Juan
José Ríos Ríos
El
accidente que produjo las lesiones que finalmente llevaron al fallecimiento del
compañero periodista José Mario Castillo, ya tiene la calidad de homicidio,
haya sido o no intencionado por parte de quién o quienes hayan participado en
este hecho tan lamentable que finalmente privó de la vida al hoy occiso, de lo
que oficialmente no se conoce el resultado de la investigación que se supone se
lleva a cabo por la autoridad responsable, sobre todo cuando él o los
infractores huyeron del sitio quedando la víctima postrada y daños internos que
le produjeron su muerte.
José Mario Castillo no es el primero
que pierde la vida en un percance donde confluyen una persona movilizándose en
moto y otra en un automotor, la vulnerabilidad entre unos y otros guarda una
enorme desproporción, y si a eso se agrega que en muchos de los accidentes
ocurridos en las calles de Ciudad Guzmán donde sufren lesiones los
motociclistas, se deben en gran parte a la imprudencia al transitar por las
diferentes rutas y avenidas, las más siempre atestadas de vehículos y con la
presencia de conductores ansiosos de llegar o de ganarle el paso al de
adelante, la causa de muchas desgracias.
No es el ánimo de culpar a nadie en
éste y los demás casos que hayan ocurrido en la ciudad, cuando los signos que
indican el sitio donde una persona falleció en éstas y por otras
circunstancias, están a la vista en los camellones centrales de cada avenida o
calle que cuenta con éstas, sino de motivar a que este problema social que
crece en nuestra ciudad, cuando hay gran cantidad de motociclistas, ciclistas,
moto taxis, autobuses urbanos, vehículos particulares y de prestación de
servicios como gas, que abastecen de mercancías a negocios, empresas y tiendas
de abarrotes, para que se busquen soluciones de cómo resolver la problemática
vial que se padece a diario.
Oficialmente lo único que se ha
hecho por parte de la Dirección de Transporte y Movilidad en el estado de
Jalisco, en las calles de Ciudad Guzmán, fue un “proyecto” para hacer más
“eficiente” el servicio urbano, que denota que fue hecho en las rodillas, en
una cómoda oficina y no conociendo las necesidades y los problemas que se
tienen en la zona urbana, puesto que muchas de las “paradas” de autobuses urbanos
están en las afueras de cocheras de particulares, a media calle impidiendo el
libre tránsito a los demás, como sucede por la Avenida Juárez, con el agravante
de que camiones foráneos de pasaje y hasta de carga, circulan por rutas como la
Avenida Juárez, valga la repetición, para levantar pasaje.
Es el momento ya de que se haga
algo, si no se cuenta con el apoyo de la secretaría a nivel estado, que el
gobierno local busque y encuentre soluciones a lo que seguramente seguirá
causando problemas de embotellamientos, invasión de rutas por autobuses,
motociclistas circulando a gran velocidad y muchos de ellos sin equipo de
seguridad o protección, meter en cintura a los repartidos de refrescos y demás
servicios que se paran en las esquinas tapando la visibilidad de los demás,
cuando las unidades de reparto de gas hacen de las suyas, no solamente
empleando un perifoneo que supera los decibeles permitidos, pero que no se
respetan ni se hacen cumplir por nadie, circulando también a velocidad no
permitida y sin considerar que lo que transportan es de peligro, que la muerte
de José Mario Castillo sea la última, independientemente de que se haga
justicia en su favor, de lo contrario seguiremos igual o peor de lo que ya se
padece.
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