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martes, 30 de marzo de 2021

La semana conocida como santa




Un momento por favor     

 

J. Jesús Juárez Martín

 


 

 

La Semana Santa es el tiempo litúrgico más intenso para el calendario de la Iglesia Católica y los fieles que en ella militan  ajustando sus actos cotidianos a los mandamientos de la ley de Dios. Sin embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta semana, predican los sacerdotes, la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la pasión y muerte de Jesús para aprovechar las gracias que esto nos trae, nos predican desde el púlpito y ahora desde las redes de comunicación.




Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar, nos piden los Pastores y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.


A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Semana Mayor”. Ahora se le llama Semana Santa y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.


Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros errores y desobediencias a sus mandatos. Buscar, acercarnos a la penitencia en estos días para volver a la comunidad como Iglesia para celebrar gozosos la Resurrección de Cristo Jesús el domingo, en el primer día de la pascua.





Lo importante de este tiempo, nos manifiesta la Fe, no es sólo recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Recordarlo en celebración religiosa, es reconocer su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de Jesús, en la Resurrección,  primicia nuestra.


La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto al Creador.


Domingo de Ramos


Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.

 

 

JUEVES SANTO

 

Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicio. En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su cuerpo y su sangre. Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la última cena, Jesús se fue a orar, al Huerto de los Olivos. Ahí pasó toda la noche y después de mucho tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo.

 

VIERNES SANTO

 

Ese día recordamos la pasión y crucifixión de Jesucristo: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilatos; la flagelación, la coronación de espinas y muerte en la cruz. Se conmemora con el rezo del Viacrucis y c la ceremonia de veneración a la Cruz.

 

SÁBADO SANTO

 

Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues Jesús ha sido, juzgado y muerto. Las imágenes en los templos se cubren, el sagrario está abierto. Por la noche se lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “la tarde y noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se acostumbra bendecir el agua y encender las velas en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los cristianos y católicos.

 

DOMINGO DE RESURRECCIÓN: DOMINGO DE PASCUA

 

Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.


La Semana Santa cambia de fecha cada año porque el pueblo judío celebraba la fiesta de pascua en recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto, el día de la primera luna llena de primavera. Esta fecha la fijaban en base al año lunar y no al año solar de nuestro calendario moderno. Es por esta razón que cada año la Semana Santa cambia de día, pues se le hace coincidir con la luna llena.


En la fiesta de la Pascua, los judíos se reunían a comer cordero asado y ensaladas de hierbas amargas, recitar bendiciones y cantar salmos. Brindaban por la liberación de la esclavitud.

 

 

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