Juan
José Ríos Ríos
La
decisión tomada por los integrantes de la Mesa de Salud y dada a conocer por el
Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, para que a partir del 16 de
noviembre próximo se regrese a clases presenciales en las escuelas de educación
básica y media superior, no se sustenta en una realidad y sí pone en riesgo de
contagios del COVID 19 a alumnos, maestros, directivos y demás personal de las
escuelas consideradas, sostienen maestros en activos consultados sobre el tema.
Su reacción se basa en que muchas de
las escuelas no cuentan con material de limpieza ni personal para que la haga
y, principalmente, que los alumnos de estos niveles no están vacunados por lo
que se corre el riesgo de un rebrote de la enfermedad, se carece de medidores
de carbono, se requiere que se sanitice los salones en determinado tiempo y no
se da actualmente en las escuelas que operan dando clases con medios grupos, a
lo que hay que agregar la falta de conciencia entre los mismos alumnos que no
respetan reglas ni medidas para no contagiarse.
Las opiniones captadas sobre el tema
señalan que el Gobierno del Jalisco no está al tanto de la realidad que se
tiene en el sistema educativo, cuando menos de Ciudad Guzmán, porque todas las
carencias señaladas líneas arriba son reales, no se ha dotado de material de
limpieza, muchos planteles educativos permanecen en estado de abandono desde
que se tomaron las primeras medidas para enfrentar la pandemia, por lo que
primero habría que aplicarse medidas de seguridad y protección, que el regreso
a clases masivo como lo propone el Ejecutivo de la entidad.
En el mensaje emitido por el
Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, se indica que en materia de
vacunación el 79 por ciento de los jaliscienses tienen por lo menos una dosis,
de estos, los de 18 años y más han recibido el 81 por ciento, de 30 años y más
están vacunados el 71 por ciento, de 40 años y más están protegidos el 65 por
ciento, de 50 y más el 64 por ciento y de 60 para arriba el 71 por ciento tiene
protección con vacuna.
Sin embargo, los alumnos de
educación básica y media superior, en su gran mayoría no tienen 18 años y por
lo tanto no forman parte del sector ya protegido por la vacuna, y son ellos los
que van a ponerse en riesgo con la medida tomada y que entra en vigencia a
partir del 16 de noviembre próximo, lo que el gobierno debe tomar en
consideración, que considere que las escuelas que cobijarán a estos alumnos no
cuentan con las instalaciones apropiadas, no disponen de material sanitario ni
el personal ha sido capacitado, no tienen o disponen de las ventajas que las
instalaciones de la Universidad de Guadalajara gozan, pero que no son para dar
atención a alumnos de educación básica y media superior, y sus maestros o
directivos corren el mismo riesgo.
Es de desear y esperar que el
Gobierno del Estado, ya que pone en vigencia esta disposición, más allá de una
medida espectacular del Ejecutivo de la entidad, para llamar la atención o para
hacer contrapeso a las críticas y medidas que se toman en su contra por su
actuar como tal, subsane las carencias, ordene a la Secretaría de Educación y a
la de salud hacer un recorrido y chequeo para conocer la realidad de TODOS los
planteles educativos que compromete con la medida, que por encima de todo se
privilegie la seguridad y la salud de niños y jóvenes, de sus maestros, de los
directivos y demás personal involucrado en este acuerdo, y si hay reacciones en
contrario, se sepan atender por el bien de todos.
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