Sandra Gómez
Estimado
lector, la reflexión es el mejor de los caminos para emprender el VIAJE, la
reflexión nos debe sacudir el polvo y recordar que somos águilas y no gallinas
o pavos. Del taller de Educación
Financiera y Mercadotecnia (EFM), le presento al cuarto “AS”; cuando leas su
caso podrás comprobar que son muchas más las personas quienes se auto limitan
para emprender un negocio, que aquellas que con sus acciones nos demuestran que
algunos sueños locos se cumplen.
Como
es mi costumbre, escribo de casos reales, personas quienes me han confiado sus
experiencias ya sea en consulta o porque han sido personas que me inspiran en
mi vida profesional y/o privada. Estar demasiado cómodo es el principal
obstáculo para el emprendedor; aun cuando escribo de crianza con niños
con necesidades educativas especiales (NEE), siempre recomiendo que les demos
la oportunidad de alcanzar su máximo potencial, y que cuando los padres
sobreprotegen, impiden el adecuado desarrollo del niño; la mejor de las
crianzas es lograr que las personas sean independientes lo que incluye el área
económica; un joven debe ser capaz de auto-financiar sus gastos, y esto es
progresivo, en cuanto más rápido tengas a tu alcance la educación financiera,
te resultara en independencia económica.
Es
común escuchar “eres un gallina” cuando la persona tiene “miedo” y como he
explicado el miedo no es malo,
sin el miedo haríamos cosas “tan locas” que pondríamos en riesgo nuestra
integridad física y la de otros seres vivos. Así que el miedo primitivo que nos
pone en alerta es un mecanismo de defensa que nos ayuda a sobrevivir
poniéndonos en resguardo ante un ruido “x”, o una percepción de “algo está mal”;
los extremos desde luego son inadecuados, cuando el miedo se transforma en
incontrolable y afecta nuestras relaciones interpersonales y laborales es
necesario una intervención profesional en ese caso es necesario darle
tratamiento específico que hoy no es el tema a tratar. Lo que si deseo señalar
es el “calificativo o etiqueta” que puede dañar nuestra estima y sembrar una
creencia errónea de nuestro potencial.
Escuche
a Laín García (2021) decir: “para volar
como un águila rodéate de águilas; no puedes volar como águila si estas rodeado
de pavos…el pavo te dice, NO consigas comida desde el cielo, voltea para el
suelo, ahí tienes la comida”.
A
continuación, les presentare a mi cuarto AS, de la compañía Stanley Home
Products en donde se me formo como vendedora. Con estas historias de vida deseo
inspirarle a VOLAR COMO ÁGUILA; recuerde que, en esta comparación, el águila es
capaz de arrancarse sus plumas y pico, es una forma de regenerarse… una
“segunda oportunidad (R. Kiyosaki)”.
Para
mí, este tiempo de confinamiento derivado del COVID-19, me ha hecho re-pensar
mis prioridades a la vez que proponerme nuevos proyectos más enfocados a la
parte de incrementar mis recursos económicos; la conclusión a la que llegué es
que debo activarme, me dije a mi misma: tienes el más alto grado académico… ¿y
ahora?; ¿Por qué eso no se ve reflejado en el BIENVIVIR? y es aquí en ese
confinamiento (2020-2021) en donde retomo mis conocimientos de mercadotecnia
que no había apreciado en su magnitud, de hecho no me había dado cuenta de cuán
importante es esa formación en mi vida profesional.
Recordando
que la mejor de las pagas por mis horas transformadas en dólares, sin duda
fueron en Stanley; y no se equivoquen me encanta mi trabajo de investigación,
dar clases, dar consulta, etc. Pero las fiestas Stanley tiene lo propio; y ahí
obtuve más dinero que en ningún empleo. Aprendí a manejar mis horarios, a
multiplicar mis utilidades y administrar mis actividades. Todas las cualidades
de un emprendedor.
¿Qué tenía mi trabajo en Stanley que no tiene mi trabajo actual? ¿Únicamente la
diferencia en el pago por hora? eso, por una parte, ¿Qué debo poner en practica
hoy?; mi respuesta tiene coincidencia con lo que me decían mis ASES de SHP, aun
no me he posicionado para cobrar más por hora; me he dado cuenta que tantos
años haciendo mi trabajo por placer me dejo con “clientes” a quienes no cobro
mis servicios. Cuando vendes productos queda claro que al dar tu mercancía te
devuelven un pago; pero hoy lo que vendo son servicios y algunos clientes no lo
“pagan”. Recuerdo que en Stanley me
molestaba que, al entregar la mercancía, algunos clientes me decían después le
pago, vuelva tal día, etc., y no tenía la experiencia para manejar la situación
y me quedaban debiendo… no se trataba únicamente de dinero sino también de
tiempo. Me pregunto ahora ¿Excelente vendedora?
Sino sabe cobrar. En este compás de tiempo y con las lecturas para
preparar el taller de Educación Financiera, me di cuenta de que debo aprender a
VENDER mis servicios; como les digo a mis lectores “agrega valor”; yo ya lo
hice en el área académica tengo el máximo grado de estudios, pero me falla la
mercadotecnia, y es aquí en donde debo presentar a mi cuarto “as” y su
historia.
Caso
#4. Andrea Rodríguez.
