El Volcán/Tapalpa
El Centro Acuícola El Nogal, ubicado en Tapalpa, se
consolida como espacio productor de lobinas, una especie muy demandada para la
pesca deportiva y para incluirse en la dieta de algunas comunidades rurales
para el autoconsumo en condiciones especiales.
Este año este módulo acuícola superará la canalización de 90 mil crías a distintas organizaciones que las demandan para competencias de captura recreativa en su mayoría, según lo informó el encargado del despacho de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER-Jalisco), Salvador Álvarez García.
El funcionario estatal
resaltó que se tiene un cuidado especial en que las crías no se canalicen a los
embalses donde hay capturas importantes de peces con una alta demanda
comercial, como tilapias y bagres, entre otras, dado que la lobina es una
especie carnívora y de gran voracidad.
Al respecto, el biólogo
titular del citado centro acuícola, Tomás Enrique Serrano, resaltó las medidas
preventivas en el destino de las lobinas.
“Toda la siembra de lobina
fue enfocada a atender solicitudes de ranchos o bordos controlados, porque le
damos mucho cuidado de que la siembra de lobina sea en un sistema cerrado donde
haya control y no hay peligro de que la lobina escape a cuencas que vayan a
contaminar biológicamente lo que se escapen a lugares grandes como presas o
lagos. Uno de los requisitos que les pedimos a los productores, es que sea un
sistema cerrado, que esté controlado, que solo sea para aprovechamiento de
autoconsumo o de pesca recreativa”, detalló.
El biólogo explicó que la
lobina es un pez peculiar que requiere de atención especial en su crianza, como
en lo relacionado con su alimentación, dado que no consume alimento balanceado,
por lo que se le suministran seres vivos, como el zooplancton en su etapa de cría,
y posteriormente hay que suministrarle especies mayores, como la tilapia, la
mojarra agalla azul y el charal.
Mencionó que en las presas
donde hay pesca deportiva, la presencia de la tilapia, sobre todo del charal, por
su gran capacidad reproductiva, son de gran importancia para que se tenga un
equilibrio entre las especies.
Citó los ejemplos de las
presas El Salto, en Valle de Guadalupe, en la Región Altos Sur; y la de El Nogal,
en Tapalpa, donde el charal juega un papel importante “como forraje de la
lobina”.
Serrano también expuso que
en ocasiones la lobina se convierte en un factor que facilita el equilibrio de
las especies, lo que supone aprovechar su voracidad. Trajo a colación el
ejemplo de una organización pesquera en Mixtlán, a la que se canalizaron
lobinas para controlar una sobrepoblación que se tuvo de tilapias en un cuerpo
de agua.
Comentó que la lobina como
tal es un pez de gran calidad nutricional y de atractivo en la gastronomía, y precisó
que la que se vende en los mercados del mar, en su gran mayoría, se trae de
entidades de presas del Norte del país.
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