Mtra.
Rosa María Chávez Hernández
La
llegada del coronavirus llegó para cambiar nuestras vidas, los últimos meses
han sido difíciles, muchas familias hemos permanecido en casa, rompiendo con nuestro ritmo de vida y
manteniéndonos alejados de nuestra familia y seres queridos.
Porque a
medida que los países han ido aplicando medidas para restringir los movimientos
con el fin de reducir el número de infecciones por el virus de COVID-19, cada
vez más personas estamos con menos contacto y cambiando de manera radical
nuestra rutina cotidiana.
Las
nuevas realidades del trabajo desde casa, el desempleo temporal, la enseñanza
en el hogar y la falta de contacto físico con familiares, amigos y compañeros
requieren tiempo para acostumbrarse. Adaptarnos a estos cambios en los hábitos
de vida y enfrentarnos al temor de contraer el COVID-19 resulta difícil, y puede
resultar muy duro para las personas con trastornos de salud mental.
Afortunadamente,
son muchas las cosas que podemos hacer para cuidar nuestra salud mental y
ayudar a otras personas que pueden necesitar más apoyo y atención.
Estas son
algunas recomendaciones que pueden resultar útiles.
·
Manténgase
informado. Escuche
las recomendaciones de las autoridades nacionales y locales, manténgase al día
de las últimas noticias de la Organización Mundial de la Salud en las redes
sociales.
·
Siga una
rutina. Conserve sus rutinas
diarias en la medida de lo posible o establezca nuevas rutinas.
·
Levántese
y acuéstese todos los días a una hora similar.
·
No
descuide su higiene personal.
·
Tome
comidas saludables en horarios fijos.
·
Haga
ejercicio de forma habitual.
·
Establezca
horarios para trabajar y para descansar.
·
Reserve
tiempo para hacer cosas que le gusten.
·
Reduzca
la exposición a noticias. Intente
limitar la frecuencia con la que ve, lee o escucha noticias que le causen
preocupación o tensión.
·
El
contacto social es importante. Si
sus movimientos se encuentran restringidos, mantenga un contacto regular con
las personas por teléfono o internet.
·
Evite el
alcohol y las drogas. Evite
utilizar el alcohol y las drogas para enfrentarse al miedo, la ansiedad, el
aburrimiento o el aislamiento social.
·
Controle
el tiempo de pantalla.
Asegúrese de descansar cada cierto tiempo de las actividades de pantalla.
·
No abuse
de los videojuegos. Aunque
los videojuegos pueden ser una forma de relajarse, pero se puede caer en la
tentación de dedicarles mucho más tiempo del habitual.
·
Utilice
adecuadamente las redes sociales. Emplee
sus cuentas en redes sociales para promover mensajes positivos y
esperanzadores.
·
Ayude a
los demás. Si
puede, ofrézcase a ayudar a otros miembros de la comunidad que lo necesiten.
·
Apoye a
los profesionales sanitarios. Exprese
en las redes sociales o en su comunidad su agradecimiento a los profesionales
sanitarios de su país y a todas las personas que trabajan para responder al
COVID-19.
·
No
discrimine. El miedo
es una reacción normal en situaciones de incertidumbre. Pero, a veces, este
miedo se expresa de un modo que resulta hiriente para otras personas.
Recuerde: Sea amable. No discrimine a las personas por miedo a la
propagación de la COVID-19. No discrimine a los profesionales sanitarios. Los
trabajadores de la salud merecen nuestro respeto y gratitud.
·
Si padece
usted un trastorno de salud mental
·
Si recibe
tratamiento por un trastorno de salud mental, es imprescindible que continúe
tomando su medicación. Consulte a su terapeuta, el mejor modo de mantener el
tratamiento durante el confinamiento domiciliario. Manténgase en contacto con
su familia y sepa a quién puede pedir ayuda si su salud mental empeora.
Y pues ha
habido cambios, nuestras rutinas ya no son las mismas, pero intentemos ver el
lado positivo de lo que estamos viviendo, para salir adelante de la mejor
manera.
*Centro
de Actualización del Magisterio.
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