La Sra. Andrea, fue mi jefa directa ella no fue quien me recluto, pero era la
líder del grupo al que yo pertenecía, y era la jefa de mi madre Arcelia Patiño, quien me inscribió en la
compañía. Andrea cuando la conocí siendo yo una adolescente, siempre traía a su
hijo Juan Navarro unos años menor que
yo a quien aprendí a ver como un “primo”; el hizo equipo con su madre y en
conjunto cumplían con grandes metas en ventas y reclutamiento; con ellos
también viajé en numerosas ocasiones y aprendí muchísimo. Hoy
deseo presentarles el caso de una vendedora de nuestro grupo quien no sabía
leer ni escribir; tuve la oportunidad de verla crecer como “persona” dentro
de la compañía; sin duda un gran ejemplo; a ella le hicieron paquetes de
productos que sabía demostrar; uno era para la limpieza en la cocina
#1(desgrasante+ fibras), el paquete #2 cuidado de la ropa (aquiland+ milagro de
naranja+ cepillo), y el paquete #3 del cuidado personal (pavana+ freca pies+
piedra pómez); esto era su MUESTRARIO, en los pedidos únicamente colocaban los
números, así que le era sencillo venderlos…en fin que tuvo mucho éxito su
MODELO de ventas por paquetes, si la persona quería otro producto del catálogo,
les pedía que ellas mismas los escribieran con el número de identificación del
producto en su nota de compras y después en casa con apoyo se completaban las
ventas. Pude verla subir al escenario a recibir premios por ventas, una mujer
que inspiro a una nueva generación al lado de un AS en ventas y reclutamiento.
¿Por
qué seguir comiendo como el pavo del piso si podemos seleccionar diferentes
alimentos desde el cielo como el águila? La respuesta está en a quienes
seguimos, que tanto nos dejamos ayudar… ¿sabemos lo que queremos?
Andrea Rodríguez para mí es una persona que me
inspira, es una mujer perseverante que ha compartido con decenas de personas la
oportunidad para emprender su propio negocio; con ella vi una y otra vez que se
le da el mismo trato a una persona con un gran poder adquisitivo que a quien
únicamente nos compra una pieza, la atención al cliente para ella siempre es
prioridad, y así lo aprendí. Recuerdo que en una de mis demostraciones le
compartía que no tenían mesa para poner los productos así que me pusieron un
par de cubetas y una tabla… en fin que no cabían ni la mitad de mis productos;
ella gentilmente me compartió que eso era muy común entre sus clientas así que
por eso siempre tenía un Plan “B” un Mini-display que además era más fácil de
poner-guardar. Como una de las reglas de las fiestas Stanley es tomar de ahí
tres demostraciones, y esto con frecuencia hacia que las clientas se
repitieran, ofrecía la oportunidad de cambiar los productos que se demostraban,
abriendo la oportunidad a nuevas ventas con las mismas clientas; por otra
parte, recuerdo que me comento la importancia del mantel plástico con el
logotipo. Asimismo, cerramos la conversación con “el uniforme ejecutivo” al que
de acuerdo al grupo podíamos “informalizar” quitándonos el blazer. En
conclusión, a todas las clientas les gusta ser tratadas con respeto y perciben
el “buen trato” que incluye el llegar organizadas y arregladas a “La Fiesta
Stanley”; ella también me enseño la importancia del manejo de los tiempos con
las clientas, asignarles tareas previas (para incrementar la venta neta), no
recibir alimentos con ellas, de preferencia traer nuestra propia botella de
agua, entre otros TIPS, que me han servido a lo largo de mi vida.
Mis
4-ASES, no únicamente me instruyeron en el área de mercadotecnia, ventas,
administración de negocios, todas y cada una de ellas me hicieron mejor
persona; son mujeres y hombres ejemplares competentes en su quehacer, además de
buenas personas.
Gracias: 1. Alicia Unibe; 2. Asunción
Mancilla; 3. Angelina Manrique; 4. Andrea Rodríguez. Esta idea de mis cuatro
ASES, se las compartí al recibir un premio estando todas presentes; dije en mi
discurso “como no ser una VIP, si tengo
los cuatro ases: Alicia, Asunción, Angelina y Andrea,
GRACIAS, por sus enseñanzas y por brindarme la oportunidad de formar parte de
la familia Stanley”.
He
escuchado en las entrevistas a escritores de Best Seller a los que hago
referencia en este Taller de Educación Financiera y coinciden en que la recompensa
llega como resultado del esfuerzo invertido en la preparación a la par de la
diversificación en la inversión de todo lo aprendido, y puesto al servicio de
los demás.
Hay
que separarnos de las personas que nos llevan a “vivir” comiendo de lo que se
nos da sin esfuerzo y en cambio hay que ser parte de quienes disfrutan
compartiendo la oportunidad de crecimiento, quienes ya alzaron el vuelo y han
aprendido que su perseverancia tiene recompensas.
“La intención de dar
no es suficiente, debes dar lo que los demás esperan recibir; por eso, el mejor
empresario no es el que gana más, sino el que da lo que la gente quiere y
necesita” (Laín García, 2021).
Mis
cuatro ASES y muchas personas más de la familia Stanley, como Rafaelita Prado,
Juanita Parga, Lupita Padilla, Cuquita, Margarita Manrique, Lupita Camberos,
Cristina Prado, Florecita, Socorrito Álvarez, María Elena Rodríguez (Nena).
Todas compañeras de ventas personas VIP, muy importantes para mí, gracias.
Recuerda
mi estimado lector que detrás de todo éxito, existe una preparación. Valora,
pon en práctica lo aprendido y emprende. A cualquier edad se puede INICIAR,
rodéate de águilas; déjate enseñar a quitar las “pesadas plumas” que son los
viejos paradigmas, y haz que crezca un nuevo pico y garras quitando las viejas
creencias del dinero.
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te gusta este tipo de contenido, comenta y comparte, hasta la siguiente
historia de vida. Dra. Sandra Gómez Patiño.
Referencias:
busca entre mis publicaciones la serie EFM. (Educación Financiera y
Mercadotecnia)
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