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viernes, 7 de mayo de 2021

Guerra de lonas


 

 

Juan José Ríos Ríos

 

A 30 días de que se lleve a cabo la elección programada para el seis de junio próximo, por calles, avenidas, fachadas de casas y en espectaculares que hay en Ciudad Guzmán, no nota el esfuerzo que están haciendo los candidatos a la presidencia municipal de Zapotlán el Grande en su ánimo de promoverse y con ello lograr simpatía de los votantes para triunfar en el proceso, actividad en la que es notoria la diferencia de la capacidad económica que hay entre los mismos contendientes.



            Sin duda que los más contentos de lo que gastan o invierten los aspirantes a cargos públicos son las empresas dedicadas a la elaboración de estas lonas o pancartas, lo que sin duda también viene a sacarlos de la crisis que la pandemia provocó con las medidas acordadas e impuestas para evitar contagios de COVID-19, pues fue mucho el tiempo en que prácticamente quedó congelada toda la actividad productiva y de servicios en la ciudad y con ello se tuvo un freno en lo que cotidianamente y en otros tiempos realizaban éstas y otras actividades y servicios.


            Retomando el tema, para la gran mayoría de los 13 aspirantes y contrincantes en este proceso de elección en puerta, el colocar una lona o manta de campaña en la fachada o en cualquier otro espacio público o privado, supone que sus moradores o propietarios están con ellos o simpatizan con su proyecto o partido, también han de tener la idea de impactar en los que las ven e incluso entre quienes les permiten o dan permiso para colocar sus lonas, están en el supuesto que el seis de junio próximo votarán por su candidatura y planilla, y con ello encabezar la próxima administración municipal en Zapotlán el Grande.


            Esto no es del todo cierto, pues una cosa es que los ciudadanos que les permiten a los candidatos el que se coloque una manta, espectacular, lona o engomado en sus domicilios, vehículos o cualquier otra propiedad que se facilite para el propósito de los candidatos, y otra que simpaticen con su candidatura, panilla, proyecto o al partido mismo que los postula para el cargo, más de alguno lo hizo considerando o tomando en cuenta la amistad de quien o quienes le solicitaron el permiso, y no precisamente por lo que se pretende enviar como mensaje, es una cooperación voluntaria, desinteresada y que no compromete u obliga a votar en favor de alguien.





            Lo cierto es que, conforme se acerca la fecha de la elección, suben de tono las campañas, hay denuncias de que alguno de los aspirantes y él o los partidos que los postula, están violentando el estado de derecho y el proceso mismo, al utilizar vehículos oficiales propiedad del ayuntamiento local que de manera descarada y en horas que debieran estar en resguardo las unidades, son empleadas para transportar material y equipo de campaña, señalamientos que si fueron denunciados ante las autoridades competentes, pueden resultar contraproducentes para quienes actúan de esa manera.


            Lo loable del actual proceso es que ahora hay una gran movilización de personas que hacen campaña, cuando por primera vez en la historia política local, de los 13 aspirantes siete son mujeres y el resto son varones, dos de los cuales participan de manera independiente, es decir, sin partido y lógico sin presupuesto oficial para hacer campaña, se rascan con sus propias uñas, les cuesta lo que hacen para promoverse y convencer al votante, de allí que se palpe en la ciudad una diferencia en la cantidad de lonas, pancartas, espectaculares y engomados que, en esta guerra por el triunfo, se han desperdigado por toda Ciudad Guzmán.


        

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