Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
Según
el Instituto Nacional de Salud Pública, en México muere una mujer cada hora por
padecer cáncer de mama. Sostiene que en el 2020 fallecieron por esta causa 7
821 mujeres, por lo que se considera necesario actualizar la Norma Oficial
Mexicana y se requiere un programa de detección organizada, oportuna. “El
cáncer más común en mujeres en el mundo es el de mama, de ahí que sea de vital
importancia estudiarlo y tomarlo en serio”, señaló la doctora Gabriela Torres
Mejía, investigadora de esta institución.
En el parte informativo dado a
conocer, a propósito de la Celebración Mundial del Día del Cáncer de Mama, el
pasado martes 19 de octubre, se indica que México murieron 7821 mujeres por
esta enfermedad en el 2020, que corresponde aproximadamente 1 muerte cada hora
en el país, cuando la tasa de incidencia a nivel mundial es de 47.8 por cada
100 mil mujeres, México se ubica por debajo del promedio internacional con el
40.5; misma situación en la tasa de mortalidad que se ubica a nivel mundial en
el 13.6 por ciento y en el país en el 10.6 por 100 mil habitantes.
“Lo que sí es un hecho es que la
tasa de incidencia de la enfermedad incrementa con la edad, problemática que se
acentúa con la transición demográfica que se vive en el mundo, así como estilos
de vida pocos saludables y de seguir esta dinámica en América Latina, para el
año 2040, los casos van incrementar en un 49 por ciento”, agregó.
La también Directora del Área de
Investigación en Enfermedades Cardiovasculares, Diabetes y Cáncer, refirió que
para reducir la carga de la enfermedad se plantean una serie de aspectos como:
promoción de la salud, prevención, detección y diagnóstico oportuno,
tratamiento adecuado, calidad de la atención, control, vigilancia
epidemiológica, tamizaje efectivo y evitar intervenciones innecesarias cuando
las lesiones son benignas.
En cuanto al programa de detección
organizada que implican acciones desde tamizaje a la población en riesgo,
control y seguimiento de casos, la investigadora consideró que en México este
programa es “oportunista”, ya que si bien hay esfuerzos para detectar los
casos, no los hay con la organización que se requiere. Refirió que en nuestro
país se cuenta con la Norma Oficial Mexicana para la prevención, diagnóstico,
tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama
(NOM041-SSQ2-2011), la cual incluye dos aspectos de prevención: la primaria,
que abarca estilos de vida saludable (lactancia materna, actividad física,
reducir sobrepeso y consumo de alcohol).
La prevención secundaria que
contempla la detección temprana: examen mensual a partir de los 20 años, examen
clínico anual a los 25 años y mastografía cada dos años en mujeres de 40 a 69
años. Afirmó que esta Norma fue actualizada en el año 2011 y un punto que se
sugiere se incorpore es el relativo al uso de hormonas para la menopausia como
un factor de riesgo, “no se trata de no utilizarlas, sino de no ofrecerlas de
manera indiscriminada y sólo para los casos que efectivamente lo requieran”.
Respecto a cuál es la forma más
precisa para detectar esta enfermedad, indicó que la autoexploración de manera
mensual es indispensable, a esto se suma la combinación de ultrasonido y
mastografía, “uno no sustituye al otro, al utilizar ambas tecnologías se
incrementa la especificidad de la prueba lo que contribuye a una detección
oportuna”, concluyó.
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