Salvador
Mateo*
En días
recientes, el diario Mural del grupo Reforma y otros medios digitales
publicaron notas informativas en las que manejan afirmaciones de Víctor Manuel
Villalobos Arámbula, Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno
de México. Desde mi punto de vista la información publicada es interesante
porque el titular de la dependencia federal maneja datos que reflejan el
aumento de la dependencia e inseguridad alimentaria por la que atraviesa
nuestro país en plena 4T.
El
funcionario federal afirma que el sector agropecuario mexicano no tiene
capacidad de ser autosuficiente en la producción de granos, por lo que seguirá
dependiendo de su importación. "Seguiremos dependiendo de la importación
de granos, por ejemplo, no vamos a poder seguir, o pensar que podríamos llegar
a ser autosuficientes, es una demanda mucho más allá de la capacidad productiva
que tenemos", reconoció Víctor Villalobos.
Me
interesa destacar lo que dijo Villalobos "La estrategia es comprar maíz
industrial, maíz amarillo, transformarlo en proteína barata, que es pollo, que
es huevo, es la proteína más barata que consume nuestra población de menores
ingresos o toda la población y de esa forma estamos atendiendo este tema".
Por otro lado, confió en que el sector tiene capacidad de garantizar la
seguridad alimentaria nacional y de mantener la capacidad productiva de
exportación, sin embargo, la preocupación está en el impacto del poder
adquisitivo de la población por el Covid-19 y el aumento en el número de
pobres. Lo que implica que ahora hay más inseguridad alimentaria con la 4T.
Organismos internacionales advierten que ha aumentado el número de mexicanos
que no tienen comida disponible ni dinero para comprar alimentos y además que
sean nutritivos para tener una vida sana.
Considero
que la mayoría de los mexicanos seguimos escuchando que el presidente Andrés
Manuel López Obrador, igual como en su larga campaña presidencial, señalar en
sus discursos que México debe apostar a la autosuficiencia alimentaria, es
decir, a producir lo que se consume a nivel nacional y no depender de las
importaciones. Dice “Afortunadamente, por lo que hacen los productores
mexicanos, pequeños, medianos, grandes, somos autosuficientes en muchos
alimentos y se ha ido mejorando cada vez más la actividad productiva en el
campo para no ser deficitarios y tener los alimentos que se necesitan”. Sin
embargo, una cosa es el discurso y otra la realidad.
De
acuerdo con estadísticas oficiales, publicadas en diversos medios. México
registra importaciones récord en granos por caída de producción. La disminución
de la producción de frijol, sorgo, maíz y trigo en el país impulsa las compras
del exterior y ha propiciado que nuestro país registre récords en importaciones
de estos productos en lo que va de 2021. En los primeros cinco meses del año,
el país ha importado 16.7 millones de toneladas de granos básicos, de acuerdo
con datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). Esta cifra
representa un incremento histórico en las importaciones de granos y oleaginosas
respecto al mismo periodo de 2020.
Si
bien es cierto que el problema de la dependencia alimentaria no es reciente ya
que, según analistas viene desde las reformas emprendidas a fines del siglo
pasado para impulsar el neoliberalismo en nuestro país, entonces por qué hay
más dependencia e inseguridad alimentaria en la 4T, en el que según el jefe e
ideólogo del gobierno morenista López Obrador, el periodo neoliberal quedó
atrás. La respuesta está en lo que
declara el propio Secretario de Agricultora Víctor Villalobos. "Hemos crecido en el año más complicado,
2020, con un presupuesto significativamente menor que el que se ejerció en el
2019 o en el 2018.
Especialistas
aseguran que los recortes a programas del campo han abonado a que la producción
de granos haya disminuido en los últimos años. En los tres paquetes económicos
que ha elaborado la presente administración, el presupuesto para el campo se
redujo 40 por ciento, lo que ha afectado programas como los de precios de
garantía y productividad en el país. Los programas de precios de garantía a los
pequeños productores no han dado los resultados esperados.
Ninguno de los programas federales a la productividad ha logrado que el productor aumente sus rendimientos de cosechas. Por lo que urge atacar las causas de la falta de alimentos suficientes y de calidad que azota a la inmensa mayoría del pueblo de México como la falta de inversión del gobierno federal en materia agroindustrial, brindar facilidades de créditos para el sector agrícola y ganadero, así como, en investigación para generar tecnología propia, entre otras acciones.
Alcanzar la soberanía y la seguridad alimentaria en nuestro país, no es fácil. Como se ve, se necesitan políticas agrarias y alimentarias propias y bien definidas que favorezcan la producción nacional. Es obvio que todo esto no podrá ser llevada a cabo por la 4T que se caracteriza por un desprecio total a la ciencia y la inversión pública. La tarea recae en el pueblo organizado y educado.
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