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martes, 22 de junio de 2021

In Memoriam Ma. Teresa de la Mora Ochoa (1924-2021)



 

René Chávez Deniz

 

 

El lunes 14 de junio, por la mañana, Tecalitlán amaneció de luto por la noticia del fallecimiento de la Srita. María Teresa de la Mora Ochoa, Una Mujer del Mundo de Hoy, Consagrada a las cosas de Dios.



María Teresa de la Mora Ochoa, de suave personalidad, nació en Tecalitlán el 13 de agosto 1924 hija de los señores Arturo de la Mora y de Angelina Ochoa.


De conducta intachable, respetuosa y sobre todo piadosa, durante los años de 1967-1973 albergo en su domicilio particular a un grupo de personas de la tercera de edad.


Mari de la Mora conoce perteneció por muchos años al instituto secular “Heraldos de Jesús” este instituto fue fundado por el Pbro. J. Jesús Trujillo V. y la agrupación central se ubica en la Cd. de Colima.


María Teresa de la Mora fue durante un tiempo la responsable general de dicho instituto.


 Consciente de lo que significa consagrarse al Señor en un mundo lleno de necesidades espirituales, incansablemente realizo actividades propias de la mujer de hoy a la par con un apostolado lleno de profundo amor a Dios.


Su trato fuerte con el Señor por medio de la oración es el apoyo indispensable que la hace estar presente en cada una de las actividades apostólicas que realizan en el instituto.


María Teresa durante los años de 1967 a 1973, albergó en su domicilio particular a un grupo de personas de la tercera edad ya que la filosofía de esta gran mujer es la de “colaborar sin pedir nada a cambio”. Ella entiende la importancia de ayudar a su prójimo y lo aprende poniéndose en la situación de esas personas.


De la Mora Ochoa, una mujer de hoy consagrada a las cosas de Dios, una mujer nacida en nuestra parroquia de Tecalitlán, que día con día proclamo el evangelio de Cristo con su testimonio personal y sus palabras elocuentes. Una mujer del mundo de hoy, consagrada a las cosas de Dios.


En Tecalitlán existe una casa de descanso para adultos mayores que lleva su nombre Ma. Teresa de la Mora Ochoa.


Sabemos que muchas personas fallecen diariamente en el mundo, pero aquellas que por sus obras trascienden y brillan por sus obras y su testimonio integro son pocas.


Mary Mora en nuestro municipio ha sido una de ellas, es difícil misión de rendir homenaje póstumo a una mujer destacada, sencilla, sensible y especial.


Por ser una mujer de genuina vocación, con misión de ayudar a quien más lo necesita.


Su perdida nos ha conmovido profundamente y resulta muy complicado resignarse a ello, porque mujeres como ellas son y serán pocas por su conducta intachable, sus valores humanos y cristianos que con su testimonio constante nos dejan el aprendizaje de que esta vida uno de los objetivos es el servicio constante a los demás especialmente a la gente vulnerable.


No es importante la edad a la que uno muere, lo que realmente importa, es la intensidad con la que se vive la vida.


 Mary Mora sin duda vivió cada minuto de su existencia cabalmente sirviendo al prójimo.


Estamos seguros que Mary físicamente no está con nosotros, una mujer que a su paso por esta tierra piso fuerte, dejó una huella profunda, no se aleja del mundo, solo reposa en la casa del padre.


Mari Mora mujer tecalitlense ejemplar porque fue consciente de lo que significa consagrarse al Señor en un mundo lleno de necesidades espirituales.


Fue incansable en realizar actividades propias de la mujer de hoy a la par con un apostolado lleno de profundo amor a Dios.


De la Mora Ochoa fue una mujer generosa al albergar en su domicilio particular a un grupo de personas de la tercera edad con la mística de colaborar sin pedir nada a cambio.


 Entendió la importancia de ayudar a su prójimo y lo aprende poniéndose en la situación de esas personas.


 Mary Mora día con día proclamo el evangelio de Cristo con su testimonio personal y sus palabras elocuentes, una mujer profundamente espiritual especialmente una mujer de oración.


Mari Mora Una mujer del mundo de hoy, consagrada a las cosas de Dios, nos deja un legado al servicio de adultos mayores vulnerables, esta casa de descanso que lleva su nombre es uno de tantos sueños que se volvieron realidad por su perseverancia y tenacidad por lograr sus objetivos que tenían que ver con la ayuda a quienes más lo necesitan.


Mary Mora, mujer ejemplar que ya se incluye en ese grupo reducido de tecalitlenses con gran espíritu de servicio hacia las personas que más lo necesitan.


Los tecalitlenses tenemos el honor de rendir este humilde pero sincero homenaje a quien en vida fue una mujer religiosa, integra en su vida, se hace necesario expresar a Mari Mora un palabra de agradecimiento y retribución por tantos años dedicados al altruismo, un sencillo ¡Gracias! tal vez no alcance en comparación con tanto que hiciste durante el paso por este mundo, pero es una palabra que nos enriquece e ilumina el alma cuando lo pronunciamos con sinceridad y autenticidad.


Mari no olvides a nuestro querido pueblo! Te queremos y siempre tendrás un lugar especial en el corazón de los tecalitlenses.


Descansa en paz Ma. Teresa de la Mora Ochoa.


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