la pandemia del Covid-19, han marcado la primera mitad del
gobierno de Andrés Manuel López Obrador y dando los peores resultados en
materia económica en al menos las últimas siete administraciones.
Pero
hay más. Trascendió que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) redujo sus perspectivas de crecimiento para México. Ahora,
estima que en 2021 el Producto Interno Bruto crecerá 5.9%, por debajo del 6.3%
previsto en septiembre pasado; mientras que para 2022 las proyecciones bajaron
de 3.4 a 3.3% y para 2023 están en 2.5%. Esto es lo que hay con el PIB en la
4T.
Hace
tiempo que el presidente López Obrador no ha insistido en la generación de una
métrica diferente a la del PIB, calculando algo que él llamó el bienestar. Sin
embargo, líderes de opinión, no dudan que en el futuro vuelva a plantearlo,
porque si se mide el desempeño económico en función del PIB, como ocurre
prácticamente en todo el mundo, tendríamos el peor resultado sexenal desde el
periodo de Miguel de la Madrid.
Creo
que nadie quiere regresar al pasado, pese a que el PIB en las siete
administraciones anteriores de la 4T registró porcentajes más altos, pues si
hubo cierto crecimiento económico, la riqueza creada no fue distribuida y
aumentó la desigualdad y la pobreza, por eso la gente votó por López Obrador
creyendo que con él iban a mejorar su suerte, sin embargo, los resultados son
adversos a los que esperaban.
Tampoco
hay duda de los altos índices de corrupción en esos sexenios, como la que se
está viendo hoy en la 4T, ya que este problema no es moral, sino estructural,
inherente al sistema capitalista de producción. Por lo que urge la instauración
de un nuevo tipo de gobierno con propuestas de solución realistas, acertadas y
posibles de ponerse en práctica y no pura demagogia, con la que se genera
incertidumbre, en especial en el terreno económico. México pide a gritos el
nuevo país que demandamos todos los mexicanos. Construyámoslo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario