Sandra
Gómez
Estimado
lector, inspirada en los videos de Lain García Calvo, les comparto algunas
reflexiones que abonan saberes al Taller de Educación Financiera, hoy presento
el caso de una artesana de piñatas, un dentista y un cirujano maxilofacial, es
importante familiarizarse con la idea: ¡No bajes los precios de tus productos o
servicios, agrega valor!
BIOGRAFÍA.
“Lain García Calvo nació en Barcelona
España el 20 de septiembre de 1983, es nadador campeón de España en 50 mts.
Libre y escritor. Es Autor y editor de una serie de libros de motivación, líder
en desarrollo personal y maestro/mentor de Educación Financiera. Desde los 6
años ha practicado como nadador de alto rendimiento, a los 15 años se le
diagnostico fibromialgia y síndrome de fatiga crónica, esa enfermedad lo tuvo
postrado durante seis meses en cama y lo acompaño una profunda depresión que le
llevo a pensar en el suicidio. Tras tocar fondo, descubrió su FUERZA INTERIOR,
lo que le llevo a una profunda transformación y a ser campeón de natación en
España. Su recuperación partió de una profunda introspección y análisis,
apoyados en el estudio e investigación de una amplia biografía sobre el tema,
además de su experiencia como deportista de elite.
Algunos de sus libros
son: La voz de tu alma (Saga/2018); La voz de tu alma para niños (saga/2019);
Cómo atraer el dinero (2016); Un milagro en 90 días (v1. 2014), (v2. 2018); 101
Creencias millonarias (2018); Como atraer el Amor utilizando la Ley de la
Atracción; ¿Es posible cambiar nuestro destino amoroso? (2018); entre otros,
todos temas de Superación Personal en las áreas de la salud, el dinero y el
amor”. (2021, Wikipedia; https://laingarciacalvo.com/).
“Si
estás dispuesto a hacer lo difícil ahora, tu vida terminara siendo muy fácil.
Pero si ahora, haces lo fácil, tu vida terminara siendo muy difícil” (García,
2016).
“Si no
eres cuidadoso en como inviertes tu TIEMPO, entonces solo EXISTIRÁS, pero no
VIVIRÁS” (García, 2018).
¡No
bajes los precios de tus productos o servicios, agrega valor!, si la persona no
se sigue preparando, y busca ser el mejor en su área, para competir bajara el
precio de sus productos o servicios; esa conducta no pertenece a una mentalidad
de abundancia. Las personas quienes no están dispuestas a invertir en tu
servicio o producto, no deben ser tus clientes; las personas pueden elegir,
existe un gran mercado de oferta y demanda; tú
debes tener la certeza de que lo que estas ofreciendo como mercancía de
intercambio tiene un GRAN VALOR.
Es
imposible que, si tú no valoras tu tiempo, producto o servicio, tus potenciales
clientes tampoco le darán valor. Por ejemplo, CASO #1. Mujer joven quien
elabora piñatas, estas son HERMOSAS, y leí un comentario que les parecía
“costosa” la Sirenita; en el área en donde yo resido, los trabajos como los de
mi sobrina Silvia Manzo cuestan 10-20 veces más que lo que ella los cotiza. A
ella le gusta su trabajo, es un arte, el material de las piñatas no es el valor
del producto sino su tiempo, creatividad, y “buen gusto”; esto último no tiene
precio, es un valor agregado del ojo de quien lo “compra”. En otras palabras,
el valor se encuentra no en el costo de los materiales sino de todo el proceso
creador, unido a la atención al cliente. Cada persona tenemos algún talento, y
al ponerlo en práctica lo intercambiamos por otro producto, otro servicio o
bien dinero.
Entonces,
¿Cómo agregamos valor?; siendo el mejor en lo que haces, el más preparado, el
más creativo, quien encuentra más rápido las soluciones informáticas, quien
cocina más sabroso, quien tiene las mejores flores y elabora los más hermosos
ramos de novia, quien da las mejores clases, quien elabora las mejores piñatas,
etc.
La
eficiencia y eficacia se encuentra ligada al conocimiento y dominio de
habilidades técnicas, estas deben ser acompañadas de Inteligencia Financiera
para poder obtener un “precio justo” por nuestro talento.
CASO
#2. Hace 30 años tuve la necesidad de ir con el dentista por un “dolor de
muela”; me dijo el especialista, que la muela del juicio estaba de tal forma
que era necesaria una cirugía con un médico cirujano maxilofacial quien
trabajaba en una ciudad a más de una hora de mi comunidad; preguntamos al
dentista que cuánto costaría y era el equivalente a una semana de trabajo o tal
vez mas (300 dólares de 1990), en fin que llegamos; el cirujano me envió a
hacer los análisis de sangre, y me dijo que tendría a otro médico ahí por
cualquier emergencia…, todo muy profesional rápido y eficiente, me extrajo
ambas muelas del maxilar inferior, y me sorprendió que lo que me cobro era
inferior a lo que el dentista me había presupuestado, incluyendo los análisis fueron
como 45 dólares. Cuando volvimos con
nuestro amigo dentista, me dijo que el habría cobrado mucho más. Mi reflexión
fue que lo que para el cirujano era una práctica “sencilla” por su gran
destreza, pericia, experiencia; para el dentista era “otra historia”; este
cirujano había sido maestro del dentista y practicaba en la Cruz Roja como
voluntario.
Las
personas tenemos derecho a elegir el valor de nuestro quehacer, y si deseamos
compartirlo sin esperar NADA a cambio está bien, pero también es adecuado y
certero cobrar por las soluciones que ofrecemos. Nada en la vida es GRATIS,
sino cobras por lo que haces es porque tu tiempo no tiene valor, tu inversión
en realizar esa piñata, o aprender a sacar una muela, lo estas DEPRESIANDO;
¿Qué opinas al respecto?
Escuche
a Lain García decir que el valor se encuentra en lo que el “espectador”
percibe; por ejemplo, el pago de un futbolista de alto nivel es por mucho
superior al pago de un docente; y sabemos que el docente ofrece un servicio
cuyo valor es “incalculable”, mientras el futbolista es un generador de
emociones poniendo en práctica sus talentos con el manejo del balón; ¿Por qué
gana más un futbolista? Porque existen detrás del deportista empresas que lo patrocinan,
el promueve marcas de ropa, calzado y llena las butacas en el espectáculo; todo
es dinero (mercadeo- inversión). El maestro generalmente solo reproduce
contenido que otro escribió y llega a algunos cuantos alumnos en el aula. ¿El
maestro puede ganar como el futbolista? Si, si aprende a dar valor a lo que
hace, siendo desarrollador de contenido único e innovador, teniendo su grupo de
seguidores (fans).
Estos
son solo ejemplos para que abras tus posibilidades a la abundancia económica.
Ser buena persona no está en contraparte con “aprender a cobrar” por tus
servicios o productos. ¡No bajes los precios, agrega valor!
Hasta
la próxima Historia de vida. Dra. Sandra Gómez Patiño.
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