Juan
José Ríos Ríos
Mientras
el tiempo pasa, los accidentes se siguen dando, se pierde mucho tiempo en
cubrir su trayecto y los cobros siguen aumentando, nada se ha hecho para
cambiar el estado que guarda la llamada autopista Guadalajara/Manzanillo, sobre
todo en el tramo que va de la caseta de cobro Sayula a la que se ubica en San
Marcos, en el estado de Jalisco.
A la fecha, ir de Ciudad Guzmán a la
vecina Ciudad de Colima le cuesta al usuario que se moviliza en vagoneta o automóvil
la cantidad de 324 pesos, ida y vuelta, a lo que se suma el penoso y peligroso
tránsito por los dos carriles únicos que operan debido a la excesiva carga
vehicular que representan los camiones de carga conocidos como tráiler.
Esto se debe a que no se ha abierto
al paso de los vehículos el tramo que va de Ciudad Guzmán al Crucero Cuatro
Caminos, pues los otros dos carriles que desembocan en la caseta de San Marcos,
donde la apertura detenida debido a un litigio interpuesto por un propietario
de terreno que resultó afectado por el trazo de la autopista y que no se ha
resuelto todavía.
Por ello, los conductores de
vehículos particulares y de pasaje, la mayoría de las veces quedan expuestos al
paso lento de los grandes y pesados camiones de carga, los más hasta con dos
tractos camiones anexados pese a que están prohibidas, lo que no justifica ni
el precio pagado ni tampoco garantiza un tránsito seguro, y como ejemplo están
los múltiples accidentes que ocurren en el trayecto de manera continua.
De igual forma, los trabajos de
mantenimiento dejan mucho que desear, son lentos y por largos trayectos, sobre
todo en el tramo que corresponde a Colima, lo que contribuye a que el paso de
Colima a Ciudad Guzmán sea más lento, tardado y con grandes riesgos debido a
que muchos conductores, en su desesperación por llegar a su destino, hacen
rebases de zonas de alto riesgo, sin visibilidad y exponiendo a los demás.
Lo curioso es que, mientras que a
los conductores de vehículos particulares se les sanciona por circular a
velocidades que exceden los límites autorizados, multas que son muy
considerables económicamente hablando, nadie toma en cuenta el hecho de que
muchos tráileres circulen con doble tracto camión, o bien, en el ánimo de
eludir el pago de casetas, utilicen el trayecto carretero que entronca en
Tonila para salir en Cuatro Caminos e incorporarse a la autopista rumbo a la
capital de Jalisco y otros destinos, donde también provocan accidentes o son
ellos víctimas de percances debido a su tamaño, peso, sinuoso y estrecho del
camino.
Todo esto y más ocurre en la zona de mayor riesgo del trayecto debido al terreno, lo que debiera ser un motivo más para que ya se abran los dos tramos pendientes para que el tramo de Colima a Guadalajara sea por los cuatro carriles, dos de ida y dos de retorno. Así, habría un poco más de seguridad de moverse de un lado a otro pese a la presencia de los camiones de carga que, en las zonas de montaña hacen un paso muy lento y peligroso para los demás, y de paso justificando el cobro que se hace por el uso de mal llamada autopista Guadalajara-Colima.
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