Eduardo
Ponce Llamas
Muchos
problemas de salud mental comienzan durante los años escolares, por lo que es
lógico que la educación en salud mental sea parte del plan de estudios.
Con
la prevalencia de problemas de salud mental en nuestra sociedad, es asombroso
que todavía tendamos a estigmatizar las enfermedades mentales. Todavía existen
muchos conceptos erróneos sobre la salud mental.
Los
problemas de salud mental a menudo comienzan durante los años de edad escolar.
De ello se deduce, por tanto, que la educación sobre la salud mental debería
comenzar también a una edad temprana. Debido a que los niños pasan gran parte
de su vida diaria en la escuela, la educación en salud mental lógicamente debe
comenzar en las escuelas.
en
Educación Socioemocional y Tutoría, los estudiantes desarrollan habilidades,
comportamientos, actitudes y rasgos de la personalidad que les permiten
aprender a conocerse y comprenderse a sí mismos, cultivar la atención, tener
sentido de autoeficacia y confianza en sus capacidades, entender y regular sus
emociones, establecer y alcanzar metas positivas, tomar decisiones
responsables, mostrar empatía hacia los demás, establecer y mantener relaciones
interpersonales armónicas y desarrollar sentido de comunidad.
El
desarrollo personal y social es un proceso gradual en el que el estudiante
explora, identifica y reflexiona sobre sí mismo; toma conciencia de sus
responsabilidades, así como de sus capacidades, habilidades, destrezas,
necesidades, gustos, intereses y expectativas para desarrollar su identidad
personal y colectiva.
En
estos espacios se pone especial atención en promover relaciones de convivencia
que fortalezcan el autoconocimiento para comprender el entorno en el que se
desenvuelven, interactuar con empatía en grupos heterogéneos, resolver
conflictos de manera asertiva y establecer vínculos positivos con el mundo. De
esta manera, se pretende que los estudiantes sean capaces de afrontar los retos
que plantea la sociedad actual, desarrollen un sentido de pertenencia a
diversos grupos y valoren la diversidad cultural.
Por
ello, desde la escuela es necesario impulsar ambientes de colaboración y
generar situaciones de aprendizaje en las que los estudiantes valoren la
importancia de trabajar en equipo, compartir sus ideas y respetar diferentes
puntos de vista. En las Áreas de Desarrollo Personal y Social se evita asignar
calificaciones numéricas y se utilizan los criterios: suficiente, satisfactorio
o sobresaliente para evaluar los logros. Por ello, se promueve una dinámica
flexible que permite el trabajo guiado y libre de prejuicios, comparaciones y
competencias. En su lugar, se busca favorecer el compañerismo; el
reconocimiento personal y el apoyo, así como la colaboración y la confianza
para expresar emociones, creaciones, ideas y sentimientos sin el deseo de
alcanzar un estereotipo.
En
este sentido, el docente asume una función de acompañante en el proceso de
descubrimiento, exploración y desarrollo de las posibilidades de sus
estudiantes, promueve situaciones de aprendizaje que afrontan de diversas
maneras, sin limitarse a esquemas o metodologías rígidas.
La
depresión va en aumento
Se
prevé que las enfermedades mentales, en particular la depresión, se conviertan
en una de las mayores cargas para la salud en el futuro. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) afirma que la depresión es la principal causa de
discapacidad emocional en todo el mundo. Más de 300 millones de personas de
todas las edades sufren depresión.
Como
los trastornos de salud mental en la niñez y la adolescencia son tan comunes,
es desconcertante que no estemos equipando a nuestros niños con la comprensión
de la salud mental.
Las
enfermedades mentales no diagnosticadas, tratadas inadecuadamente o no tratadas
pueden afectar seriamente su capacidad para aprender y crecer. Puede conducir a
mecanismos de afrontamiento negativos y, en el peor de los casos, puede
resultar en suicidio.
OPORTUNIDADES PARA LA EDUCACIÓN EN
SALUD MENTAL EN LAS ESCUELAS
La eliminación
del estigma y los conceptos erróneos sobre las enfermedades mentales tiene que
empezar en las escuelas. La escuela es donde comienzan las amistades. Es donde
los adolescentes perfeccionan su sentido de autoestima y si no es debidamente
tratada, llega a producirse la afectación de alumnos desde el ámbito escolar.
También
es el lugar donde los niños deben aprender que su comportamiento hacia los
demás puede causar serios problemas de autoestima. Muchos estudiantes
experimentan conflictos, acoso y exclusión social en la escuela.
