El
Volcán/Tecalitlán
El
campo jalisciense tiene un activo de gran peso económico, social y cultural en
su ganadería bovina. De entrada, el hato ganadero estatal confiere a Jalisco el
primer lugar nacional en la producción de leche y el segundo en carne de res.
De ahí se deriva, que la ganadería tenga un papel
prioritario en las políticas públicas para fortalecerla con medidas de fomento
y de atención en materias de sanidad e inocuidad, según lo expresó el responsable
del despacho de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER-Jalisco),
Salvador Álvarez García, al expresar esto a propósito del Día Nacional de
Ganadería de este año.
Como muestra de las acciones de apoyo a este sector durante
la presente administración, el funcionario estatal citó los programas enfocados
al sector lechero y a los centros de servicios ganaderos que cada vez más dejan
resultados muy satisfactorios que redundan en una ganadería competitiva, sobre
todo de parte de pequeños productores.
Un
ejemplo señalado por Salvador Álvarez es el módulo de servicios de la
Asociación Ganadera Local (AGL) de Tecalitlán, recientemente puesto en
operación y que trae grandes ventajas para esta organización de productores: “De
parte de la SADER Jalisco los apoyamos, este año pasado, con un camión, con los
corrales, con el remolque, con la planta forrajera”.
En el sector lechero, trajo a colación los avances
en fortalecer la infraestructura de acopio y producción con recursos
canalizados a varias AGL, como la de Encarnación de Díaz, Lagos de Moreno y
Valle de Guadalupe, por citar algunas.
También hizo notar los apoyos canalizados a través
de los extensionistas en bovinos, tanto en el tema de la leche, como en la
producción de carne, y los incentivos económicos dirigidos para las compras de
animales de registro para el mejoramiento genético a base de razas europeas,
como Angus, Charolais, Simental y Limousin, entre otras; y de cebuinas, como el
Brahman, según las condiciones de los ranchos ganaderos. Por cierto, estos
programas se han sostenido a pesar de que la federación ya no ha aportado los
recursos que antes se tenían en esquemas de concurrencia con el gobierno
estatal.
Álvarez García resaltó que, ante el aumento de las
exigencias de sanidad pecuaria, como en el caso de la reclasificación por parte
de Estados Unidos de las zonas de exportación de ganado en pie, en Jalisco se
asume tal reto y se reforzarán acciones a través de la Agencia se Sanidad,
Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (ASICA) para que la ganadería jalisciense mejore
su estatus sanitario.
Durante 2020 se canalizaron 29 millones de pesos en
proyectos que incidieron en cuatro mil 500 ganaderos lecheros. Mientras que, en
el mismo año, se beneficiaron 22 AGL con proyectos de los Centros de Servicios
Ganaderos.
Una mención especial en la ganadería jalisciense merece
el ganado de lidia. Su crianza se remonta a raíces centenarias que se
originaron en los tiempos de la introducción de la ganadería en el Occidente
del país. Jalisco es de las entidades líderes en el número de ranchos de toros
bravos, los que, por cierto, se concentran en la laboriosa región de Los Altos
de Jalisco.
El sector jalisciense de bovinos leche, carne y
doble propósito, aporta 15.1% del valor de la producción nacional con más de
238 mil 586 toneladas de carne en canal, ocupando el segundo lugar a nivel
nacional, con un valor de producción de carne de bovino de 17 mil 739 millones
de pesos, gracias a la calidad y al manejo de los ganaderos del estado,
sacrificándose un promedio de 836 mil cabezas de ganado al año, de acuerdo con
datos de 2018 del SIAP.
Por otra parte, el hato lechero jalisciense aporta
20% de la producción nacional con un promedio de producción diaria de 6.7
millones de litros.
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