Estimado
lector, Hoy le presento el séptimo habito que debiera formar en sus hijos si
desea que ellos sean ricos y exitosos. La idea de padre rico está inspirada en
la lectura del libro de Robert Kiyosaki, en el encontrara un relato interesante
que hace del autor como personaje una figura de éxito creciendo bajo la tutela
de un padre pobre y un padre rico. El autor nacido en Estados Unidos es
descendiente de japoneses/americanos y habla de las oportunidades que se
presentaron para alcanzar la libertad financiera.
En los
relatos anteriores hemos revisado que la mera idea del dinero, nos puede hacer
ricos, si sabemos capitalizarla; pero la libertad financiera se alcanza
únicamente cuando por lo menos estos siete hábitos se han internalizado y se
actúa en consecuencia vivenciándoles, comprendiéndoles y compartiendo ese
conocimiento con otros, idealmente nuestros HIJOS, o educandos.
Caso #1. ¿Tu Hijo
Participa en la Distribución del Gasto Familiar?... en muchas de las ocasiones en
entrevistas con padres con dificultades de conductas irracionales de sus hijos,
les hago esta pregunta y responden que NO, que ellos no tienen por qué saber de
esas cosas; mi siguiente respuesta es: ahí tienes la respuesta a su tiranía,
les has permitido que se sientan merecedores de TODO y responsables de NADA; y
contestan pero si van a la escuela, ese es su quehacer y entonces les pregunto
y ¿Que más hacen tus hijos?, nada; y su mama que dice al respecto, ella dice
que le ayuden en casa y le contestan que no son SIRVIENTAS; y ella que dice, se
enoja y le paga a la muchacha o ella hace los quehaceres.
Los
hijos tiranos nacen de padres sobreprotectores quienes dejan de EDUCAR para la
vida con la convicción de que sus hijos “NO SUFRAN” lo que ellos padecieron.
Caso #2. El Willy. 35 años atrás conocí en un club
de aeromodelismo a un químico egresado de la UABC, casado con una química con
tres hijos. Al paso del tiempo de tanto convivir, pregunté: ¿En qué trabajas?, no trabajo ahora estudio medicina; y tu
esposa ¿en que trabaja?, Ah ella cuida a los niños. Me sorprendió la
respuesta porque su padre trabajaba en ese momento en una empresa de grúas en
Estados Unidos, con los años las cosas seguían igual, y le pregunte por su
padre; me dijo que ahí estaba en la casa, pero que no aguantaba a los nietos; y
puso pleito…; al paso del tiempo el señor falleció, y el Willy seguía sin trabajo; sus hijos se fueron
de casa, y él y su esposa se quedaron en la casa que fue del PADRE…la casa
empezó a necesitar reparaciones y estas no se hacían, con el tiempo la casa
perdió su valor y empezaron un trámite para reclamar como suya la casa.
De
mas esta decir que todo perdieron, porque su padre no se ocupó de enseñarle a
producir, únicamente se habían enseñado a recibir y aun con educación
universitaria, no aprendieron de educación financiera y todo lo que el padre
había producido se diluyo porque no supieron ADMINISTRAR el dinero y mucho
menos gestionar los bienes.
Caso #3. Genaro. De 52 años de edad, Odontólogo de
Profesión, empresario y agente inmobiliario. En consulta me comento que estaba
teniendo serios problemas financieros y que sus hermanos, esposa e hijos
dependían totalmente de él, en nuestras múltiples platicas le aconsejé una y
otra vez que lo comentara con su familia; al final del día su hijo menor tenia
para ese entonces 15 años y su esposa también había estudiado odontología, pero
no ejercía; su hermana por su parte era contadora pública y algo sacaba con sus
trabajos. El día que dejo de contestar
mis mensajes y fallo a su cita, visite su cuenta de Facebook y me entere de que
había fallecido de un infarto fulminante.
No
creo que Genaro les haya compartido la situación tan estresante que vivía. La
situación económica cambia y en muchas ocasiones requerimos de apoyo, el primer
paso es reconocer que se necesita ayuda.
Hábito #7.
Administrar el dinero de manera eficiente.
El
séptimo hábito tiene que ver con la gestión del dinero, es importante revisar
los temas financieros con los miembros de la familia, enterarlos de la
situación. Un padre rico nunca debiera decir a su hijo: disculpa por pedirte
este favor; en cambio debiera suceder que el padre diga algo como gracias por ayudarme cuando lo necesito.
El reconocimiento honesto es mucho mejor que perder a un ser querido y además
quedar preso de deudas.
El
entrenamiento mental de caer y levantarse es más llevadero en familia. Las
consultas que hago de grandes empresarios coinciden en que no siempre TODO está
bien con los negocios; la regla es que de cada 100 emprendimientos solo uno
produce más que lo que se invierte. Lo interesante es aprender en el camino y
no dejar que eso nuble tu juicio, es importante la perseverancia, aprender de
los errores y levantarse con nuevos saberes de las caídas.
Conclusión. Involucra a tus hijos en la toma
de decisiones, de esa forma serán más conscientes de la forma en que se genera
el dinero y el día que tu no estés a su lado ellos podrán auto-gestionar sus
recursos sin ti. Los padres no somos
eternos, debemos ser guías y líderes para nuestros hijos; pero sino están listos para recibir nuestro
consejo debes dejarlos que se tropiecen y lo hagan por su cuenta. Si no
haces esto último (dejarlos/apartarte de ellos) es probable que te arruinen a
ti también por sus malas acciones (no seas su colchón).
La
eficiencia se logra con conocimientos y con actitudes de responsabilidad,
respeto, paciencia, perseverancia. No dejes de aprender y recuerda no hacer
hijos tiranos. Si te gusto esta serie de Educación Financiera (EF) comenta,
comparte y házmelo saber. Hasta la siguiente Historia de Vida Dra. Sandra Gómez
Patiño.
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