Miguel
Salvador Rodríguez Azueta
El Centro
Histórico de la ciudad de Veracruz posee una gran fortaleza que es su riqueza
histórica.
Su
trazado original, con más de 400 años, aún se puede constatar en su plaza
mayor, hoy conocida como plaza de la constitución, donde convergen los poderes
celestiales, gubernamentales y de comercio; esto es la catedral, el edificio de
gobierno y los portales.
En
dicha plaza, se encuentra el Portal de Miranda - del cual ya hemos tratado en
otra entrega- en este edificio, por la parte de la calle de Mario Molina, se
encuentra una antigua placa que conmemora las obras de instrucción de agua
potable a Veracruz en 1725.
Desconozco
quien haya salvado esta placa de la bárbara destrucción, que siempre se ampara
en el progreso, porque su lugar original era una fuente de agua donde también
estaba una imagen de bronce de San Antonio de Padua, santo patrón de los
albañiles en lo que hoy es el parque Álvaro Obregón.
La
imagen de San Antonio de Padua se encontraba en exhibición en el antiguo museo
de la ciudad, hoy recinto de la reforma, actualmente se encuentra a resguardo
del INAH. Eso lo sé porque yo mismo la vi hace como 13 años en la bodega en el
Baluarte de Santiago.
Los
trabajos para la introducción del agua potable a Veracruz, algo así como el
tátara abuelo del Grupo MAS, iniciaron desde 1721 con una propuesta técnica de
unos ingenieros Franceses, la cual no se pudo llevar acabo por lo exorbitante
del monto, de acuerdo al escrito de Juan
José Gonzales Fernández, en 13 Leyenda de Veracruz (1943) documento que puede ser consultado en la
pagina (https://aguapasada.wordpress.com/2020/04/02/veracruz-la-obra-de-fray-pedro-buzeta-en-veracruz/)
De
acuerdo, al mismo autor, las obras fueron encargadas al fraile Pedro Antonio
Buzeta, quien andaba en por estas tierras recolectando limosnas para la
construcción del nuevo convento Franciscano en Sanlúcar de Barrameda en Cádiz
en cuyo altar mayor fue sepultado a una edad avanzada para la época.
Profundizando
en la investigación, encontré un artículo académico de Álvaro Recio Mir, de la Universidad
de Sevilla, publicado en la revista de Indias, (http://revistadeindias.revistas.csic.es/index.php/revistadeindias/article/view/1032) en donde pude obtener mayores datos sobre el
físico, matemático, ingeniero hidráulico, lego franciscano de origen gallego,
Pedro Antonio Buzeta, quien no solo realizó los trabajos de introducción de
agua potable a Veracruz por medio de un gran acueducto subterráneo que venía
desde la zona del actual cementerio particular hasta el centro de la ciudad de
Veracruz, sino que también realizó la misma titánica obra en Guadalajara, en
donde- allá si- hoy en día se le rinde
homenaje; una plaza, una calle y hasta una escuela llevan el nombre del ilustre
albañil.
Algunos
datos curiosos que quiero compartir con los lectores, Fray Pedro Buzeta estaba
en Zacatecas en 1722, cuando envió su propuesta técnica financiera por 4000
reales anuales, pero las autoridades del puerto solo le ofrecieron 2500; los
trabajos de Veracruz y Guadalajara fueron dedicados a San Antonio de Padua,
sacerdote portugués patrono de los albañiles.
Con
estos datos, podemos constatar que el sistema de introducción de agua potable a
la ciudad fue un logro de la ingeniería de aquellos años, mismo que continuo
hasta 1784 cuando se realizó una modificación y posteriormente se planteó traer
el agua del río Jamapa.
Pd.
No estaría nada mal que la sociedad civil se organice con el INAH para darle
una manita de tigre a la placa conmemorativa.
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