Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
Las
instalaciones de la central camionera de Ciudad Guzmán lucen sucias, la basura
que bota las personas se esparce en los patios donde se estacionan los
autobuses, y qué decir en la parte exterior o sus alrededores,
independientemente del mal estado en que se encuentran los espacios por donde
circulan los vehículos particulares o los taxis para bajar pasaje, dejan mucho
que desear por ser la primera impresión que tienen los pocos pasajeros que
arriban a esta ciudad a través del servicio que se presta al público.
De igual forma, debido a la
presencia de aves, hay heces en muchas de sus partes exteriores, lo que indica
que los concesionarios o propietarios de este inmueble no tienen mucho interés
por que este sitio público no solamente luzca mejor y con ello los pocos o
muchos usuarios que hagan uso de sus instalaciones no corran riesgos o se
lleven una mala impresión en su arribo o visita al lugar o la ciudad,
independientemente de que los terrenos aledaños al espacio dedicado para el
arribo de los autobuses y bajada o estancia de los pasajeros, luzca mejor, como
lo merece la ciudad y el propio inmueble.
La central camionera de Ciudad Guzmán se construyó en el período de gobierno
municipal encabezado por Luis Carlos Leguer Retolaza, que fue del primero de
enero del 2001 al 31 de diciembre del 2003, y fue, de hecho, lo más
trascendente que en materia de obra pública se llevó a cabo durante su gestión,
con lo que en su tiempo se resolvió el problema que la ciudad padecía con la
presencia y actividad de los terminales de pasaje de las líneas que operaban en
aquel entonces, cuyas unidades ingresaban a la zona centro, se estacionaban y
hacían sus movimientos en los espacios de calle que tenían como sede provocando
algunos problemas.
En aquellos tiempos, se dijo, la
construcción de este inmueble vendría no solamente a resolver una necesidad en
materia vial de la ciudad, de que hubiese un servicio de mejor calidad y de
atención para los usuarios y el pasaje, porque se creyó que con ello se
detonaría el crecimiento económico y comercial de la misma ciudad y
especialmente en los alrededores donde se sentó la construcción y que, a casi
dos décadas de ello no ha sido tal, por el contrario y tal vez por la especulación,
los terrenos aledaños siguen en calidad de baldíos y como tales llenos de
basura y maleza.
Y, lo peor aún, las mismas
instalaciones no han recibido una mejora sustancial, salvo las salas de espera
que algunas líneas han establecido para el servicio de su pasaje, porque de ahí
en más el inmueble luce un mal aspecto por las circunstancias ya señaladas.
También es notorio que hay poco movimiento en los andenes, son escasos los
autobuses que arriban a esta central y por lo tanto hay menos pasaje que
servir, un sitio al que hay que trasladarse en taxi o en los autobuses de
pasaje urbano que dan servicio hacia el lugar de referencia, lo que incluye un
gasto extra a la necesidad de transportación foránea que tiene la gente.
Por ello, y principalmente por las líneas particulares o pequeñas que hacen servicios de traslados a lugares como Gómez Farías, San Andrés y pueblos cercanos, mucho del pasaje que debiera de recogerse en la central camionera, espera su paso por la Avenida Juárez, por donde no solamente circulan los autobuses que hacen este servicio, también por donde se paran para que aborden los usuarios que tienen o van a esos destinos, ocasionando problemas en esa vialidad ante la complacencia de las autoridades correspondientes. En resumen y como se trata de un inmueble en servicio, útil para la gente, aunque sea propiedad privada, debiera de estar en mejores condiciones de uso, de imagen la central camionera de Ciudad Guzmán.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario