Eduardo
Campos Flores
Los que
nos hemos echado a cuestas la honrosa tarea de educar y organizar al pueblo
trabajador para que emprenda acciones encaminadas a un cambio social, es decir,
que luche por una patria más justa próspera y soberana; es uno de nuestros
deberes, como organizadores y educadores, estar informados sobre temas del
ámbito nacional e internacional, hasta donde los recursos a nuestro alcance y
las circunstancias nos permitan.
Una
de las cuestiones que están a la orden del día es encontrar alguna explicación
sobre la contradicción entre los conocidos desastrosos resultados del Gobierno
de la llamada Cuarta Transformación y la popularidad del presidente Andrés
Manuel López Obrador. Sobra mencionar que obtener explicaciones acertadas no es
fácil, pero es necesario hacer un esfuerzo. Para tal efecto, está la
alternativa de recurrir a las opiniones de los analistas, pues son ellos los
que tienen información de fuentes seguras y sus colaboraciones están
disponibles en la prensa impresa y/o digital y solo nos restaría confrontarlas
con la realidad que vivimos y alcanzamos a ver los ciudadanos de a pie.
Al
revisar los puntos de vista de algunos columnistas se avizoran coincidencias en
algunos de ellos. Afirman, si López Obrador es popular es por tres importantes
razones, todas basadas en acciones concretas de su gobierno y no solo en su
discurso, su narrativa o cualquier otro hecho fabricado. La primera se debe a
dos variables, un aumento en el salario mínimo y un aumento en el porcentaje de
recursos públicos que son transferidos por medio de programas sociales.
Aseveran que en general la popularidad de López Obrador proviene de aumentos
reales en el poder adquisitivo de los trabajadores de más bajos recursos, un
gasto social superior al de gobiernos pasados.
Estos
intelectuales, aunque no sea su intención le dan la razón al presidente quien,
rechaza los resultados en las cifras de pobreza dadas a conocer por el Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y dice que
él "tiene otros datos" “No acepto, tengo otros datos, la gente está
recibiendo más y aun con la pandemia la gente tiene para su consumo básico y
algo más importante, no han perdido la fe”. Lo que implica que, para el
mandatario federal, la economía familiar está bien. Sin embargo, no se puede
hablar de buena economía familiar.
Los que
vivimos al día para sobrevivir, conocemos la realidad, pero para el caso
también están disponibles en diversos sitios estudios que reflejan con más
certeza la situación que está viviendo el pueblo de México. El Financiero en su
edición del pasado 15 de diciembre publicó: A cuatro de cada 10 personas en el
país no les alcanza para cubrir sus gastos de la despensa, renta de vivienda,
agua, luz gas o teléfono, colegiaturas y medicamentos.
Hago
unos extractos de la publicación que quiero compartir con mis posibles
lectores, el cuerpo de la nota dice: La primera Encuesta Nacional de Bienestar
Autorreportado (ENBIARE), del INEGI, señala que la expectativa de no poder
sufragar los gastos del hogar, un indicador de pobreza subjetiva afecta a 43.4%
de la población adulta en México. Además, 11.3% del total manifestó
incertidumbre para contar con los recursos económicos para poder cubrir sus
necesidades. Poco menos de la mitad, el 45.3%, dijo que sí podría cubrirlas.
El
estudio señala que, en algún momento de los últimos 12 meses, más de un tercio
de la población, el 36%, tuvo que pedir prestado para sufragar su presupuesto.
El reporte revela además que en los últimos 12 meses el 14.8% de la población
perdió su negocio o trabajo, y dos terceras partes de los casos no cotizaban en
la seguridad social del país. “Si vemos los puntos sobre si el hogar no podrá
cubrir gastos del próximo mes y pidió prestado para gasto corriente, esto
implica que están algo por debajo del promedio nacional, es decir, que en su
situación económica hay precariedad, apuntó Gerardo Leyva, director general
adjunto de Investigación del INEGI.
El
estudio también reveló que la población que reside en la Ciudad de México es la
que está menos satisfecha con su vida. El índice que mide esta variable se
ubicó en 8.15 puntos. Le siguen Puebla y Guerrero, con 8.16 puntos en cada
caso. En el extremo opuesto resultó Nuevo León, con la mayor puntuación en
satisfacción con la vida, con 8.79 puntos del total. Como se ve, en la ciudad
más grande del país, donde gobierna la preferida de AMLO para sucederlo en el
cargo, Claudia Sheinbaum, hay más personas menos satisfechas.
En
medio de la crisis económica que azota a nuestro país y el mundo, especialistas
en economía, inteligentes, y visionarios sostienen que para la mejora
sustancial del nivel de vida de los trabajadores requiere de una política
claramente orientada al mejor reparto de la renta nacional, bajo la
intervención del Estado empujado por la presión de la lucha de los obreros. Es
decir, se necesita que los que producen directamente con sus manos la riqueza
de este país, se organicen y luchen encabezados por un partido obrero de
vanguardia para defender sus intereses inmediatos y de largo plazo. Esta es la
verdadera alternativa, no hay otra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario