El
Volcán/Sader
El
proyecto piloto de inducir la producción de limón persa en la Región Norte de
Jalisco, ha dejado buenas señales a un año de haberse establecido las 21
hectáreas en el municipio de Bolaños, informó el responsable del despacho de la
Secretaría de Agricultura y Desarrollo (SADER Jalisco), Salvador Álvarez
García.
Mencionó que este proyecto se apoyó dentro de un
Programa de Desarrollo Territorial (Prodeter) en un entorno de un microclima de
tierras del cauce del Río Bolaños donde no se tienen heladas por lo general, lo
que favorece el crecimiento del cítrico, y se conceptualizó como herramienta
que se puede replicar en otros municipios que comprenden el cañón del citado
río, como son Chimaltitán y San Martín de Bolaños.
Álvarez García resaltó que este proyecto se encuadra
en las prioridades del Gobierno de Jalisco de impulsar alternativas de
desarrollo regional, con énfasis en las regiones marginadas.
Por su parte, el gerente de la Región Norte de la
SADER Jalisco, Juan Pablo Fernández, recordó que el arranque de las
plantaciones limoneras en Bolaños tuvo el acompañamiento del programa de
extensionismo de la Secretaría, lo que supuso la orientación técnica en varios
temas, como nutrición, riego y el combate de plagas.
Citó que se presentó en una parcela el problema de
las hormigas, lo que fue contrarrestado con las indicaciones técnicas
correspondientes. Adujo que como van las cosas en año y medio ya podría tenerse
la primera cosecha.
Expresó que la intención de este proyecto es
promover en el municipio de Bolaños una zona citrícola de un producto que
crecientemente gana relevancia en la fruticultura jalisciense, con una demanda
al alza en el mercado externo y también en el consumo doméstico.
Detalló que el proyecto está dividido en cuatro
polígonos diferentes, cerca de donde está el caudal de la principal fuente de
irrigación de agua, y que se construyeron cárcamos (pozos de captación) en los
cuatro polígonos, al igual que se bombeó agua hacia ese sistema de riego ya por
goteo. Son entre seis y siete hectáreas (a lo más) dependiendo del polígono, y cuatro
grupos que representan a los productores involucrados.
También puntualizó que se tuvo a favor el hecho de
empezar las plantaciones con material vegetativo certificado, de modo que se
asegure la sanidad para que la fruta se destine a la exportación en un plazo
cercano.
Según conocedores del tema, el clima de Bolaños se
presta para aprovechar hasta cinco cortes de limón, en vez de los cuatro que se
tienen en otras regiones citrícolas.
Por cierto, el cañón de Bolaños ha sido
históricamente una de las zonas mineras más importantes de Jalisco y del país,
motivo de bonanza en varias épocas, como se muestra en lo que permanece de su
arquitectura colonial con sus imponentes edificios de piedra, como sus
iglesias, su presidencia municipal y la finca de la casa de la moneda.
Su economía actual requiere de fuentes alternativas
ante fluctuaciones del mercado mundial de los metales, y por eso se promueven
otras actividades del campo, por ser municipio rural de alta marginación. El
cañón de Bolaños lo integran los municipios de Chimaltitán, San Martín de
Bolaños y el municipio del mismo nombre.
Bolaños se ubica a 270 kilómetros de Guadalajara.
En años recientes ha cobrado relevancia la
exportación de limón persa jalisciense. La calidad del limón de Jalisco tiene
su soporte en la certificación de huertas, empacadoras y centros de acopio.
Esto ha permitido avanzar en la diversificación de mercados, como Norteamérica,
Asia y Europa.
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