Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
En Ciudad Guzmán y como se ha vuelto costumbre
durante la temporada navideña, se tiene a la venta, y por ello se queman,
varios tipos de los denominados juegos pirotécnicos, que además de generar
contaminación por ruidos y humos, son una amenaza para quienes los utilizan y
para la salud y tranquilidad de las personas, sobre todo adultos mayores y
enfermos.
El
tema y por la temporada, ha sido muy abordado en redes sociales principalmente
señalando el fenómeno como una amenaza para las mascotas, cuando en la realidad
la afectación por los estruendos y en sí la quema de este tipo de artefactos
hechos a base de pólvora, los manipulan las personas, los más menores de edad,
sin respeto al derecho de los demás y ni siquiera por su propia seguridad y
salud, al considerar que la calle o algún espacio público es permisible el
daño, actuando con toda impunidad.
Hace
cosa de seis años, la Unidad Municipal de Protección Civil de Zapotlán el
Grande, emitió un comunicado exhortando a no adquirir pólvora cuya venta esté
prohibida, “ya que la restricción de ciertos productos pirotécnicos obedece a
su peligrosidad. Es importante delimitar el área donde serán detonados los
explosivos y designarla como un perímetro no apto para niños”. Por la presente
temporada no se sabe nada al respecto.
De
igual forma alertó a no permitir que personas que estén fumando se acerquen a
la pólvora. Tampoco almacenar varios productos pirotécnicos en un sólo lugar,
ya que la detonación accidental de uno de ellos desencadenará la explosión del
resto, así como “evitar que los niños manipulen pólvora: no hay pólvora
inofensiva, todas pueden causar daños graves; además de vigilar que los menores
no recojan artefactos que no lograron encender o reventar”.
“Cuando
un artefacto no encienda, no acercar la cara a la mecha ni tomarlo con las
manos. En ese caso, es mejor olvidarse de él y echarle agua. Explicar a los
niños el peligro que representa tirar cohetes explosivos en botes de plástico o
de vidrio, tambos”, sin embargo, cuando menos publicado en las páginas
oficiales del gobierno municipal, no se encontró reglamento alguno sobre el
tema.
Se
ha publicado que el ruido por la pirotecnia llega a generar crisis en las mascotas incluso hasta
la muerte, que no se trata de defender sólo a las mascotas, pues también los
adultos mayores y niños llegan a presentar malestar o crisis nerviosas,
que tienen problemas en el oído y esos
tronidos también los afectan, que daña mucho y no sólo a las mascotas.
También
se ha dicho que el ruido generado por artefactos hechos a base de pólvora
afecta mayormente a niños con autismo, que entre las alteraciones sensoriales
que llega a tener un menor diagnosticado con espectro autista está el del
oído, con lo que sonidos cotidianos les pueden representar molestias o crisis,
por lo cual la pirotecnia es de sus principales enemigo, el espectro autista
tienen uno o varios de sus sentidos sensoriales alterados, entre ellos el
sentido del oído, en el que puede haber hipersensibilidad.
Sin
embargo, hay venta de este tipo de artefactos, incluso en el tianguis
municipal, en puestos instalados en la vía pública, incluso fuera de la zona de
comercio, donde seguramente niños, jóvenes y tal vez hasta adultos los
adquieran y quemen. Si esto ocurre, seguramente es porque no está prohibida su
venta, o tal vez no haya quien o quienes vigilen, eviten y en su caso sancionen
tal proceder, el hecho es que hay venta, consumo y quema de juegos
pirotécnicos, y con ello riesgos, molestias y afectaciones.
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