LOS SÍNTOMAS DE ANSIEDAD EN LOS
NIÑOS A MENUDO SE MINIMIZAN O IGNORAN
En el
entorno escolar, los niños enfrentan muchos desafíos. Algunos manejan mejor
estos que otros.
Muchos
niños se sienten ansiosos, desde síntomas leves hasta formas más graves, como
ataques de pánico. Cuando se ignoran estos síntomas, pueden provocar depresión,
falta de rendimiento y un mayor riesgo de abuso de sustancias.
LA INFLUENCIA DE LAS REDES SOCIALES
EN LA SALUD MENTAL
En el
momento actual hay una posible conexión entre un mayor uso de las redes
sociales y la salud mental, aunque todavía no está claro exactamente cómo están
conectados. Lo que está claro es que los adultos jóvenes son los usuarios más
activos.
Algunos
estudios muestran que las conexiones en línea con grupos pequeños de personas
pueden ser beneficiosas, mientras que otras investigaciones indican una
conexión con la ansiedad, la depresión y los trastornos alimentarios. Sin que
se hayan completado estudios a largo plazo, todavía estamos adivinando en gran
medida su influencia.
La
ventaja de las redes sociales es que los adolescentes están programados para
socializar, y las redes sociales lo hacen fácil e inmediato. A los adolescentes
de grupos marginados les puede resultar más fácil hacer amigos y encontrar
apoyo.
La
desventaja de las redes sociales es que quienes usan las redes sociales pueden
enfrentarse a muchos aspectos negativos, como comparaciones tóxicas, ciberacoso
y menos interacciones cara a cara. La reputación de alguien puede destruirse en
minutos y enfrentar las consecuencias durante años.
LA IMPORTANCIA DE LA INTERVENCIÓN
TEMPRANA
La
familia, los amigos, los maestros y las personas mismas a menudo notan pequeños
cambios en el pensamiento y el comportamiento antes de que una enfermedad
mental aparezca en su forma completa. Aprender acerca de las señales de alerta
temprana y tomar medidas puede ayudar, aunque en el trabajo en línea, resultan
con afectación de maestros, por su imposibilidad de una atención personal que
guíe su actuar en aras de prevenir o retrasar el desarrollo de una enfermedad
mental grave. Algunos de estos signos son apatía, sentimientos de desconexión,
nerviosismo, comportamiento inusual, retraimiento, cambios de humor y
disminución del rendimiento.
LA EDUCACIÓN EN SALUD MENTAL YA
FORMA PARTE DEL PLAN DE ESTUDIOS EN NUESTRO PAÍS
Necesitamos
trabajar para lograr un entorno escolar en el que los estudiantes puedan
reconocer cuándo están lidiando con problemas de salud mental y sentir que
pueden pedir ayuda.
La
flexibilidad cognitiva es una herramienta utilizada para una función ejecutiva
que permite ajustar la conducta en situaciones particulares o novedosas. En su
nivel más desarrollado implica la capacidad de comparar experiencias actuales
con las pasadas para controlar la actividad mental, resolver tareas y tomar
decisiones.
Regular
la atención implica orientarla y sostenerla voluntariamente en la experiencia,
estímulo o tarea a realizar, así como monitorear, detectar, filtrar y dejar ir
elementos distractores. Por lo cual, aprender a regular la atención es
fundamental para la regulación de la conducta.
El
entrenamiento de la atención implica practicar la meta-atención, que es la
capacidad de tomar conciencia de los propios estados y procesos de pensamiento,
sentimientos y percepción. En ausencia de la meta-atención, el individuo se
“funde” con la experiencia y opera a través de hábitos de manera automática.
Existen
diversas técnicas para aprender a regular la atención; entre ellas destacan
técnicas de entrenamiento mental, que además ayudan a generar calma y claridad
mental, reducen el estrés y promueve el bienestar.
Así
como la educación física es parte del plan de estudios en las escuelas, la
conciencia y la educación en salud mental también lo es. Nuestros niños pasan
la mayor parte del día en la escuela. Necesitamos empoderarlos con
conocimientos sobre enfermedades mentales.
ÁREAS DE DESARROLLO PERSONAL Y
SOCIAL
Las
Áreas de Desarrollo Personal y Social contribuyen a que los estudiantes logren
una formación integral de manera conjunta con los Campos de Formación Académica
y los Ámbitos de Autonomía Curricular. En estos espacios curriculares se
concentran los aprendizajes clave en una gamificación en la mecánica de juegos relacionados
con aspectos artísticos, motrices y socioemocionales.
Estas
áreas son de observancia nacional, se cursan durante toda la educación básica y
se organiza en Artes, Educación Física, Educación Socioemocional (preescolar y
primaria) y Tutoría y Educación Socioemocional (secundaria).
