Rafael
Martínez Rodríguez
Cuando
un candidato está en campaña, parece tener la pócima mágica a la solución de
los problemas que aquejan a la población, pues ofrece un sin número de
soluciones populares que atraen al electorado y coloca al candidato en una posición
ventajosa ante sus adversarios, pero contrario a ello, muchas veces no son
factibles las posibles soluciones o simplemente carecen de toda lógica de la administración
pública.
A la hora de gobernar se tienen que tomar en
cuenta muchos factores, desde lo económico hasta lo político, además de un sin fin
de opiniones de allegados y de no tan allegados, pues solo así se pueden tomar
las mejores decisiones, alejadas de los arrebatos sentimentales de los gobernantes.
Los
primeros días de los gobiernos municipales son decisivos, porque se define la
política y el rumbo que tomará el resto de la administración, depurando
personal, poniendo a prueba la lealtad y, sobre todo, ver los resultados obtenidos
a corto plazo y las soluciones que cada miembro de la administración pública
este obteniendo, en la encomienda otorgada.
Sin duda son momentos claves para la toma de decisiones, dejando atrás los apasionamientos, los compromisos políticos, los apegos personales y familiares para mejor proveer dentro del ejercicio del poder público, y sobre todo gobernar con objetividad y con transparencia.
El inicio es el más peligroso para la toma de decisiones, pues el presidente se rodea de gente cercana y no todos tienen las mejores intenciones, pues muchos ven sus intereses por sobre el proyecto de gobierno municipal, inclinando las decisiones presidenciales enfocadas a los intereses particulares, generando una barrera que aísla a los presidentes de las demás opiniones, que pueden llevarlos a tomar una decisión más informada y con diferentes ópticas.
Es
preciso que los alcaldes formen su criterio, definan a sus allegados de manera objetiva,
calificándoles por su trabajo, por su eficiencia y no por los mini discursos mediáticos,
que no solucionan problemas, y que lejos de abonar destruyen lentamente a los
equipos de trabajo.
Los
ciudadanos están atentos a estos primeros días de gobierno, están atentos a los
movimientos de los actores políticos, están generándose una opinión general que
puede ser positiva o negativa, dependiendo de las soluciones o las
obstrucciones que encuentren en los operadores de la administración pública
municipal.
Gobernar es fácil, cuando se cuenta con la mayor información, cuando se toma una decisión, gobernar es fácil cuando se realiza con honestidad, sentido humano, gobernar es fácil cuando se cuenta con un equipo leal no con un presidente, sino con los ciudadanos, gobernar es fácil cuando se gobierna con la razón no con los sentimientos.
Concluyo
con la frase del filósofo chino Confucio, “Arréglese al estado como se conduce
a la familia, con autoridad, competencia y buen ejemplo”.
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