Pedro Vargas
Avalos
Recientemente
se han divulgado dos palabras que nacionalmente han dado de que hablar, a tal
grado que andan de boca en boca y se ha pretendido, con ellas, descalificar o
desprestigiar a las personas que se les imputa o a quien se le atribuye.
Una de ellas la expresó el presidente de la república en la mañanera del
reciente 11 de junio, cuando analizando las resultas electorales en la capital
del país, declaró que la guerra sucia había hecho mella en los votantes, “sobre todo sectores de clase media”, los
cuales “fueron influenciados, se creyeron lo del populismo, el de que íbamos a
reelegirnos, lo del ‘mesías tropical’, el ‘mesías falso’, etcétera, etcétera,”
y como “hasta las piedras cambian de modo de parecer”, sufragaron por los
partidos adversarios de la Cuatro T. El resultado, en la gran urbe azteca
considerada baluarte de la izquierda, fue favorable a la alianza “Va por
México”, pues de 16 alcaldías, ganaron 8 y una el panismo.
Hemos de aclarar que aparte de haber obtenido la coalición “Juntos Hacemos
Historia”, 6 alcaldías, en las demás lograron muchos votos, aparte de que de
los nuevos partidos que compitieron, algunos afines a la Cuatro T (Fuerza
Social por México) pero que no podían legalmente respaldar con sufragios a
dicha liga, se llevaron buenas cantidades, las cuales, al no sumar sino restar,
truncaron varios triunfos de los morenistas y sus aliados.
De esa manera, según los seguidores de la actual administración federal,
las clases populares apoyaron con sus votos a la Cuatro T, porque estos grupos
si entienden la lucha contra la corrupción y el esfuerzo de que “por el bien de
todos, primero los pobres”. En cambio,
“un integrante de clase media-media, media alta, incluso, con licenciatura,
con maestría, con doctorado, no,”: ellos son muy difícil de convencer, (es el
lector del Reforma) a los que se les debe decir: “Siga usted su camino, va
usted muy bien, porque es una actitud aspiracionista”, la cual consiste en “triunfar
a toda costa, salir adelante, -ser- muy egoísta”.
A los antedichos integrantes del fragmento de la clase media-media y media
alta, asegura el mandatario nacional, son a los que su amigo finado, Carlos Monsiváis, (alias, Monsi),
calificaba de la derecha y exteriorizó: ‘la verdadera doctrina de los
conservadores es la hipocresía’.
Para rematar esa idea de los individuos señalados como conservadores, AMLO
agrega que suelen ser racistas, y aludió el mapa que luego de las pasadas
elecciones publicó un exdirector del diario Reforma (Lázaro Ríos), relativo a
la ciudad de México, en el
que pintó una línea, como un muro que separa a los pobres de la ciudad con los
de clase media o alta, estampando en la franja de los de clase media y alta,
“porque esa es la mentalidad conservadora” el siguiente letrero: “ Estos son
los que pagan impuestos’ y del lado de los pobres, de los trabajadores, de las
delegaciones donde vive la gente con menos ingresos pone: ‘Estos son los que
reciben subsidio”. Al respecto, el gobernante subraya: “además de
clasista y de racista, es falso. Todos pagamos impuestos, hasta la gente más
humilde… pagan más Impuestos Sobre la Renta los trabajadores que los
empresarios, proporcionalmente…”.
Para finalizar lo de las clases medias, concluye el primer mandatario: “hay
un sector de la clase media que siempre ha sido así, muy individualista, que le
da la espalda al prójimo, aspiracionista, que lo que quiere es ser como los de
arriba y encaramarse lo más que se pueda, sin escrúpulos morales de ninguna
índole; son partidarios de que ‘el que no transa, no avanza’. Es increíble cómo
apoyan a gobiernos corruptos, increíble.” Por lo tanto, “hay que sacar a
millones de mexicanos de la pobreza y que se coloquen en la clase media, pero
sin la mentalidad egoísta, con la doctrina del humanismo, una clase media
fraterna, no individualizada, que eso es lo que hizo la política neoliberal.”
En efecto, tal como sostiene el polifacético mexicano Fernando Rivera
Calderón: “Para que un país logre un equilibrio real, económico y social, todos
tenemos que ser clase media”. Lo cual complementa la doctora Leticia Calderón
Chelius (Investigadora del Instituto Mora): “El centro de la cuestión es que
muchos se mueven con mezquindad y egoísmo, pero es necesario apoyar a los que
menos tienen para que todos podamos ser clase media”.
Ahora pasemos a lo que dijo un intelectual muy favorecido por Carlos
Salinas, también cercano a los panistas, y por tanto persistente crítico de la
Cuatro T y del presidente López Obrador. Es un connotado “abajofirmante”, lo
cual no le quita que se le considere pontífice de una capilla de escritores, y autor
de no pocos libros muy difundidos, además de dirigir la revista Nexos.
El pasado 16 de junio, por cierto, aniversario de la creación del Estado de
Jalisco en 1823, se dio a la publicidad, durante la mañanera de ese día, un
video en el cual el aludido Aguilar Camín, le expresó a un círculo de
excompañeros del colegio “Patria”, que era importante vencer en los comicios
del 6 de junio, a MORENA y López. La grabación ya había sido hecha del dominio
público por el periodista Hernán Gómez Bruera, pero su masiva difusión fue en
dicha conferencia matutina. Lo que patentizó Aguilar, la verdad que no es nada
raro, pues siempre ha impugnado al mandatario.
Sin embargo, en su perorata ante
quienes fueron condiscípulos, agregó que en el venidero 2022, el país estaría
“tan jodido”, que el presidente “probablemente pierda también la revocación de
mandato “por pendejo y por petulante”. Esto nos hizo recordar aquel célebre
organismo llamado PUP (Partido Único de Pendejos) que se formó hace décadas y
servía para hacer escarnio de los mexicanos “agachones” ante el priáto
imperante por tantos lustros.
El término que utilizó Aguilar Camín es indigno de un intelectual, y como
el significado del injurioso vocablo es tonto, estúpido y cobarde, no cabe duda
que fue un soberano “pendejismo” del susodicho comentarista exorgánico, hablar
de forma tan denigrante.
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