Cada
área aporta a la formación de los estudiantes conocimientos, habilidades,
valores y actitudes enfocados en el desarrollo personal, sin perder de vista
que estos aprendizajes adquieren valor en contextos sociales y de convivencia.
Los
profesionales de la salud mental empleados en la escuela trabajan con los
maestros para brindar apoyo y con los padres para comprender mejor las
necesidades de los estudiantes e implementar el apoyo adecuado.
Atención
Es el proceso cognitivo que permite enfocar los recursos sensoperceptuales y
mentales en algún estímulo particular. Este proceso tiene múltiples componentes
que se han definido y clasificado de distintas maneras, dependiendo del campo
de estudio que lo aborde.
Una
manera de trabajar con la atención, particularmente relevante para la pedagogía
y el desarrollo socioemocional, es desde el enfoque de la neurociencia. La
neurociencia ha identificado cuatro funciones básicas, llamadas funciones
ejecutivas, las cuales son fundamentales para planear, establecer prioridades,
corregir errores, implementar tareas y regular el comportamiento. Las funciones
ejecutivas incluyen la memoria de trabajo, la capacidad de inhibir respuestas,
la atención sostenida y la flexibilidad cognitiva.
Conciencia
de las emociones Una vez que el estudiante logra tener cierto dominio de su
atención, puede dirigirla hacia su mundo interno y tomar conciencia de las motivaciones,
pensamientos, preferencias y emociones que experimenta. Este proceso requiere
de la capacidad de observar y reflexionar sobre la influencia que ejercen los
diferentes estados mentales y emocionales en la manera de experimentar lo que
le sucede y percibe, así como en sus decisiones y conductas. Tomar conciencia
de sí mismo implica también reconocer el impacto de las acciones propias en
otros y en el medioambiente, así como identificar el impacto de otras personas
y del entorno en uno mismo.
Autoestima
Tomar conciencia de sí mismo y del entorno es la base de una sana autoestima.
La autoestima se basa en una adecuada valoración e identificación de las
propias capacidades, limitaciones y potencialidades, como individuos y como
miembros de una comunidad; al hacerlo se genera un sentido de apreciación y
respeto hacia nosotros mismos y nuestras ideas, lo cual es esencial para actuar
con autonomía. Asimismo, conocer las limitaciones propias permite buscar formas
de subsanarlas, o bien buscar apoyo y colaboración dentro de la comunidad para
lidiar con ellas.
Aprecio
y gratitud Surge a partir de reconocer y apreciar elementos de nosotros mismos,
de los demás y del entorno, que nos benefician y nos hacen sentir bien. Implica
aprender a disfrutar el mero hecho de estar vivos, de la belleza del entorno, y
de las acciones y cualidades positivas, tanto propias como de los demás. Del
aprecio deviene la gratitud, que se manifiesta como una emoción placentera y
que se consolida en acciones para cuidar y proteger aquello que trae bienestar.
Por ejemplo, al reconocer y apreciar el apoyo de otras personas, la gratitud se
manifiesta como el deseo de retribuir la bondad percibida, y se consolida con
expresiones o acciones para favorecerla. Diversas investigaciones muestran que
fomentar el aprecio y gratitud en niños y jóvenes incrementa su bienestar;
promueve relaciones sanas y solidarias, así como una mentalidad altruista y de
cuidado al medioambiente; además, disminuye actitudes pesimistas o de derrota.
Bienestar
Tiene múltiples dimensiones. No se limita a una sensación o estado de ánimo;
más bien, el bienestar es una habilidad relacionada con el ser y estar, así
como con el hacer y el convivir, y como tal, se aprende a vivir. Existen muchas
maneras de clasificar las dimensiones del bienestar, algunos autores destacan
que para el bienvivir los individuos deben poseer una educación integral,
sustento vital suficiente y digno, vida en comunidad, cuidar la diversidad
cultural y ambiental; así como ser resilientes, contar con un buen gobierno,
salud física, y mental.
Las
escuelas deben fomentar un entorno en las escuelas donde los problemas de salud
mental se puedan identificar y abordar sin ser estigmatizados. Se debe generar
conciencia sobre las crisis de salud mental, como las autolesiones, el abuso de
sustancias, los trastornos alimentarios y otras necesidades de comportamiento
de afrontamiento negativo.
Si
todos en las escuelas tienen conocimiento y se fomenta el diálogo, los
estudiantes tendrán la libertad de abrirse sobre lo que están pasando. Esto les
permitirá obtener el apoyo que necesitan antes de que sea demasiado tarde.
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