Juan
José Ríos Ríos
Poco
rentable resulta ya para los ciudadanos de Zapotlán el Grande la Administración
Pública Municipal, entendida ésta como Gobierno que tiene al frente los
integrantes del Ayuntamiento, cuando el gasto en nómina es del 52 por ciento de
sus recursos, un 32 por ciento se destina a gastos de operatividad y sólo un
seis por ciento a inversión, por lo que ya es cuestionable en razón de los
resultados que se han tenido últimamente.
Ahora que el actual Presidente
Municipal de Zapotlán el Grande, Alejandro Barragán Sánchez ha hecho público su
proyecto del Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal del 2022, donde se
expone gráficamente el destino e intención del dinero que se pretende administrar
en ese período que está por empezar y que asciende a los 507, 478, 561 millones
de pesos, es como un ciudadano común, fuera del gobierno municipal, conoce un
poco más acerca del destino del dinero público para el municipio.
El nuevo gobierno, tiene que sacar
adelante su período cargando con una nómina de empleados que, en la
administración municipal anterior 2018/2021, estaba integrada por mil 269
personas, de las cuales 25 se consideraban de base, 429 sindicados, 199 de
confianza, 194 de confianza en seguridad pública, 298 eventuales y 16 de
elección, además de 48 trabajadores pensionados y 55 jubilados. No se conoce la
cantidad de personas que estarán considerados en nómina para el período
2021/2024.
En el período anterior un regidor
percibía un salario de 35, 535 pesos mensuales, no hay más datos oficiales para
conocer cuánto percibían los denominados Coordinadores, nueva forma de cobrar
en la nómina municipal desde hace algunos años ya, pero además y dentro de las
“obligaciones” o prestaciones que tiene el personal que labora en la
administración pública municipal de Zapotlán el Grande, se consideran
erogaciones por los conceptos de prestaciones, bonos de puntualidad,
gratificaciones, incentivos de productividad retroactivos, subsidios para el empleo,
aguinaldo, compensaciones feria, horas extras dobles y ayuda para gastos
funerarios.
Conociendo estos datos es cuando un
ciudadano fuera de éste ámbito, entiende el por qué es tan atractivo laborar
dentro del gobierno municipal, pues, en realidad, no se sabe cuántas empresas
privados o patrones otorguen tantas prestaciones a sus trabajadores, a lo que
hay que agregar que sólo laboran de lunes a viernes y sus turnos concluyen,
para la gran mayoría, a las quince horas, tres de la tarde. Sin duda que parte
de las mismas se pueden derivar de las llamadas “conquistas sindicales” que más
de algún exalcalde otorgó tal vez por compromisos, que al fin y al cabo el
pueblo paga, no sale del bolsillo del “servidor público”.
Cabe aclara que de esto no tienen
nada de culpa los trabajadores, muchos menos los sindicados, que son, en última
instancia, los más mal remunerados en la administración municipal, son vicios
que se vienen arrastrando desde los años 90´s, cuando se comenzó a utilizar el
término de que la administración municipal se debería de considerar como una
empresa, lo malo es que no fue productiva, sino con espíritu de aumentar el
número de colaboradores y los salarios que percibían. También es necesario
decir que la situación actual no es culpa del nuevo gobierno municipal que
encabeza Alejandro Barragán Sánchez, al que aparte del pago de nómina le tocará
lidiar 84 problemas de tipo laboral, catalogados como “pasivos contingentes”
consistentes en 61 expedientes laborales activos, 11 expedientes administrativos
y 12 juicios de amparo activos, que se calculó representan un perjuicio
económico para el municipio del orden de los 30 millones de pesos. A ello hay
que sumar una deuda pública que supera los 56 millones de pesos.
Ante todo esto, cabe preguntar… ¿Es
rentable para el pueblo un gobierno así? ¿Qué se puede hacer para mejorar la
situación que priva en el Gobierno Municipal? El pueblo, tiene la palabra.
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