Adolfo
Pech Chuil*
Mencionamos
en nuestra entrega anterior a uno de los tres jaliscienses fundadores del
Seminario de Cultura, SCM, en 1942: Mariano Azuela (Los de abajo).
El
continuador de la dinastía Azuela en el SCM fue Salvador Azuela Rivera, hijo
del novelista de la Revolución.
ABOGADO, SOCIÓLOGO E HISTORIADOR
Impartió cátedra de Derecho e Historia en la
Escuela Nacional Preparatoria y en la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Nacional Autónoma de México; se desempeñó como director de Fondo de
Cultura Económica de 1966 a 1970, miembro y presidente del Seminario de Cultura
Mexicana. Fundador y Vocal Ejecutivo
(1953-1983) del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución
Mexicana. autor de las obras: Naturaleza
de la elocuencia y cuatro semblanzas de oradores mexicanos (1965); Meridiano de
México: de la vida provincial y capitalina (1977); Gente de letras (1979); La
aventura vasconcelista, 1929 (1980), etc.
Por
sus estudios y conocimientos destacó como humanista, jurista y como exponente
de la cultura mexicana durante la etapa vasconcelista. Participó como dirigente estudiantil en el
movimiento de la autonomía universitaria (1929) y como líder en la campaña de
José Vasconcelos por la presidencia de la República. Con los escritores Carlos
Pellicer y Juan de la Cabada, en 1930 cayó en prisión durante dos meses por sus
actividades en la oposición vasconcelista.
Entre
las múltiples actividades que presidió Salvador Azuela como Presidente del
Consejo Nacional del Seminario de Cultura Mexicana en varios estados del país
podemos citar sus palabras durante la mesa redonda denominada Problemas
Socioculturales de Chiapas, Abril de 1978, cuando ante el Presidente de la
República José López Portillo expresó: La cultura sin justicia y sin libertad
no es posible… es inconcebible la existencia humana sin educación, vestido; sin
salud y cultura.
En diciembre
de 1981, en Aguascalientes, durante la VI Asamblea Nacional de Corresponsalías
señaló: se tiene la obligación de
alimentar con la cultura el espíritu de los mexicanos, cuya limpieza es
indiscutible.
En
1948 el gobierno de Francia le otorgó las Palmas Académicas y en México
recibió, entre otros premios: la insignia “Manuel López Cotilla”, la medalla
“Eduardo Neri”, “El Botón de Oro” y el “Premio Jalisco”.
A
lo largo de sus ochenta años Salvador Azuela habría de acrecentar la tradición
intelectual de su familia y de continuar con su habitual postura política
democrática, independiente, liberal y nacionalista.
ARTURO AZUELA ARRIAGA
Nieto
del iniciador de la novela de la revolución el autor de El Matemático (1988) y Estuche para dos violines, 1994, recibió
varias distinciones.
Le
fue concedido Premio Xavier Villaurrutia, por su obra El tamaño del infierno,
en 1974 y el Premio Nacional de Novela José Rubén Romero, otorgado por el
Instituto Nacional de Bellas Artes, por su obra Manifestación de silencios, en
1978.
Fue
director y catedrático de tiempo completo de la Facultad de Filosofía y Letras
de la Universidad Nacional Autónoma de México. Impartió cátedra en la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, la Universidad Iberoamericana, el
Instituto Politécnico Nacional, la Universidad de las Américas, la Universidad
de Guadalajara, y la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Obtuvo
un doctorado en filosofía, por la UNAM y adicionalmente el doctorado cum laude
en la Universidad de Zaragoza, España.
Fue
miembro titular y presidente del Seminario de Cultura Mexicana, durante su
gestión fue notable la apertura que impulsó para establecer la presencia del
SCM en diferentes regiones del país y el extranjero. En el coloquio nacional
celebrado en la ciudad de Aguascalientes, Febrero del 2012, recalcó la
actividad de la institución en las regiones del país, cada Corresponsalía tiene
su propia personalidad pero todas cobijadas en ese árbol frondoso que es el
Seminario de Cultura Mexicana, ellas son la columna vertebral de la institución
– explicó.
A
pregunta que le hice, en entrevista,
acerca de las expectativas del SCM para los años venideros sentenció: el Seminario de Cultura Mexicana tiene que
subirse al carro de la innovación y de las nuevas tecnologías, tenemos que
ubicarnos con actividades a distancia como conferencias, cursos y
talleres, diversificarlas , meses después en Junio del 2012 falleció en la
Ciudad de México tras enfrentar un padecimiento canceroso; cuatro años antes en Abril de 1988, en uso de
sus facultades de Presidente del Consejo Nacional del SCM nos había autorizado realizarnos como corresponsales de esa institución aquí
en el sur de Jalisco bajo la tutela de otro gran intelectual , docente
normalista y fructífero articulista, Don Vicente Oria Razo.
*Presidente
Corresponsalía Cd. Guzmán del SCM.
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